Expertos vinculan el mercurio de algunas vacunas con el aumento de niños autistas

Niños con síntomas de autismo que recibieron inyecciones de este metal pesado presentan niveles de intoxicación superiores a los que la OMS considera seguros
Por EROSKI Consumer 24 de marzo de 2002

Las vacunas infantiles fabricadas por algunos de los principales laboratorios farmacéuticos del mundo y administradas en todos los países occidentales, incluida España, contienen en sus fórmulas tiomersal, un ingrediente utilizado como conservante cuya composición es mercurio en el 49,6%. El mercurio es una de las sustancias más tóxicas conocidas y al ser incluido en las vacunas sus peligros se multiplican por tres: se inyecta por vía subcutánea; su toxicidad es acumulativa y, por lo tanto, más difícil de eliminar y se administra a personas (niños entre 0 y 24 meses) que están en pleno desarrollo neuronal. El tiomersal se utiliza en las vacunas desde hace décadas, sin embargo no ha sido hasta hace dos años cuando diversos médicos e investigadores estadounidenses y británicos lo han relacionado con el incremento en todo el mundo de niños con síndromes autistas o con comportamientos similares a los de estos enfermos. El autismo, que antes de 1970 tenía una incidencia de un caso por cada 2.000 habitantes ha pasado, según recientes estudios del Departamento de Educación Especial de EEUU y de la Universidad Autónoma de Madrid, a aparecer como patología en uno de cada 666 y hasta de cada 333 casos, dependiendo de las áreas de población.

Médicos como el investigador científico de Tecnología de la Medicina Albert Enayati y el director del departamento de Química de la Universidad de Kentucky, Boyd Haley, han alertado de la relación directa entre el mercurio de las vacunas y los síntomas autistas -que incluyen desde la incapacidad de comunicarse hasta la disfasia (trastornos del lenguaje), la hiperactividad, la baja concentración o los trastornos gastrointestinales graves-. Según Enayati, «muchos casos de autismos idiopático son inducidos por una exposición temprana al mercurio proveniente del tiomersal», que además causa «disfunciones inmunes, sensoriales y neurológicas». Para Boyd, «suministrar a un niño que pesa cinco kilos una sola vacuna en un día es igual que suministrarle a un adulto de cincuenta kilos cuarenta vacunas» y, además, «hablamos de exponer a estos niños al tiomersal, una neurotoxina reconocida».

Informe del Insalud

Gobiernos como el español continúan administrando vacunas con tiomersal a los niños apoyándose en que «los hallazgos de los estudios sobre la toxicidad del mercurio de las vacunas no permiten alcanzar conclusiones válidas». Sin embargo, los principales organismos sanitarios del mundo, como el norteamericano (FDA), europeo (EMEA) y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) han urgido a los laboratorios farmacéuticos a retirar el mercurio de sus vacunas. Éstos han comenzado a prescindir de él de forma discreta y la propia Agencia Española del Medicamento señala que «en el momento actual ninguna de las nuevas solicitudes de vacunas pendientes de autorizar en la Unión Europea incluyen tiomersal

El Insalud ha dedicado íntegramente a los efectos del mercurio en las vacunas un boletín interno en el que alerta a los facultativos de la posibilidad de que «los medios de comunicación se hagan eco de esta controversia, que constituye el eje central de diversas publicaciones». Pese a asegurar que no se han descubierto reacciones adversas a las dosis de las vacunas, reconoce que «es necesario adoptar medidas de precaución motivadas por un riesgo teórico», tales como renunciar «en lo posible» a las vacunas con tiomersal, ya que nunca se debe dejar de vacunar a los niños «porque los beneficios de la vacunación son muy superiores a los riesgos potenciales derivados de la exposición a vacunas que contienen tiomersal».El boletín incluye un listado de las vacunas cuya utilización el Insalud recomienda a partir de ahora, todas sin mercurio. Sin embargo, pese a que ya estaban disponibles, razones comerciales han hecho que se aprovechen los _stocks_ almacenados. El Insalud reconoce también que «los grupos poblacionales más susceptibles a sus efectos son las embarazadas y los recién nacidos».

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