Las enfermedades del tiroides

El consumo de sal yodada garantiza el aporte necesario de yodo que necesita esta glándula para su buen funcionamiento
Por Clara Fraile 3 de marzo de 2004

En los hospitales españoles ingresan al año más de 14.000 pacientes debido a las alteraciones del tiroides. En torno a tres millones de personas en nuestro país, la mayoría mujeres y gran parte sin diagnosticar, sufren molestias imprecisas que pueden tener que ver con el funcionamiento anormal de esta glándula. ¿Sabe que la “prueba del talón” que se hace a los niños nada más nacer trata de detectar si tienen una falta congénita del tiroides, y que ésta es la causa más frecuente de lesiones cerebrales irreversibles en el mundo? Las enfermedades tiroideas han dejado de ser algo excepcional gracias a los actuales medios de diagnóstico, que permiten detectarlas incluso antes de que aparezcan sus síntomas.

Glándula determinante en el desarrollo

El tiroides es una glándula endocrina (de secreción interna) que se localiza en el cuello, por debajo de la nuez. Participa de algún modo en todas las funciones orgánicas, según la doctora Paz de Miguel, del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Lo hace de la siguiente manera:

  • Influye de forma decisiva en un crecimiento correcto.
  • Regula la temperatura corporal.
  • Regula la asimilación de las proteínas, hidratos de carbono, grasas y vitaminas.
  • Interviene en el funcionamiento del sistema muscular.
  • Es fundamental en el desarrollo del sistema nervioso central y periférico.
  • Participa en el desarrollo dentario.

En los últimos años las enfermedades tiroideas han pasado “de ser una cosa casi excepcional a ser algo muy cotidiano”, tal y como afirma el doctor José Esteban Velasco, director del Centro Radiológico y de Estudios Tiroideos de Valencia. ¿Qué ha pasado? “Ahora disponemos de excelentes medios que nos permiten diagnosticar las enfermedades tiroideas antes incluso de que lleguen a manifestarse los síntomas. Estamos preparados para hacer un diagnóstico precoz y lo estamos haciendo”, asegura.

Factores de riesgo

La última encuesta de Morbilidad Hospitalaria del Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizó 14.268 enfermos tratados y dados de alta en los hospitales españoles en 2001 debido a alteraciones del tiroides. De ellos, 2.454 fueron varones y 11.814, mujeres. El sexo y la carencia de yodo son determinantes en muchas de estas patologías.

La doctora De Miguel explica que las enfermedades tiroideas, como todas las enfermedades autoinmunes, afectan sobre todo al sexo femenino. La proporción es de 4 mujeres por cada varón y las razones todavía se desconocen. El doctor Esteban estima que existen en España dos millones de mujeres, la mayor parte de ellas sin diagnosticar, con “molestias imprecisas” (cansancio, tendencia a la depresión, dificultad para perder peso, etc.) que tienen que ver con el anormal funcionamiento del tiroides.

El tiroides fabrica dos hormonas, la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). La principal acción de las hormonas tiroideas, para cuya síntesis es imprescindible el yodo -continúa la doctora De Miguel- es su participación en el desarrollo del sistema nervioso. El tiroides, a su vez, se regula a través de una hormona producida en la glándula hipofisaria (situada en la base del cerebro) llamada hormona estimuladora del tiroides (TSH). Cuando no hay un aporte suficiente de yodo, la glándula tiroidea no puede fabricar T4 ni T3 y se producen trastornos que pueden variar desde formas leves de bocio (aumento del tamaño del tiroides), hasta una patología muy severa como el cretinismo.

El cretinismo, un retraso mental también llamado hipotiroidismo congénito, afecta a uno de cada 3.000 recién nacidos, informa el director de la Unidad de Endocrinología Pediátrica, Crecimiento y Adolescencia del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Manuel Pombo. Se detecta por el método screening (la prueba del talón), que consiste en medir la concentración de TSH en la sangre de los bebés al poco tiempo de nacer y que, según este especialista, se hace sistemáticamente “en la mayoría de los países desarrollados”.

Por este motivo es muy importante que las madres durante la gestación absorban una adecuada cantidad de yodo. Se les recomienda que durante el embarazo y la lactancia consuman sal yodada para asegurar un aporte de yodo suficiente y que el niño igualmente lo haga. La OMS hace esta recomendación extensiva a la población en general. Por otro lado, la yodación de la sal ha permitido en muchos lugares la erradicación del bocio endémico. El doctor Pombo advierte que el déficit de yodo es una causa también del hipotiroidismo adquirido que, de producirse en niños menores de dos años (cuando su cerebro todavía se está formando), puede tener consecuencias muy graves.

¿Cuándo acudir al médico?

“No le di importancia al hecho de engordar, porque en aquel entonces llevaba una vida sedentaria. Sentía escalofríos, sobre todo en la cabeza y por la noche. Me quedaba sin voz o con ronquera. Pero empecé a preocuparme de verdad cuando noté que me costaba coger un yogurt, que no podía sujetar un bebé en brazos y que me dolían los músculos. Acabé ingresada en una clínica durante más de ocho días y, tras numerosas pruebas de todo tipo, los médicos concluyeron que se trataba del mal funcionamiento de la glándula tiroides”. De esta forma cuenta Julia Almarza los síntomas de su hipotiroidismo, una enfermedad que le acompaña desde hace cinco años y para la que toma medicación “de por vida”.

De no ser porque su patología fue tan severa, Almarza podría formar parte de ese grupo tan numeroso de pacientes que “aguantan el dolor de por vida”, en palabras del doctor Esteban. Este especialista, editor también de la página web Tiroides.net, considera que al hecho de no diagnosticar adecuadamente las enfermedades del tiroides pueden añadirse situaciones de ansiedad. “Como no se encuentran bien, las actividades cotidianas les superan y su rendimiento laboral se resiente”, comenta.

La doctora De Miguel aconseja acudir al médico ante la presencia de los siguientes síntomas:

  • La aparición de un bulto en la cara anterior del cuello, independientemente de que le produzca molestias o no.
  • Ante los llamados síntomas de aviso de hipertiroidismo:
    • Nerviosismo e inquietud no explicables
    • Perdida de peso
    • Aumento de peso
    • Palpitaciones
    • Intolerancia al calor y sudoración
    • Aumento de la frecuencia de deposiciones
    • Aparición de molestias oculares con protusión del globo ocular (ojos de huevo).
    • Aumento del tamaño del tiroides
    • Cansancio no justificado, piel mas seca, cambio de ritmo intestinal con estreñimiento y caída del pelo.
    • En los niños, las revisiones periódicas que hace el pediatra suelen ser suficientes para detectar posible patología tiroidea. En cualquier caso, es recomendable valorar el estado funcional del tiroides cuando los padres detectan que el niño no crece correctamente.

Una vez conocidos los síntomas y tras una exploración física, tanto el médico de cabecera como el pediatra, considerarán si es oportuno valorar mediante análisis la función de la glándula tiroidea.

Patologías más frecuentes

A continuación se muestra una clasificación de las enfermedades más frecuentes del tiroides realizada con ayuda de la doctora De Miguel:

Patología nodular: es una de las consultas más frecuentes en endocrinología. El paciente presenta un “bulto” en la cara anterior del cuello. Puede tratarse o de un nódulo único o del tiroides aumentado de tamaño que además venga acompañado de varios nódulos (bocio multinodular).

Bocio multinodular: es una patología habitual en las zonas donde existe un déficit de yodo. La frecuencia en estas zonas puede ser de hasta un 10%-15% de la población, aunque actualmente ha disminuido. En territorios donde el aporte de yodo es normal se estima en un 4% y es más frecuente en mujeres. Cuando el tiroides funciona bien, el paciente no lo percibe y está asintomático mucho tiempo. Otras veces, consulta al especialista por molestias locales como sensación de un “cuerpo extraño” en la garganta Si es un bocio grande que molesta al paciente se recomienda tratamiento quirúrgico.

Nódulo tiroideo único: actualmente es posible detectar en las ecografías nódulos tan pequeños como de 1-2 mm y esto hace que la frecuencia de su diagnóstico haya aumentado. Estudios de autopsia refieren una prevalencia de hasta en el 50% de la población. Los nódulos únicos son más sospechosos de ser malignos. La frecuencia del cáncer tiroideo es de 4 casos por cada 100.000 habitantes. Existen varios tipos. El más frecuente es el Papilar, aunque también es el de mejor pronóstico.

Hipotiroidismo: es otra de las patologías más habituales. Se estima una frecuencia del 8% (80.000 personas por millón de habitantes). La causa más frecuente de hipotiroidismo en adultos es la tiroiditis autoinmune. Se trata de una inflamación crónica del tiroides, más frecuente en mujeres. Los síntomas en general son leves, poco específicos y pueden atribuirse a muchas causas. En la actualidad, es frecuente que se diagnostique la enfermedad en fases muy precoces, sin que todavía existan síntomas. Esta fase es el llamado hipotiroidismo subclínico. Es un error atribuir al hipotiroidismo leve o al subclínico el aumento importante de peso. Si bien puede favorecer que se coja algo de peso, la causa más frecuente es, sin duda, los malos hábitos dietéticos y la falta de ejercicio. El tratamiento es permanente y consiste en volver a instaurar en la hormona tiroidea a la dosis correcta.

Existen otras causas menos frecuentes de hipotiroidismo:

  • Congénito: se diagnostica por el test de escreening.
  • Por extirpación quirúrgica del tiroides.
  • Secundario al tratamiento con yodo radiactivo.
  • Por el tratamiento con algunos fármacos.

Hipertiroidismo: Es otra enfermedad frecuente de la glándula tiroidea. Se produce como consecuencia de una producción excesiva de hormonas tiroideas y da lugar a una serie de síntomas y signos físicos que en general se reconocen bien.

La causa más habitual es el hipertiroidismo de origen autoinmune, llamado enfermedad de Graves Basedow, y es de 4 a 5 veces más frecuente en la mujer. Lo característico es que se presente con bocio de tamaño variable y aumento de los globos oculares.

Otras causas de hipertiroidismo son el bocio multinodular hiperfuncionante o el adenoma tóxico. También puede tener origen medicamentoso o por un exceso aporte de yodo. El tratamiento se hace con fármacos antitiroideos, pero puede requerir cirugía o el tratamiento con yodo radiactivo.

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