Entrevista

Eduardo de Teresa, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria

La enfermedad periodontal aumenta el riesgo de sufrir infarto de miocardio
Por Clara Bassi 8 de febrero de 2011
Img eduardo de teresa
Imagen: CONSUMER EROSKI

La enfermedad de las encías, o enfermedad periodontal, no solo afecta a la salud bucal, sino que se ha relacionado con un problema mucho más grave: un riesgo elevado de padecer un infarto agudo de miocardio (IAM). Esta asociación se conoce desde hace pocos años, por lo que buena parte de la población aún lo ignora e, incluso, parte del personal sanitario. Por este motivo, en lo sucesivo, la enfermedad periodontal debe considerarse como un factor de riesgo cardiovascular y se le debe prestar la debida atención, para ayudar a prevenir los episodios cardiacos, según expone en esta entrevista Eduardo de Teresa, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, de Málaga, y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de esta ciudad.

¿Por qué la enfermedad periodontal puede conducir al infarto agudo de miocardio?

No se conoce con exactitud. Se sabe que hay una relación y que las personas con enfermedad periodontal tienen más riesgo de infarto y, en general, de desarrollar otros problemas cardiovasculares. Hay una relación causal y mediada por la inflamación. Se da un fenómeno de obstrucción progresiva de las arterias coronarias que comporta inflamación. La enfermedad de las encías es una inflamación crónica y, cuando hay un proceso inflamatorio, puede actuar en las arterias coronarias y provocar un infarto. Se ha averiguado esta estrecha relación con el infarto, aunque el mecanismo que lo desencadena todavía no se conoce con precisión.

¿Qué porcentaje de infartos se deben a la enfermedad periodontal?

No disponemos de estos datos. No se puede atribuir el infarto solo a la enfermedad periodontal, ya que esta enfermedad cardiovascular es multicausal. Hay muchos factores de riesgo que conducen al IAM, como el colesterol alto y la hipertensión, entre otros.

¿La enfermedad periodontal contribuye de forma sinérgica junto con otros factores de riesgo?

“No mantener unos hábitos correctos de higiene bucal puede pasar una factura al corazón”

Sí. La enfermedad periodontal es un factor de riesgo cardiovascular y, como tal, tiene una acción sinérgica. Un ejemplo es que la hipertensión y cifras de colesterol elevadas se potencian y hacen que este riesgo sea mayor. Al ser la afectación de las encías un factor de riesgo más, actúa de la misma manera.

¿El síndrome metabólico puede ser el origen tanto de problemas de las encías como del infarto?

Sí, cada vez más se detecta que el síndrome metabólico se da en muchas personas con enfermedad coronaria, ya que agrupa varios factores de riesgo y, según los odontólogos, también subyace en la enfermedad periodontal.

¿Qué factores de riesgo de esta patología se deben corregir para evitar el infarto y la enfermedad de las encías?

Los propios del síndrome metabólico, como la intolerancia a la glucosa, la obesidad, la hipertensión y el colesterol alto. Todos estos factores son los mismos que se deben corregir en el caso de la enfermedad periodontal.

Entonces, ¿la enfermedad coronaria y la periodontal tienen la misma prevención?

“Los factores de riesgo cardiovascular se potencian entre ellos”

No de forma estricta, puesto que la enfermedad coronaria tiene una serie de factores de riesgo que no necesariamente se dan en la enfermedad periodontal. Para evitar esta última, se requiere una buena higiene bucal, mientras que para evitar un riesgo coronario aumentado, hay que controlar la hipertensión o el colesterol, entre otros.

¿Es común que las personas que han sufrido un infarto por enfermedad periodontal sufran otro evento si no se cuidan las encías?

Todavía no se dispone de estos datos, pero sí tenemos referencias sobre la asociación entre ambas entidades. La enfermedad coronaria se relaciona con el riesgo y éste es un concepto probabilístico. Es decir, si una persona tiene el colesterol elevado y no disminuye sus niveles, el riesgo cardiovascular es mayor. Pero este riesgo depende de las cifras altas de colesterol y de si está asociado a otros factores de riesgo. La enfermedad coronaria no responde a uno solo. Cuando una persona tiene esta afectación en las encías y también ha sufrido un infarto, se parte del supuesto de que, si no cuida su salud bucal, tiene un mayor riesgo de padecer otro infarto, aunque no se sepa aún en qué cuantía se debe solo a este factor.

¿La población general es consciente de la estrecha relación que hay entre ambas enfermedades?

“Hay que prevenir todos los factores de riesgo cardiovascular y la enfermedad periodontal es uno de ellos”

No son conscientes ni los ciudadanos en general, ni muchos profesionales sanitarios. Aparte de ser un concepto difícil, muchos de los datos que manejamos son relativamente nuevos. Consideramos que esta asociación aún no ha calado ni entre la población general ni entre los médicos.

El manual que han elaborado entre la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC) vincula las enfermedades de las encías y las cardiovasculares.

Sí, aunque esta iniciativa no aborda solo la enfermedad periodontal, sino diversos campos comunes que puede haber entre la estomatología y la cardiología.

¿Es necesaria alguna campaña de prevención sobre la enfermedad periodontal?

Hay que prevenir todos y cada uno de los factores de riesgo cardiovascular y es importante dar información a la población para que actúe en consecuencia. De todas maneras, en este caso, la prevención consiste en tener una buena higiene dental, un hábito que se ha de adoptar, no para evitar los problemas del corazón, sino porque es necesario para mantener la salud bucal. No obstante, se prevén campañas en un futuro.

SALUD DENTAL Y CARDIACA, UNA RELACIÓN ESTRECHA

Gozar de una buena salud dental puede tener una trascendencia mayor de lo que pueda pensar buena parte de la población. No mantener unos hábitos correctos de higiene bucal puede pasar una factura muy cara si afecta al corazón. De ahí que los odontólogos y estomatólogos, de un lado, y los cardiólogos, de otro, deban abordar de manera conjunta varios problemas de salud que constituyen campos comunes de interés en su consulta.

Esta circunstancia ha favorecido la elaboración del manual “Patología Periodontal y Cardiovascular: su interrelación e implicaciones para la salud”, elaborado por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC), dirigido a médicos de atención primaria y a especialistas. Además de la asociación entre estas patologías, también se recogen otros problemas de salud comunes para ambos profesionales de la medicina.

Uno de ellos es la endocarditis, una infección que afecta a algunas estructuras del corazón, debida en ocasiones al paso de gérmenes al torrente sanguíneo, cuando se realizan ciertas intervenciones estomatológicas, explica Eduardo de Teresa. Además, en el manual se han revisado otros problemas de interrelación entre los odontólogos y estomatólogos y los cardiólogos, como los protocolos de tratamiento odontológico en personas con cardiopatía, así como en los sometidos a tratamiento anticoagulante y el uso de la profilaxis antibiótica en los que tiene mayor riesgo de endocarditis (individuos con lesiones valvulares, válvulas artificiales u otros dispositivos cardiacos).

No cabe duda de que la salud bucodental es una de las claves para la salud cardiovascular, como lo ha destacado en un reciente documento de consenso la Asociación Americana de Cardiología, que señala que cuidar bien los dientes y, sobre todo, las encías, es muy importante para preservar la salud cardiaca.

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