La esperanza de vida de los europeos ha aumentado ocho años desde 1960, según un informe de la UE

Las mujeres españolas y francesas son las más longevas, con una media de 82,7 años
Por EROSKI Consumer 10 de septiembre de 2003

La esperanza de vida de los ciudadanos comunitarios ha aumentado ocho años entre 1960 y 2000, año en el que la media para los hombres se situó en 75,3 años y para las mujeres en 81,4, cifras que superan España, Italia y Suecia, según el informe «La situación social en la Unión Europea 2003», elaborado por el Ejecutivo comunitario.

Las mujeres españolas y francesas son las que más viven en la UE, con una media de 82,7 años, mientras que las irlandesas son las menos longevas (79,2), puesto que comparten con sus compatriotas masculinos (74,2 años), que son, junto a los finlandeses, los que antes mueren de los Quince. Y los hombres que tiene una mayor esperanza de vida son los suecos, con 77,4 años, seguidos de los italianos (76,3) y de los españoles y griegos (75,5), indica el informe.

Estas cifras ponen de manifiesto que los europeos viven un año más que los estadounidenses, diferencia demasiado pequeña para atribuirle una causa específica, según explicaron expertos de la Comisión. Puede deberse a que los ciudadanos europeos disfrutan de unas mejores condiciones sanitarias y de vida, afirma el informe, que también señala que con 380 millones de habitantes, la UE es la tercera entidad más poblada del planeta, tras China (1.278 millones) e India (1.038). El informe también subraya que las personas que realizan estudios superiores disfrutan luego de una mejor salud.

El documento destaca, además, que el sector de la salud es uno de los más dinámicos de la economía europea. Entre 1995 y 2001, se crearon más de dos millones de empleos en este sector, lo que representa el 18 % de la creación total de puestos de trabajo. Actualmente, casi el 10% del empleo total corresponde a este sector, indicó la Comisión.

Tres factores

En opinión de esta institución europea, es «muy importante un acceso a una atención sanitaria de calidad», aunque también influyen en la salud otros factores como el empleo, la educación y el apoyo social. Sobre el primero de los tres factores, el estudio indica que las personas desempleadas presentan un riesgo de mortandad hasta cinco veces superior al de las personas con trabajo estable. «Este efecto positivo depende en gran medida de si el empleo es de buena calidad, proporciona satisfacción en cuanto a salario y condiciones de trabajo, garantiza la salud y seguridad, y permite flexibilidad en los horarios», argumentó la Comisión. Asimismo, las redes sociales, la familia y los amigos, contribuyen «en buena medida» a la protección y mejora de la salud, ya que pueden influir también en el estilo de vida.

La comisaria europea de Empleo y Asuntos Sociales, Anna Diamantopoulou, aseguró que este informe «nos ayuda a tener una idea más clara de los elementos determinantes de nuestra salud, de cómo están organizados los servicios de salud en la Unión y de cómo éstos influyen en la calidad de vida de los europeos».

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