La práctica de ejercicio después de comer ayuda a perder peso, según una investigación

La razón es que la actividad física estimula las hormonas que contienen el apetito
Por EROSKI Consumer 6 de junio de 2007

Realizar ejercicio después de comer ayuda a promover la pérdida de peso, según un equipo de científicos británicos de la Universidad de Surrey, que ahora publica su trabajo en el último número de la revista «Journal Of Clinical Endocrinology». Ello se debe a que la actividad física estimula las hormonas que contienen el apetito, conocidas como PYY, GLP-1 y PP, que son las encargadas de informar al cerebro de que ya está lleno el estómago.

Las pruebas consistieron en que seis de los doce voluntarios se subieron a una bicicleta estática después de haber tomado el desayuno, mientras que la otra mitad reposó sentada. Transcurrida una hora desde que terminó el ejercicio, ambos grupos pudieron comer cuanto quisieron. Los voluntarios que habían pedaleado durante una hora habían quemado 492 kilocalorías, frente a las 197 kilocalorías del grupo que reposó. También el número de kilocalorías consumidas fue superior en el caso de los voluntarios activos, que ingirieron 913 kilocalorías, 151 kilocalorías más que los voluntarios que no practicaron ejercicio.

No obstante, al restar la energía quemada de la consumida por ambos grupos los investigadores determinaron que los deportistas ganaron 421 kilocalorías, en comparación con las 565 kilocalorías de los inactivos. Asimismo, aumentaron sus niveles de hormonas PYY, GLP-1 y PP. Los científicos concluyeron que el ejercicio puede alterar el apetito de las personas activas, ayudándoles a mantener o perder peso.

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