Carnaval ecológico

Unos sencillos consejos ayudan a reducir el impacto ambiental de los carnavales y ahorrar dinero
Por Alex Fernández Muerza 2 de marzo de 2011
Img carnaval reciclaje
Imagen: Winky

Unos cuantos consejos sencillos pueden contribuir a celebrar los carnavales de forma más ecológica y económica. Disfrazarse con una temática ambiental, intercambiar con familiares o amigos los disfraces de años anteriores, hacerse el traje con materiales reciclados o cocinar las torrijas y tostadas de carnaval en casa son algunos de ellos. Este artículo señala que los carnavales y el medio ambiente también pueden ir unidos, explica cómo hacer disfraces con materiales reciclados y detalla la decoración y comida de carnaval verdes.

Carnavales y medio ambiente, también unidos

Los carnavales son una de las fiestas más esperadas del año, al marcar el final del invierno con alegría, colorido y diversión. La diversión no significa que haya que olvidarse del cuidado del medio ambiente, sino más bien al contrario. Los carnavales pueden ser una buena ocasión para concienciar sobre los valores ecológicos. La temática de los disfraces puede referirse a algún aspecto ambiental. Disfrazarse de contenedor para hacer referencia a los residuos o al reciclaje, de animal herido para denunciar la pérdida de biodiversidad o de bola del mundo para recordar los problemas del planeta son algunas posibles ideas.

Los disfraces de carnaval se pueden confeccionar con materiales disponibles en casa
En cualquier caso, la concienciación empieza por uno mismo. Las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar, por este orden de prioridad) del ciudadano responsable con el medio ambiente también se pueden aplicar en cualquier carnaval, ahorrando además dinero. Los disfraces y los elementos decorativos se pueden aprovechar de otros años. Otra opción es combinar diversas prendas y complementos de casa o intercambiar con familiares y amigos.

Y, por supuesto, hay que huir de los disfraces y complementos de poco precio y mala calidad, que no aguantan más allá del mismo día de la fiesta. Lo barato sale caro, no solo para el bolsillo sino también para el medio ambiente. La cantidad de residuos que se generan con los productos de usar y tirar llenan los vertederos y provocan el uso de más materias primas, que aumentan la ya de por sí abultada huella ecológica.

Cómo hacer disfraces con materiales reciclados

Los disfraces se pueden confeccionar con materiales disponibles en casa o asequibles de forma sencilla y económica. Unas cajas de cartón, unas bolsas de plástico usadas, unas hueveras, el papel de periódicos o revistas viejas, etc., puede servir de materia prima. Los adultos pueden hacerse sus propios trajes y ayudar a los niños a que realicen esta educativa y ecológica manualidad.

El disfraz con materiales reciclados será diferente a los convencionales de tipo industrial y llamará más la atención, que en unas fiestas como los carnavales es uno de sus principales objetivos. En cualquier caso, no hay que obsesionarse por el resultado final: la idea es pasarlo bien, no ir de pasarela. La imaginación es una poderosa y económica herramienta, pero Internet también puede ayudar, ya que hay cantidad de páginas web y tutoriales como el siguiente que ofrecen todo tipo de ideas y explicaciones:

Decoración y comida de carnaval verdes

La decoración es otro elemento fundamental de los carnavales. La estrategia es la misma que con los disfraces: recurrir a los clásicos objetos decorativos de años anteriores y cuidarlos bien para que duren para el siguiente; reutilizar objetos usados; decorar la zona de la fiesta con pinturas no tóxicas; aprovechar cartones y papeles para dibujar elementos decorativos, etc. Las invitaciones se pueden hacer con materiales reutilizados o mandarlas por correo electrónico o por las redes sociales. En cuanto a la iluminación de las calles, se puede realizar con bombillas de bajo consumo o luces LED.

Si se quiere hacer una comida o cena de carnaval, los consejos ecológicos también deben estar presentes. En la mesa hay que evitar los platos y vasos de usar y tirar o los productos que vengan con un excesivo empaquetado o que dificulten su reciclaje. En cuanto a los alimentos, son preferibles los del tiempo y de producción local y, siempre que se pueda, ecológicos. El agua embotellada se puede sustituir por una jarra de agua del grifo, una decisión que ayudará al medio ambiente y al bolsillo.

Después de la fiesta, al igual que en el resto del año, los residuos se deben separar de forma correcta para que se puedan llevar a los contenedores de reciclaje apropiados: verde para el vidrio, azul para cartón y papel, mientras amarillo para envases de plástico y metal. Los elementos de la fiesta que se puedan aprovechar para el año que viene se pueden guardar en cajas y bolsas resistentes y etiquetadas.

En cuanto a las chucherías, conviene evitar las elaboradas de forma industrial, o por lo menos no abusar de ellas. En su lugar, se pueden ofrecer frutas, chocolates ecológicos y de comercio justo. Gracias a las recetas de EROSKI CONSUMER, se pueden hacer de forma casera las torrijas y las tostadas de crema (también llamadas leche frita o crema frita), dos de los alimentos típicos de carnavales, así como caramelos o galletas.

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