¿Por qué el tren no se usa más en España?

El ferrocarril reduce líneas y frecuencias en nuestro país, a pesar de ser más seguro, ecológico y económico que el transporte por carretera
Por Alex Fernández Muerza 20 de junio de 2013
Img cercanias
Imagen: Gonmi

En las últimas semanas, Renfe está reduciendo algunas de sus líneas y frecuencias. El tren pierde aún más terreno frente al transporte por carretera, el medio más utilizado en España y la principal causa de la contaminación atmosférica. Diversos expertos señalan las razones que explican el escaso peso del ferrocarril en el transporte en nuestro país, a pesar de sus ventajas ambientales, económicas y sociales. Este artículo señala que el tren en España cada vez tiene menos líneas y frecuencias y avanza ocho razones que explican por qué el tren no se usa más aquí.

Tren en España: cada vez menos líneas y frecuencias

«El ferrocarril, por sus características energéticas, de capacidad y de seguridad, es clave para mejorar la situación ambiental y social del transporte en España, dependiente en exceso de la carretera y los combustibles fósiles». Así lo señala Georgios Tragopoulos, técnico de Eficiencia Energética de WWF España.

España es el primer país europeo en kilómetros de red de autopistas y autovías
Sin embargo, el tren parece ir marcha atrás. El año pasado, Ineco, la consultora del Ministerio de Fomento, proponía en un informe la eliminación de 48 líneas ferroviarias de media distancia para ahorrar unos 86,5 millones de euros anuales, basada en criterios de ocupación y rentabilidad. Aunque Renfe ha negado que esté implantando dicha propuesta, en las últimas semanas está reduciendo algunos trayectos y frecuencias.

Luis Santos y Ganges, profesor de la Universidad de Valladolid y experto en urbanismo y ferrocarril, señala que el uso del tren en España referido a viajeros «es bastante menor del que cabría esperar, si bien más o menos similar al de los países de nuestro entorno europeo». En cuanto al transporte de mercancías, «en España está peor que nunca, en un nivel auténticamente marginal, por debajo de los países de la Unión Europea (UE), donde ya está muy bajo».

En este sentido, varias organizaciones ambientales y sociales han presentado el «Plan 2020«. Sus responsables aseguran que si se promoviera el uso del ferrocarril de forma óptima, además de ahorrar dinero, se podrían ampliar servicios y se mejoraría el transporte en general. «El sistema ferroviario convencional no desarrolla todo su potencial», sentencian.

Ocho razones que explican por qué el tren no se usa más en España

Los expertos en ferrocarril consultados explican con varias razones la falta de desarrollo de este medio de transporte en España, a pesar de sus ventajas:

1. Apuesta excesiva por las grandes infraestructuras en detrimento de la red ferroviaria convencional: Tragopoulos recuerda que España es el primer país europeo en kilómetros de red de autopistas y autovías (entre 1990 y 2005 duplicaba su extensión), dispone de un gran número de aeropuertos deficitarios (casi uno por provincia) y es el segundo país del mundo, tras China, en kilómetros de alta velocidad ferroviaria. Según este experto, la alta velocidad ha supuesto captar más clientes del avión, pero ha provocado la pérdida de numerosos viajeros a favor del autocar, debido a las elevadas tarifas y la marginación de las redes convencionales.

2. Enorme avance del transporte por carretera: el experto de WWF señala que, en las dos últimas décadas, los viajeros por kilómetro de carretera se han multiplicado por dos y las toneladas por kilómetro en camión por dos y medio. La construcción de nuevas infraestructuras, los incentivos fiscales para la adquisición de nuevos vehículos, la falta de internalización de los costes indirectos de la carretera (cambio climático, contaminación, accidentes, congestión, etc.), el relativo bajo precio de los carburantes y la liberalización del sector del camión explicarían el dominio actual del transporte por carretera.

3. El automóvil privado como símbolo: el coche sigue siendo para muchas personas un signo de progreso, de independencia y de categoría social, en opinión de Fernando Rodríguez Garrapucho, presidente de la Asociación Venteña de Amigos del Ferrocarril y autor del libro ‘Venta de Baños. Un pueblo, su estación y sus ferroviarios’.

4. No hay cultura ferroviaria: Jesús Vigil, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Madrid y de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Ferrocarril, recuerda que las carreteras de acceso a las grandes ciudades están saturadas en horas puntas y, a pesar de ello, el público prefiere un atasco a un servicio público.

5. Falta de visión comercial de mercado: Joan Antoni Romaguera, presidente del Centre D’Estudis – Modelisme Vapor de Barcelona, afirma que si fuera tan fácil y eficiente enviar cargas por ferrocarril como cuando se acude a una agencia de transportes, disminuiría el tráfico por carretera y los costes.

6. Demografía dispersa: Luis Santos y Ganges explica que el ferrocarril es más útil en territorios densos con economías integradas, algo que no se da en muchos espacios en España. Por ello, añade Jesús Vigil, los transportes de media distancia no son competitivos.

7. Terreno accidentado: según Romaguera, la complicada geografía española ha provocado siempre unas velocidades inferiores, «agravadas en muchos casos por ser líneas de vía única que originan demoras por cruces de trenes».

8. Problemas fronterizos: el presidente del Centre D’Estudis – Modelisme Vapor de Barcelona recuerda que no coinciden los sistemas técnicos que se emplean a ambos lados de las fronteras de España con sus países vecinos. Según este experto, «hemos estado obligados históricamente a proporcionar unos trenes que fueran ambivalentes sin el intercambio de material móvil como en otros puntos fronterizos. Hoy seguimos aún pendientes de poder ir de Barcelona a París sin cambiar de tren».

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube