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Qué son las tierras raras
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos presentes en la tabla periódica. Incluyen el escandio, el itrio y los 15 lantánidos: lantano, cerio, praseodimio, neodimio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio.
La denominación «raras» se debe a la dificultad de encontrar estos elementos en estado puro en la corteza terrestre, no a su escasez; de hecho, hay depósitos de estos minerales repartidos por todo el mundo, pero en pequeñas cantidades.

El valor de las tierras raras radica en sus excepcionales propiedades ópticas, magnéticas y eléctricas, lo que las convierte en materias primas indispensables para el desarrollo de tecnologías de vanguardia en sectores estratégicos como la electrónica, la energía, la medicina y la defensa.
Para qué se utilizan las tierras raras
A nivel global, su principal uso está en la fabricación de imanes de alta potencia y catalizadores para la industria química. Sin embargo, sus aplicaciones abarcan múltiples sectores:
🔹 Electrónica y tecnología
Resultan fundamentales en dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, ordenadores portátiles, televisores de pantalla plana y tabletas, a los que mejoran su calidad de imagen, brillo y eficiencia energética. También se emplean en chips y circuitos integrados.
En telecomunicaciones, las tierras raras son esenciales para la fibra óptica, donde amplifican las señales de luz y facilitan la transmisión de datos a alta velocidad.
🔹 Industria automotriz
Indispensables en los motores eléctricos de los vehículos, mejoran su eficiencia y rendimiento. Además, elementos como el lantano, el neodimio y el cerio están presentes en las baterías recargables de los coches eléctricos; optimizan su capacidad de almacenamiento y prolongan su vida útil.
🔹 Energía y sostenibilidad
Juegan un papel clave en las energías renovables. Elementos como el neodimio, el disprosio y el praseodimio se utilizan en imanes de alta potencia para los generadores de turbinas eólicas. Y en la energía solar, algunas partes de los paneles solares contienen tierras raras que mejoran la conversión de la luz en electricidad.

🔹 Defensa y seguridad
Las tierras raras son críticas en la fabricación de imanes de precisión para misiles, radares y satélites. También se emplean en cerámicas resistentes al calor para aviones y cohetes, así como en sistemas de comunicación, navegación y guerra electrónica. Su uso en láseres de alta potencia refuerza su importancia en la industria militar.
🔹 Medicina y tecnología sanitaria
Cada vez tienen más aplicaciones en el sector médico. El gadolinio, por ejemplo, se usa como agente de contraste en resonancias magnéticas, mejorando la calidad de las imágenes. El lutecio-177 se emplea en tratamientos contra el cáncer mediante terapia de radionúclidos.
Además, son esenciales en la fabricación de imanes para marcapasos y audífonos, y en la producción de láseres médicos utilizados en cirugía, oftalmología y dermatología.
¿Dónde se encuentran las tierras raras?
Las tierras raras están presentes en la corteza terrestre, pero en pequeñas cantidades y dispersas. China domina la producción de tierras raras y alberga las mayores reservas a nivel mundial. Otros países con yacimientos significativos son Vietnam, que ha incrementado su producción en los últimos años, y Brasil, con depósitos importantes en la región de Araxá.
Rusia también cuenta con reservas y trabaja en expandir su capacidad de extracción. India posee depósitos en Tamil Nadu y otras regiones, mientras que Australia destaca por su explotación en Mount Weld. En Estados Unidos, la principal fuente se encuentra en Mountain Pass, California. Por otro lado, Groenlandia se encuentra en proceso de explorar su potencial minero.
Cómo se extraen las tierras raras y por qué pueden dañar al ecosistema
Las tierras raras no suelen encontrarse en estado puro, sino que generalmente están incrustadas en otros minerales, lo que dificulta su extracción y eleva los costes de producción.
La minería, ya sea a cielo abierto o subterránea, es el primer paso. Una vez extraída la roca, se somete a procesos de separación y refinado para obtener los compuestos útiles. Estos procesos químicos generan desechos tóxicos, como aguas ácidas y lodos radiactivos, que contienen sustancias peligrosas como uranio y torio.
La producción de una tonelada de tierras raras implica la emisión de entre 9.000 y 12.000 metros cúbicos de gases tóxicos, la generación de una tonelada de residuos radiactivos y la producción de cerca de 75.000 litros de agua ácida. La gestión inadecuada de estos residuos supone un grave riesgo de contaminación para el suelo y el agua, con consecuencias devastadoras para los ecosistemas locales.
Además, la minería de tierras raras implica la destrucción de grandes áreas de tierra, alterando los ecosistemas y causando deforestación. El polvo y los productos químicos liberados al aire también contribuyen a la contaminación atmosférica, lo que supone un riesgo para la salud de las comunidades más próximas.