Más de 850 millones de personas no tienen acceso a agua potable

Las personas más desfavorecidas llegan a pagar hasta cincuenta veces más por el agua que quienes tienen conexión a las redes municipales de abastecimiento
Por EROSKI Consumer 22 de marzo de 2011

Un total de 884 millones de personas no tienen acceso a agua potable en el mundo, lo que tiene «importantes repercusiones en la salud, especialmente en la de los niños», alerta el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el Día Mundial del Agua. También repercute de forma negativa en la salud infantil el agua contaminada y unas condiciones de higiene deficientes, que además de afectar a la seguridad y la calidad de vida de los niños, provocan la muerte de 1,5 millones de menores de cinco años debido a enfermedades diarreicas.

Unicef defiende que la instalación de servicios apropiados de agua, saneamiento e higiene en las escuelas puede ayudar a reducir tanto los casos de enfermedades relacionadas con la higiene como el absentismo escolar debido a la diarrea. Por ello, trabaja en más de 90 países de todo el mundo para mejorar el abastecimiento de agua y las instalaciones de saneamiento en las escuelas y las comunidades, y para promover prácticas seguras de higiene.

Bajo el lema «Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano», el Día Mundial del Agua 2011 tiene como objetivo llamar la atención internacional sobre el impacto que el rápido crecimiento de la población urbana, la industrialización y la incertidumbre causada por el cambio climático, los conflictos y los desastres naturales tienen sobre los sistemas urbanos de abastecimiento de agua. Además, pretende alentar a gobiernos, organizaciones, comunidades y personas a participar activamente para responder al desafío de la gestión del agua urbana.

La Coordinadora de ONG para el Desarrollo hace hincapié en que más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas que experimentan presiones demográficas cada vez más graves (cada segundo la población urbana aumenta en dos personas). Las infraestructuras existentes no aguantan ese ritmo de crecimiento.

Las personas localizadas en asentamientos precarios se ven desprovistas del acceso al abastecimiento de agua, eso provoca que tenga que pagar hasta cincuenta veces más por el agua que los que están conectados a las redes municipales. Esto supone en algunos casos una inversión de entre un 30 y un 40% de sus ingresos familiares.

Por otra parte, el suministro inadecuado de agua y los limitados servicios sanitarios producen un aumento considerable de enfermedades evitables como diarrea, cólera y malaria. La falta de saneamiento provoca la contaminación de los recursos hídricos superficiales y subterráneos. «Cada día, dos millones de toneladas de aguas residuales sin tratamiento alguno son vertidas a los cursos fluviales», denuncia la Coordinadora.

Con motivo del Día Mundial del Agua, Misiones Salesianas recuerda también la importancia de la construcción de pozos y destaca la construcción de un total de 22 en Togo. «El acceso al agua ha hecho que estas poblaciones hayan mejorado su calidad de vida, sobre todo, para las mujeres y los niños que ya no tienen que andar kilómetros cada día», señalan desde la entidad. En la actualidad, el 45% de la población de África Subsahariana no tiene acceso a agua potable y el 65% carece de saneamientos adecuados, una situación que causa cerca de un millón de muertes infantiles por diarreas.

Derecho fundamental e incuestionable

Desde Plan Internacional recalcan que seis de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio no pueden cumplirse si los niños no tiene acceso a agua potable, ya que la ausencia de agua potable en una comunidad influye en aspectos como la educación y la igualdad de género. «Si no se consigue reducir a la mitad el número de personas que no tienen acceso al agua potable o a un adecuado servicio de saneamiento -precisan-, cinco de los otros siete objetivos restantes no podrán cumplirse». La ONG asegura que disponer de un pozo o una fuente cerca de la propia residencia «mejora los índices de asistencia a la escuela y ayuda al total cumplimiento del segundo ODM», que pretende la educación primaria universal.

Manos Unidas reivindica que el derecho al agua sea «un derecho humano fundamental e incuestionable», subraya su importancia para la prevención de enfermedades e insiste en su papel fundamental «para evitar la mayoría de las muertes de menores de cinco años». En la actualidad, esta organización desarrolla la campaña «Su mañana es hoy» y lleva a cabo un proyecto de acceso a agua limpia en ocho aldeas rurales de Mubende y Kiboga, en Mytiana, una de las regiones más pobre de Uganda. En esta zona atiende a un total de 640 familias.

También Farmamundi reclama que el acceso al agua y saneamiento sea un derecho universal, «al igual que la salud», por lo que desarrolla proyectos integrales de salud, agua y saneamiento en Guatemala, El Salvador y Perú desde hace varios años. La estrategia se centra en la ampliación de la cobertura de los servicios de abastecimiento de agua generales, dotación de pozos y sistemas de distribución y canalización de agua potable comunitarias y domiciliarias, formación de agentes de salud y la realización de campañas de sensibilización. De esta manera, se pretende formar a la población sobre prácticas de salud preventivas para evitar enfermedades y se beneficia a más de 96.000 personas en los tres países citados.

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