Dos estudios sobre la utilización de servicios sanitarios desmontan la teoría que achaca a los extranjeros el colapso de determinadas prestaciones sanitarias. Así, y según estos trabajos, los inmigrantes usan la sanidad pública menos que los españoles y de forma distinta. Sin embargo, los informes sí reconocen que la desinformación y sus circunstancias sociolaborales les hacen abusar de las urgencias hospitalarias como sustituto de la consulta al especialista.
Promovidos por la Fundación Ciencias de la Salud y la Fundación Pfizer, estos dos trabajos llegan por separado a la misma conclusión. «La población inmigrante en España utiliza los servicios sanitarios con menor frecuencia que la autóctona, al igual que en otros países», señaló Enrique Regidor, profesor de Medicina Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid, participante en el primero de los estudios. No obstante, las consultas al médico especialista sí reflejan mayores diferencias. De esta forma, el 58% de los españoles acudió a los servicios de un especialista en el último año, frente al 39% de los inmigrantes, casi 20 puntos de diferencia, según la encuesta realizada en mayo por la Fundación Pfizer, algo en lo que también coincide el otro trabajo.
Partiendo de datos de los últimos días en Madrid y Barcelona, entre un 8,5% y un 8,9% de nacionales visitaron a algún especialista, mientras que los extranjeros acudieron en proporción menor, entre el 4,7% y el 5,7%. Lo mismo sucede con los demás servicios médicos. A la atención primaria, el servicio más demandado, los españoles recurrieron en un 80,2% frente al 77,1% de los inmigrantes, y también superaron a estos en urgencias de atención primaria, 32,8% y 32,4%, respectivamente. Además, los extranjeros solicitan menos servicios y pruebas preventivas, como la mamografía y la citología, aunque acuden más a los servicios de ginecología, obstetricia y pediatría, porque tienen más hijos.
Urgencias
El sondeo de Pfizer refleja que las urgencias hospitalarias son una excepción a esa tendencia. Por ahí pasan, en proporción, muchos más inmigrantes que españoles, un 41,2% frente al 25,3%. La encuesta de Ciencias de la Salud coincide y cita el elevado número de latinoamericanos, sobre todo, que recurren a esta vía. En todas las ciudades evaluadas, el porcentaje de inmigrantes es superior al de nacionales. En Barcelona, un 35% de extranjeros, cuatro puntos más; en Madrid, un 17% frente al 15,7% de españoles, y en Valencia, un 30% de foráneos por un 27,5% de autóctonos. La desinformación y el problema de horarios son las principales causas de este comportamiento.
A pesar de ello, españoles y extranjeros tienen buena opinión general sobre la sanidad española, calificada con un 6,1, que llega al 6,7 entre la comunidad inmigrante, siendo el servicio más apreciado la atención primaria. Entre los nacionales se valora sobre todo el acceso a los medicamentos y la profesionalidad de los médicos, mientras que los extranjeros aprecian las instalaciones sanitarias y los recursos al servicio de la salud.
