Ozonoterapia

Una técnica que utiliza el gas ozono para tratar problemas traumatológicos y cardiovasculares
Por María Landa 2 de agosto de 2004

La ozonoterapia se puede utilizar de diferentes maneras dependiendo de las distintas dolencias de los pacientes. Las principales aplicaciones sirven para tratar problemas cardiovasculares, traumatológicos, oncología, dermatología o pediatría. Muchos médicos optan por esta técnica, aún novedosa en nuestro país y donde sólo se practica en clínicas privadas, aunque esté incluida en la seguridad social otros como Italia y Alemania. Muchos médicos aseguran que sus resultados son efectivos en muchos campos, mientras que otros dudan de estos efectos tan beneficiosos.

Origen y funcionamiento

El ozono con aplicaciones terapéuticas se utiliza desde comienzos del siglo XX, aunque fue durante la Primera Guerra Mundial cuando se usó por primera vez para desinfectar las heridas de los soldados. Desde entonces el método ha evolucionado, y en la actualidad se utiliza en muchos lugares del mundo para tratar numerosas patologías. La ozonoterapia consiste en la aplicación de una mezcla de gas ozono con oxígeno a través de diversas técnicas y con fines terapéuticos. Para ello se usan unas máquinas llamadas “generadores de ozono” que fabrican la mezcla de oxígeno medicinal y ozono.

Esta terapia se basa en la oxigenación y desinfección de la sangre, tal y como explica Juan Manuel Kowalinsky, reumatólogo y vicepresidente de la Asociación Científica Española de Aplicación de Oxígeno Ozonoterapia, con 116 profesionales afiliados. “El ozono es sólo el vehículo del oxígeno, el transporte que permite meter gran cantidad de oxígeno en el punto concreto del cuerpo que se quiere tratar”. La ozonoterapia tiene probados efectos beneficiosos en el organismo humano, entre los que destacan sus propiedades oxigenantes, antisépticas, revitalizantes, antiinflamatorias, antioxidantes, germicidas o regeneradoras.

La traumatología es uno de los campos donde mayores resultados se obtienen con la ozonoterapia, sobre todo en las hernias discales, cervicales y lumbares, así como en otras patologías como artrosis, artritis o tendinitis localizadas en hombros, codos, rodillas, cadera, tobillo, pie, etc. El traumatólogo Ángel Portela, uno de los impulsores de esta técnica en España, detalla su funcionamiento. “El ozono inhibe la secreción de las hormonas que provocan el dolor porque es antiinflamatorio, y además tiene una acción vasodilatadora y regeneradora. Por esta razón, su aplicación en la traumatología y ortopedia es muy amplia”, detalla.

Como presidente de la Asociación Científica Española de Aplicación de Oxígeno Ozonoterapia, y tras su experiencia en la Clínica Ruber de Madrid, Portela afirma que con su uso se ha conseguido disminuir el número de operaciones por dolencias traumatológicas. “Desde que aplicamos esta técnica hemos reducido un 70% los implantes de prótesis de cadera y rodilla, y los resultados en las hernias son muy buenos. Pero además hemos constatado su eficacia para otros problemas, ya que al tratar a un paciente por una hernia se le ha curado también una infección de orina, o en otra ocasión otro se recuperó de unos nódulos”, comenta.

Pero no todas son opiniones favorables a esta técnica. Existen muchos profesionales que cuestionan la validez de la ozonoterapia. Ángel Hidalgo, cirujano ortopédico de la Unidad de Columna de la Clínica Ubarmín de Pamplona, cree que su eficacia no está científicamente contrastada. “Yo no digo que no sea eficaz, pero en la actualidad no se pueden ofrecer garantías suficientes sobre su validez, porque no existen trabajos publicados en revistas serias de prestigio. No está avalado por estudios que contrasten la bondad del procedimiento. Además, no está protocolizado el tratamiento porque se aplica para problemas muy variados y cada uno lo hace de manera diferente. Por otro lado está el efecto placebo, que en casi la mitad de los pacientes, excepto en cáncer o infecciones, tiene resultados satisfactorios. En cuanto al caso concreto de las hernias, hay que tener en cuenta que el 90% evoluciona favorablemente con el paso del tiempo sin someterse a ningún tratamiento”, explica el doctor.

Pero no sólo se pone en duda su eficacia, también hay quien no ve claro que sea totalmente inofensivo, tal y como comenta el doctor Hidalgo. “El ozono parece que es inocuo, pero siempre existe un riesgo, aunque sea pequeño, porque al hacer una punción en la musculatura paravertebral puede darse una infección. Por eso los pinchazos deben realizarse siempre en un quirófano controlado con un aparato de rayos x”. En su opinión, el hecho de que esta terapia no se ofrezca en la sanidad pública confirma la falta de rigor científico, ya que su costo es relativamente barato si se compara con otros tratamientos.

Efectos y contraindicaciones

La mayoría de los expertos consultados afirman que una de las principales ventajas de esta técnica es que no tiene efectos secundarios negativos ni contraindicaciones, excepto en alguna enfermedad concreta como osteoporosis muy marcada, hipertiroidismo o fabismo. La doctora Alfonsa Martín, especialista en homeopatía, confirma su inocuidad. “El ozono es un producto natural que está en la atmósfera y que nuestro propio organismo genera en una pequeña cantidad. Lo único que se hace es potenciar su acción, por tanto no pueden existir efectos secundarios negativos, a no ser que sea una persona muy sensible o alérgica al ozono. De hecho, durante muchos años de aplicaciones no hemos constatado ningún problema”, puntualiza la experta.

El reumatólogo Juan Manuel Kowalinsky explica por qué no tiene ningún riesgo. “Los seres vivos respiramos oxígeno, por lo tanto no nos lesiona, ya que nuestras células vivas están protegidas contra los excesos de oxígeno. Los tejidos muertos no lo toleran y se acelera así su desintegración. Además el ozono es el mayor antiséptico que se conoce, así que los riesgos de infección son mínimos. De hecho se usa en saneamiento de piscinas o aguas para consumo”.

Aparte de las ya mencionadas aplicaciones en traumatología, la ozonoterapia se utiliza también para otro tipo de enfermedades. En opinión de Alfonsa Martín, es muy eficaz en el tratamiento de problemas cardiovasculares. “Se usa mucho en las enfermedades venosas, arteriales y en la prevención de embolias, infartos y trombosis. Por ejemplo a una persona infartada de miocardio se le puede tratar para que vuelva a sufrir otro ataque, porque en la prevención da muy buenos resultados”, explica.

Asimismo se usa en pediatría, según confirma la doctora Martín. “Se aplica a menudo en bebés con bronquitis espásticas. Además permite quitar medicación a los niños tan pequeños”. También se usa en los niños como vacuna para la meningitis. En oncología tiene varias aplicaciones: “por un lado se pueden tratar los cánceres con ozono combinado con otro tipo de tratamientos, pero además va muy bien para paliar los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia”, apunta.

Otras especialidades en las que se utiliza la ozonoterapia son la dermatología, la angiología (principalmente para las úlceras varicosas), oftalmología o neurología (demencia senil, alzheimer). Se aplica además en enfermedades virales, infecciosas o afecciones intestinales. Estas son las principales patologías en las que se usa, pero a juicio del doctor Ángel Portela hay muchas más. “Existen muchos trabajos publicados en todo el mundo que demuestran su eficacia en numerosas enfermedades. No se puede decir que sea la panacea para todo, pero podemos confirmar que da buenos resultados y que hay muchos casos que lo demuestran”, defiende el doctor.

Los expertos que defienden esta técnica coinciden en que la ozonoterapia es recomendable para personas de todas las edades, desde los niños recién nacidos hasta ancianos. Sin embargo, en el caso de las embarazadas no siempre es aconsejable aplicarla. “Para las insuficiencias placentarias y otros problemas se pone ozono, aunque en las dolencias traumatológicas no es bueno el pinchazo en la médula porque podría provocar un aborto. Por eso se trata de buscar el método que más se adecua a cada caso, ya que hay varias maneras de ponerlo”, comenta Alfonsa Martín.

Formas de aplicación y duración del tratamiento

En función de la patología que se padezca, la ozonoterapia se aplica de una manera diferente, aunque en algunos casos pueden combinarse una o más técnicas. Las principales formas de aplicación son:

  • Gran auto hemoterapia: consiste en extraer un poco de sangre del paciente en un gotero, se ozonifica y se vuelve a meter por la misma vía. Está indicado para patologías cardiovasculares o enfermedades por cansancio, y sólo para personas adultas
  • Pequeña auto hemoterapia: se coge en una jeringuilla un poco de ozono y se mezcla con un poco de sangre. Después se inyecta intramuscularmente. Este método se utiliza para tratar los cánceres, ya que reactiva el sistema inmunológico.
  • Inyección intraarticular: se toma el ozono en una jeringa y se inyecta muy lentamente en la cápsula articular. Se aplica en procesos articulares de cadera, rodilla o tobillo.
  • Inyección intramuscular: se toma el ozono en una jeringa y se inyecta en el músculo.
  • Inyección paravertebral: se utiliza sobre todo para las hernias. Se aplica con anestesia local y no requiere ingreso hospitalario, ya que a las dos horas el paciente puede volver a su casa.
  • Gaseado en bolsa: Se usa en los casos de úlceras varicosas y muñones traumáticos. Si la parte afectada es una pierna, se mete en una bolsa, se quita el aire y se hace el vacío, y después se insufla el ozono. Durante unos minutos el ozono actúa gracias a su propiedad cicatrizante y bactericida.
  • Vía intrarectal: se pone ozono en el orificio anal por medio de una sonda. Es la vía más usada para los niños por su efectividad y porque es indoloro. Sirve para los casos de hepatitis, parkinson, etc.
  • Vía vaginal: se insufla el ozono médico por vía vaginal con una sonda adecuada.

En cuanto a la duración del tratamiento con ozonoterapia, la media suele ser uno o dos meses, aunque depende de la enfermedad y del método que se elija. Sin embargo, según confirman los médicos expertos en ozonoterapia, la mayoría de los pacientes experimenta ya una notable mejoría en las primeras aplicaciones. “En los problemas traumatológicos nosotros hacemos siempre la misma observación al enfermo. Si tras las dos primeras infiltraciones no nota mejoría, no insistimos porque sabemos que no le va a hacer efecto. Si después de los dos primeros pinchazos mejora, hacemos un ciclo de diez infiltraciones inyectando cada tres días durante un mes”, señala el traumatólogo Portela.

En otro tipo de patologías varía la duración, tal y como explica Martín. “Un tratamiento de gran auto hemoterapia se hace una vez a la semana de 7 a 10 semanas. En la técnica intrarectal se hacen 15 sesiones durante 15 días seguidos, aunque depende siempre de cada paciente. En la mayoría de los casos suele haber una mejoría bastante rápida y contundente. Además, también se puede recomendar como prevención hacerlo una vez al año, porque casi siempre se nota que aporta energía y vitalidad. De hecho muchos artistas lo usan para el rejuvenecimiento”, asegura la doctora.

Duración del efecto del ozono y situación legal

Sobre la duración del efecto que produce el ozono en el organismo, no existe un plazo concreto garantizado, pero el reumatólogo Kowalinsky cree que se trata de una terapia casi definitiva. “No hay datos suficientes porque no llevamos tantos años aplicándolo, pero según nuestra experiencia es un tratamiento que al menos dura 20 años”. También Portela opina que su efecto es muy duradero, “aunque en algunas enfermedades funciona mejor que en otras. Por ejemplo, en el tobillo el resultado es más espectacular y todos los que hemos tratado están moviendo el pie sin ningún dolor. No obstante, también existe un pequeño porcentaje al que no le hace ningún efecto, pero la ventaja es que la técnica no es nada agresiva”, explica Kowalinsky.

En España la ozonoterapia no entra dentro las prestaciones de la Seguridad Social y sólo se aplica en la actualidad en clínicas privadas, aunque cada vez son más los centros que ofrecen este tratamiento. En el País Vasco, por ejemplo ya se aplica en varias clínicas, pero según el director de Asistencia Sanitaria del Gobierno vasco, Ion Darpón, en los hospitales públicos ni médicos ni pacientes han reclamado su implantación. “Según el protocolo que se sigue, si un especialista estima conveniente aplicar una nueva técnica, se estudia y se hace un informe para evaluar su valor. Sin embargo, aún no se ha planteado nada acerca de la ozonoterapia. No puedo opinar sobre la terapia en sí, pero me extraña que algo muy contrastado científicamente no se haya planteado todavía”.

En Alemania, Cuba o Italia sí que lo subvenciona la sanidad pública, y en países como Austria, Suiza o Rusia su práctica está muy extendida. “Fidel Castro aguanta los discursos de más de 8 horas porque se ozoniza, y los miembros de la familia real inglesa son muy longevos porque llevan años usándolo. También músicos como los Rolling Stones se lo ponen para aguantar los conciertos, pero esta información nunca trasciende”, comenta Kowalinsky.

La Organización Mundial de la Salud no se ha posicionado aún sobre esta terapia debido, según la Asociación Española de Ozonoterapia, “a las presiones de la industria farmacéutica y los fabricantes de prótesis, lo que está retrasando mucho su expansión y su inclusión en la seguridad social en más países. La causa es que éste es un tratamiento barato y eficaz, que evita tomar medicamentos y reduce el número de operaciones de prótesis, que son mucho más caras”.

Kowalinsky cree que “a las dificultades comerciales se une además la falta de interés de muchos médicos. Esta terapia exige un cambio de conceptos muy importante, ya que el médico que ha estado operando toda la vida de una determinada manera tiene prejuicios, y cuesta convencerle de que con una jeringa aparentemente vacía y llena de un misterioso gas, se pueden solucionar patologías graves. Pero la mayoría de los profesionales reacios en un principio acaban interesándose por la ozonoterapia porque cuando ven los resultados no les queda otra remedio”. Alfonsa Martín, con más de 20 años de experiencia en el tema, opina que “gracias a que médicos de reconocido prestigio están empezando a usar el ozono, existe una concienciación más generalizada, pero algunos llevamos ya muchos años aplicándolo con éxito”.

El traumatólogo José Antonio Gómez Zapiain, de la Policlínica San José de Vitoria, es uno de esos profesionales que tras muchos años de ejercicio y numerosas operaciones de hernia discal por el método tradicional, se ha interesado por esta técnica. “La propia presión de los pacientes que lo demandaban para no tener que ir a otras ciudades, nos hizo plantearnos la necesidad de conocerla. Tras un año formándome en la ozonoterapia, estoy muy sorprendido por los buenos resultados en los tratamientos traumatológicos y hemos comenzado a aplicarlo”.

Por lo que respecta al precio de este tratamiento, los expertos consultados defienden que es barato, sobre todo teniendo en cuenta su eficacia y sencillez. “En cada clínica el precio varía, pero en general es una terapia asequible. Las hernias suelen rondar los 2000 euros, que es mucho menos de lo que cuesta la operación, y en las gran auto hemoterapias se suele cobrar unos 120 euros por cada sesión”, apunta Martín. El presidente de la asociación Ángel Portela confía en que dentro de pocos años la ozonoterapia esté incluida en la seguridad social en España.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube