Los casos de tuberculosis en inmigrantes procedentes de países subdesarrollados han aumentado en los últimos años, según ha informado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Las causas de este aumento son las corrientes migratorias recientes, la mayor prevalencia de tuberculosis resistentes y los problemas socio-económicos que se observan entre los inmigrantes.
A pesar de que la proporción de inmigrantes en el total de pacientes tuberculosos de España no es muy alta en comparación con los países de Europa Occidental -un 10% salvo en Madrid y Barcelona que asciende hasta el 30%-, la SEPAR advierte de que el problema puede ir a más si no se toman las medidas necesarias.
Los datos de la SEPAR indican que cada año se diagnostican unos 10.000 enfermos en España, tasa que triplica la observada en los países de la UE. Hasta ahora, una de las principales causas de tuberculosis en España ha sido el sida pero en los últimos años tiende a decrecer esa relación mientras aumentan los casos en inmigrantes procedentes de países subdesarrollados.
A juicio de los expertos, entre ellos los doctores Joan A. Caylá y Rafael Vidal, las autoridades sanitarias españolas deberían actuar respecto a la inmigración con los mismos criterios preventivos que ya se han puesto en marcha en otras naciones europeas.
Entre las medidas estarían proporcionar ayudas económicas al desarrollo sanitario del Tercer Mundo, así como ofrecer a estos colectivos una fácil accesibilidad al sistema y disponer de agentes de salud que actúen como mediadores culturales y traductores.
Otro factor importante es la integración social, ya que se ha detectado que los inmigrantes siguen reproduciendo las tasas de tuberculosis de su país de origen incluso después de llevar dos generaciones viviendo en Europa. Esta circunstancia se debe a que forman colonias cerradas que perpetúan los hábitos de vida de su país de origen.
