Piojos en los colegios

Su erradicación debe durar varios días ya que lociones y champús no eliminan por completo las liendres
Por Sonia Egea 17 de noviembre de 2003

Seguro que no es la primera vez que, ante la alarma de una plaga de piojos en el colegio de sus hijos, se dispone a comprar cualquier loción anti-piojos. ¿Cómo actuar debidamente ante un posible contagio? ¿Basta con lavarles la cabeza con un champú determinado? La responsabilidad inicial para el control de la plaga recae en los profesores de los niños, obligados a informar de la situación a los padres. Éstos son los principales artífices de que el niño se someta a un tratamiento de vigilancia y a la eliminación de liendres -si ha sido infectado-, antes enviarle de nuevo a la escuela. Conozca, según varios expertos, los pasos a seguir para que los niños no se contagien o se liberen de la manera más rápida y eficaz de estos indeseables parásitos.

No son peligrosos si se tratan

La Real Academia Española en su definición de los piojos afirma que son insectos que viven parásitos sobre los mamíferos, de cuya sangre se alimentan, y que “su fecundidad es extraordinaria”. Éste último es, precisamente, el mayor problema de los piojos: la facilidad con la que se reproducen y extienden.

Tal y como afirma María Rosa Hernández, empleada de la empresa de desinfección de plagas Ecotime, los piojos del cuero cabelludo son insectos de unos 2 milímetros cuyas patas presentan unas pinzas robustas para agarrarse a los pelos de la cabeza, lugar donde ubicarán su hábitat. Su boca está adaptada a funciones perforadoras, ya que el insecto se alimenta en todo momento de la sangre del individuo afectado.

Los más adultos rehuyen la luz, por eso se alojan principalmente en la nuca y detrás de las orejas, el primer lugar donde habrá que buscar si se sospecha que se puede tener piojos. Se mueven con lentitud entre los pelos y se adaptan a la coloración del cabello.

El problema de los afectados por piojos no es siempre el piojo en sí, sino la liendre. Estos son los huevos que el insecto deposita en las raíces del cabello. La hembra adulta los fija fuertemente a la raíz del pelo con una sustancia viscosa que actúa como pegamento y hace que estos huevos sólo se puedan despegar manualmente o utilizando un peine de púas muy finas (lendrera). Según esta especialista, los huevos se enganchan de manera característica en los cabellos, donde se produce la eclosión al cabo de 7 a 10 días de la puesta. La presencia de estos huevos es la que delata que el individuo está infectado.

Para comprobarlo se puede pasar por la cabeza una lendrera, fácil de adquirir en cualquier farmacia. Si hay liendres aparecerán en el peine unas manchitas blancas. Éstas se pueden confundir con la caspa, la diferencia está en que es mucho más difícil separarlas del pelo.

Es entre los más pequeños, en los colegios sobre todo, donde más habitual resulta encontrar casos de piojos. Según la empresa Ecotime, los piojos son una plaga creciente entre la población escolar europea de los últimos años. Belén Gezuraga Uriarte, profesora del colegio vizcaíno Las Mercedarias, explica que en su colegio suele haber casos de piojos todos los años, es algo cíclico. La proliferación de casos suele ir por épocas, el otoño- afirma- “es una época en la que hay muchos casos”, afirma Gezuraga.

La pediculosis es el nombre científico que se le da a esta enfermedad. Su definición completa es la siguiente: enfermedad de la piel producida por el insistente rascamiento que motiva la abundancia de piojos, sobre todo de los piojos del cuerpo. Sus caracteres principales son las estrías del rascamiento y un color oscuro del tegumento. El hecho de que los niños no paren de rascarse es el primer indicio que alerta a los maestros.

El doctor Fernando Zarate Osuna afirma que el principal síntoma de esta enfermedad es el picor. Las heridas que se provocan en la cabeza son por el rascado, no por el insecto en sí. Luego, si la infección no se trata, es decir, si no se eliminan los piojos, el cabello puede empezar a caerse.

Evitar su aparición y el contagio

Para prevenir la aparición de los piojos es imprescindible evitar el contagio. Entre los niños más pequeños constituye una plaga que se propaga con mucha facilidad ya que, tal y como afirma Belén Gezuraga, las dinámicas escolares y los juegos hacen que entre ellos haya “mucho contacto físico”, lo que propicia que los piojos pasen de una cabeza a otra. El doctor Osuna es de la misma opinión, afirma que los piojos suelen atacar más a los niños porque permanecen “encerrados” muchas horas en una misma clase.

En su centro de trabajo, explica Gezuraga, el primer paso cuando descubren que hay casos de piojos en una clase es informar a los padres. Envían una nota informativa a todos los progenitores, independientemente de si sus hijos se han contagiado o no, ya que tan importante es eliminar el parásito de un niño infectado como vigilar que no se extienda por las cabezas de otros alumnos. Después, se reúnen personalmente con los padres de los niños afectados para comentar con ellos el protocolo a seguir. El contagio no tiene que ver con la higiene, cualquier niño puede contagiarse.

Esta docente insiste en que deviene fundamental mantener esa conversación informativa con los con los padres, ya que en muchas ocasiones éstos no son verdaderamente conscientes de la plaga que sufren sus hijos ni de sus consecuencias. “A menudo no saben en qué consiste un contagio de piojos ni lo importante que es erradicar del todo el parásito”, afirma Gezuraga. Los progenitores deben preguntar a los maestros todas las dudas que les surjan, y, por supuesto, han de avisar a los profesores del menor indicio de piojos en las cabezas de sus hijos.

Después de dar parte a los padres, el colegio aconseja que los niños con piojos permanezcan en sus casas hasta que el insecto desaparezca en su totalidad de su cabello, para evitar así el contagio a otros alumnos.

Los padres de los demás niños deben entonces que vigilar día a día las cabezas de sus hijos. Para Gezuraga es importante hacerlo habitualmente, no sólo un día. “Muchos padres que les miran una vez y no ven piojos y piensan que ya está, sin embargo, puede que ese día no los tengan, pero quizá al de cuatro días sí”. El médico de familia Zarate Osuna, por su parte, considera que es adecuado aplicar champús o lociones especiales a los niños que, aunque no estén contagiados, se encuentran en situación de riesgo.

Los piojos no saltan ni vuelan, pero sí andan, por lo que es muy fácil que pasen de una cabeza a otra por proximidad física, al juntarse las cabezas o a través del intercambio de objetos personales, como peines, gorros, auriculares, etc.

Eliminarlos

Debido a que son una plaga y a su fácil reproducción no es fácil acabar totalmente con ellos. Zarate Osuna considera que con lociones anti-piojos es suficiente para matar al insecto. La profesora Gezuraga considera que, además de un tratamiento específico, es preferible quitar las liendres con las manos para asegurarse.

Desde el colegio Las Mercedarias aportan, según su propia experiencia, los siguientes consejos para los padres:

  • En primer lugar quitar las liendres con los dedos. Debemos localizarlas una a una con mucha paciencia, ya que si queda una sola, el insecto se puede reproducir de nuevo. Es importante no fiarse al principio de su desaparición, a pesar de que parezca que se ha erradicado la infección.
  • Es conveniente usar champús o lociones especiales para el pelo.
  • Existen peines de púas cerradas que eliminan los piojos, es aconsejable usarlos.
  • Tras haber tenido piojos, es conveniente lavar toda la ropa que haya podido estar expuesta al insecto en agua caliente, para eliminar así cualquier resquicio del parásito. A simple vista puede parecer que hemos acabado con la plaga, pero la facilidad de reproducirse que tiene este animal puede provocar que resurja.

Tanto los peines como los champús o las lociones se pueden adquirir en farmacias. Allí, los farmacéuticos recomiendan el producto adecuado para cada caso.

Por su parte, el médico de Familia Zarate Osuna añade dos consejos más:

  • Extremar las medidas de higiene (no usar peines o ropas de compañeros de clase cuando haya riesgo de contagio).
  • Cortarse el pelo, dado que así resulta más fácil la inspección del cuero cabelludo.

Es aconsejable que el tratamiento con lociones o champús especiales se prolongue durante varios días, ya que estos productos matan a los piojos pero no hacen desparecer los huevos, por lo que habrá que volver a utilizar el producto día tras día hasta que se esté seguro de la desaparición de las liendres.

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