Posibles efectos secundarios de las ecografías

Las ecografías son seguras, aunque no conviene exponer a mujeres y fetos a un exceso de ultrasonidos que puedan provocar efectos secundarios indeseados
Por Blanca Álvarez Barco 5 de enero de 2023
Efectos secundarios de las ecografías
Imagen: superlux91
Conocer el estado del feto, controlar su evolución y poder diagnosticar anomalías, además de poder tener bajo control la salud de la madre y sus posibles problemas a lo largo de la gestación. La ecografía es una de las técnicas más utilizadas para el seguimiento del embarazo, ya que presenta numerosas ventajas, entre las que destacan su comodidad e inocuidad. Al menos, es lo que opinan la mayor parte de los expertos. Aunque existen estudios que advierten sobre la necesidad de no hacer un uso indiscriminado de la ecografía y mostrar prudencia. Es decir, no conviene exponer a las mujeres embarazadas y a sus bebés a un exceso de ultrasonidos para evitar posibles efectos secundarios indeseados.

Ecografías, ¿tienen efectos nocivos en el bebé?

Diversos estudios realizados desde inicios de este siglo ponían en entredicho uno de los métodos más empleados, y con menos riesgos, para controlar la marcha de la gestación. Así, un estudio americano publicado en The Guardian en 2006 aseguraba que los escáneres por ultrasonidos podrían tener un efecto nocivo en el feto.

Los resultados de la investigación, llevada a cabo por el equipo de Pasko Rakic en la Yale Medical School de New Haven (Connecticut, EE. UU.), mostraban que esta técnica dañaba el cerebro de los embriones de ratones que, expuestos a ultrasonidos, se desarrollaban de forma anómala, aunque los cambios podrían no ser lo suficientemente importantes como para alterar el comportamiento.

Estudios posteriores —como ‘Efectos biológicos adversos y seguridad del ultrasonido en el embarazo. Revisión sistemática‘ (2018)— señalan que, si bien no hay certezas de efectos nocivos, lo más prudente es exponer a las embarazadas a la menor cantidad de energía ultrasónica necesaria. De hecho, sugieren que, al ser el ultrasonido una forma de energía con efectos térmicos y mecánicos, tiene el potencial de producir efectos biológicos en los tejidos expuestos.

¿Cuáles son los efectos secundarios de las ecografías?

Los estudios no pretenden causar alarma entre las embarazadas y afirman también que los cambios originados por los ultrasonidos son pequeños, por lo que no existen motivos para que las mujeres embarazadas dejen de hacerse ecografías, aunque debería controlarse su número.

👉 ¿Disminución de peso del feto?

En la técnica ecográfica, las ondas de ultrasonidos se encuentran a una frecuencia lo suficientemente elevada como para atravesar los tejidos. Al rebotar en las diferentes estructuras, provocan un eco que permite crear una imagen tridimensional del bebé, pero también producen vibraciones en el tejido y originan un aumento de la temperatura, que podría causar daños en el feto.

Según señalan algunos estudios (Marinac-Dabic et al.), existen pruebas de que una exposición frecuente de la matriz a ultrasonidos puede conllevar una disminución de peso en el recién nacido, posterior a 4 o más exposiciones al ultrasonido. Sin embargo, estos resultados no han sido reproducidos por otros estudios. De hecho, la exposición prenatal al ultrasonido no parece incrementar significativamente la tasa de peso bajo al nacer, según el estudio de 2018.

👉 Dificultades en el habla

Diferentes informes relacionaban las ecografías con un retraso en el desarrollo del habla, así como un aumento de las posibilidades de que el niño sea zurdo.

Según los últimos estudios, «la relación entre la exposición al ultrasonido en la vida fetal y el retraso en el habla es controvertida», y en la actualidad «no existe evidencia suficiente que la soporte».

Y lo mismo sucede respecto a la evidencia disponible respecto a la exposición intrauterina al ultrasonido y el uso preferente de la mano no diestra. No se puede demostrar una asociación significativa entre estas.

👁 ¡Importante! Como advierten los expertos, «la ausencia de evidencia de daño no es equivalente a evidencia de ausencia de este, ya que probablemente algunos de los efectos que podrían resultar de esta exposición podrían ser sutiles o incluso aparecer muchos años después«.

Evitar el abuso de ecografías

La ecografía es un instrumento muy útil para los profesionales, ya que permite controlar el crecimiento normal del feto y verificar la salud de la madre. Esta técnica brinda a los padres, además, la oportunidad de ver al bebé antes del nacimiento, lo que ayuda a establecer una relación temprana con el niño.

Sin embargo, en ocasiones, este instrumento médico puede llegar a utilizarse con frivolidad, como si del primer vídeo o fotografía del bebé se tratara. Pero no hay que perder de vista que, aunque inocua para madre e hijo, la ecografía es una técnica de diagnóstico que emplea ondas de sonido de alta frecuencia y no conviene realizar más de las necesarias.

Durante el curso del embarazo, de forma trimestral, suelen realizarse ecografías para controlar el crecimiento del feto y verificar la fecha de parto. Sin embargo, en el caso de madres mayores, embarazos de alto riesgo o cuando se detectan anomalías en el feto o la embarazada, se hacen con mayor frecuencia.

Las evidencias sobre el riesgo

Los expertos aseguran que no existe ninguna evidencia del posible riesgo o daño que la ecografía pueda ocasionar al bebé y que, dado que no emplea radiaciones ionizantes, no se irradia ni a la madre ni al feto. Además, aseguran que los equipos de ecografía diagnóstica están diseñados para evitar que se deposite energía calórica en el feto y en la madre y añaden que se trata de una técnica que se mejora y perfecciona constantemente, por lo que su uso es completamente seguro.

Aun así, los especialistas señalan que en los últimos años «el uso del ultrasonido como herramienta en la obstetricia ha llegado a ser indiscriminado, realizándose actualmente un gran número de estudios no justificados». Por ello, esta técnica solo se debe practicar cuando exista una indicación clínica y tras ser solicitada por un médico.

LA TÉCNICA

Img ec1El ecógrafo es un equipo que consta de una sonda (dispositivo parecido a un micrófono) que está conectada a un monitor mediante un cable. Tras administrar un gel conductor sobre la zona que se desea explorar, se aplica la sonda sobre la piel y aparece en la pantalla la imagen.

Para poder obtener estas imágenes se aplica el mismo principio que el sónar que utilizan los buques para detectar un submarino: se lanza un haz de ultrasonido hacia un objeto y el eco que produce se usa para saber a qué distancia está, así como para conocer su forma y estructura interna.


En el caso de la ecografía que se realiza a las embarazadas, cuando se aplica la sonda en la piel se produce un haz de sonido de alta frecuencia inaudible que va dirigido hacia la pelvis y la zona inferior del abdomen. Las ondas que forman el eco del feto y los tejidos que lo rodean son captadas por la sonda y sus variaciones se utilizan para reconstruir la imagen en tiempo real, lo que permite ver el movimiento de las estructuras y de los órganos.


Para realizar el examen, la embarazada debe estar acostada y, solo durante las primeras semanas del embarazo, debe beber de dos a tres vasos de líquido una hora antes del examen porque se requiere que la vejiga esté llena para obtener buenas imágenes. A continuación, se le aplica el gel transparente sobre el abdomen y la pelvis, para ayudar a la transmisión de las ondas sonoras, tras lo cual se pasa la sonda sobre esta área. La ecografía vaginal es una variante que suele realizarse los primeros meses de embarazo.

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