Hacer la colada de forma ecológica

Los consumidores pueden seguir varios consejos para lavar bien la ropa sin ensuciar el medio ambiente y ahorrar dinero al mismo tiempo
Por Alex Fernández Muerza 30 de septiembre de 2010
Img colada
Imagen: david jones

Los detergentes limpian la ropa pero algunos de sus elementos pueden ser muy contaminantes. Un uso excesivo de lavadoras y secadoras supone un derroche de energía que perjudica el medio ambiente y el bolsillo. Unos cuantos y sencillos consejos pueden servir a los consumidores para elegir los detergentes menos contaminantes y lavar y secar la ropa de la manera más ecológica y económica.

Detergentes convencionales: cómo elegir los menos contaminantes

Los detergentes comerciales logran buenos resultados de limpieza, pero algunos de sus ingredientes pueden causar un gran impacto ambiental. Algunos de ellos son tan nocivos que casi ya no se incluyen, como los blanqueadores basados en cloro. Su uso genera sustancias como dioxinas o furanos, que se acumulan en los tejidos de los seres vivos y producen graves problemas de salud, como malformaciones en el feto o cáncer.

Los consumidores son esenciales para reducir el impacto ambiental de estos productos. Por un lado, pueden elegir los detergentes de las empresas que hacen mayores esfuerzos por reducir sus efectos contaminantes. Por otro lado, pueden reclamar de forma pública y activa medidas más estrictas a empresas e instituciones, para que velen por la salud y el medio ambiente.

Elegir uno u otro tipo de solución del detergente es importante. Hay que tener en cuenta que para el lavado cotidiano puede ser útil el detergente líquido, aunque se reserve el detergente en polvo para lo verdaderamente sucio, tal y como refleja un informe elaborado por EROSKI CONSUMER. Los concentrados también son más recomendables, como señala otro estudio de EROSKI CONSUMER, porque reducen la cantidad de sustancias nocivas con iguales resultados que los normales.

Algunas sustancias son tan nocivas que casi ya no se incluyen, como los blanqueadores basados en cloro
Las etiquetas pueden ayudar a tomar una decisión de compra más respetuosa con el entorno. Si pone «biodegradable» significa que para cumplir la legislación vigente sus elementos tensioactivos pierden sus propiedades 28 días después de ser vertidos al agua al menos en un 90%. Los tensioactivos, utilizados para reducir la tensión superficial del agua y eliminar así la suciedad, son por volumen los principales contaminantes de las aguas residuales. Por ello, las depuradoras deben hacer un gran esfuerzo para eliminarlas, y pueden acabar en los cauces naturales. Además, proceden del petróleo, un combustible no renovable y contaminante.

Otras indicaciones reguladas son «No contiene cloro» o «No contiene NPE» (surfactantes, utilizados para romper las manchas, suelen provenir del petróleo y alteran la capacidad reproductiva y la supervivencia de la fauna acuática).

El producto debe informar de forma clara sobre la toxicidad de sus ingredientes. Hay que evitar los detergentes que lleven percarboxilatos o policarboxilatos, entre otros, como potenciadores. Estas sustancias producen en ríos y lagos un fenómeno conocido como eutrofización, que puede reducir de forma drástica la biodiversidad de sus aguas. Los elementos antibacterias no tienen utilidad práctica y pueden causar problemas en la vida bacteriana acuática. El oxígeno activo es preferible a otros blanqueantes, y a ser posible, que contenga percarbonato en vez de perborato, también tóxico para la vida acuática.

ImgAlgunos fabricantes añaden colorantes y fragancias derivadas del petróleo y con presencia de ftalatos, causantes de diversos problemas de salud. Los suavizantes, además de innecesarios, añaden una larga lista de sustancias nocivas y también provenientes del petróleo: tolueno, trimetilbenceno, estireno, fenol, etc. En definitiva, conviene optar por los detergentes más sencillos, con los menos productos añadidos posibles.

El envasado es otra cuestión que puede tener su impacto en el medio ambiente. Es preferible elegir productos con materiales reciclados y reciclables. En caso de duda, el papel o el cartón se pueden reciclar en los contenedores azules y los envases de plástico PET en los amarillos. En cualquier caso, cuanto menos materiales de envasado, menor necesidad de reciclar.

Detergentes ecológicos y caseros

Algunas empresas fabrican detergentes basados en iniciativas o códigos de conducta ambiental. La Asociación de Jabonería, Detergentes y Productos de Mantenimiento (AISE), que agrupa a la mayoría de los fabricantes convencionales, creó en 1997 el programa Wash Right (lavar bien) para reducir su impacto. Las empresas asociadas que sigan estos principios pueden poner el logotipo del programa en sus productos.

El 85% del consumo de la lavadora se destina a calentar el agua
La Comisión Europea ha tomado varias decisiones para reducir la contaminación de los detergentes. En 1998 asumió como recomendación el programa Wash Right para todos los fabricantes y un año después señaló las condiciones necesarias para que un detergente pueda llevar la etiqueta ecológica europea. En España, empresas como Proeco Químicas han logrado este eco-label de la UE.

Otra opción es elegir sistemas alternativos. Las «nueces de lavado» son los frutos del Sapindus mukorossi, conocido como «el árbol del jabón». En la India y Nepal, de donde es originario, se utilizan desde hace siglos como detergente. Según sus defensores, se puede utilizar para lavar la ropa y la vajilla, como champú para el pelo, como repelente de insectos y no es muy caro: un kilo cuesta unos 20 euros y puede durar un año. Sin embargo, las denominadas «ecobolas», que sustituyen el uso de detergente, no son recomendables porque carecen de base científica.

Los consumidores también pueden fabricar sus propios detergentes y productos de limpieza. Ingredientes como el bicarbonato, el vinagre o el zumo de limón son la base de detergentes que pueden hacerse en casa de forma sencilla, como explican en algunas webs.

Usar bien la lavadora, la secadora y el tendedero

A la hora de utilizar la lavadora y la secadora, unos cuantos consejos pueden servir para ser más ecológicos y de paso gastar menos energía, agua y dinero. En primer lugar, antes de adquirir estos electrodomésticos, es conveniente fijarse en sus características. La etiqueta de eficiencia energética indica su consumo eléctrico: un modelo con la clasificación A consume la mitad que uno con la letra G. En cuanto a las secadoras, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda los modelos a gas por su ahorro de energía.

Una vez con estos electrodomésticos en casa, es recomendable llenarlos al completo, salvo que tengan un programa específico de media carga. Antes de meter las prendas a la lavadora, hay que agruparlas según sus colores, tipo de tejido o nivel de suciedad para optimizar el lavado. Las prendas de color, las sintéticas y las poco sucias se pueden lavar con programas más cortos o de menor temperatura y con menos detergente que las blancas o muy sucias. Las manchas difíciles es mejor lavarlas antes.

Salvo que la ropa esté muy sucia, un lavado en frío o a temperatura baja (menos de 30 grados) ofrecerá buenos resultados y ahorrará mucha energía: el 85% del consumo de la lavadora se destina a calentar el agua. El detergente puede usarse en menos cantidad si las aguas son de tipo blando (se puede comprobar si al lavarse las manos con jabón hace mucha espuma). Además, si se abusa de detergente, puede que el agua no se lo lleve todo y permanezca en la ropa junto con la suciedad que había atrapado.

Cuando la lavadora ya ha hecho su trabajo, es conveniente dejar la puerta abierta tras sacar la ropa, para evitar que el tambor se oxide y la goma de la puerta se deteriore antes.

El siguiente paso es secar la ropa: colgarla en un tendedero al sol es la manera más sencilla, ecológica y económica. El IDAE recuerda que las secadoras son grandes consumidoras de energía. Los defensores de este sistema tradicional aseguran que se puede ahorrar hasta un 15% de la factura eléctrica, la ropa dura más y se desinfecta.

No obstante, el tendedero no siempre es posible, pero tampoco es necesario derrochar con la secadora. Para evitar que la ropa llegue húmeda y se tenga que gastar más energía, conviene hacer un centrifugado en la lavadora lo más rápido posible. Las secadoras también tienen programas que afinan sus resultados. La opción «punto de planchado» es la más recomendable.

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