Columpios adaptados para niños con discapacidad

Los columpios y juegos infantiles adaptados favorecen la diversión de los pequeños con discapacidad
Por Azucena García 14 de mayo de 2013
Img juegosadaptados
Imagen: AUNOR

Los columpios adaptados son columpios para todos los niños: con y sin discapacidad. Pensar que los productos, servicios o entornos accesibles solo son válidos para una parte de la población es pensar de manera errónea. Sin embargo, todavía hay reticencias en el momento de elegir las infraestructuras infantiles de los espacios públicos. En este artículo se explica cómo son los columpios y juegos infantiles accesibles y cómo todavía hay una escasa demanda de columpios adaptados, pero una gran oferta.

Columpios accesibles para todos

Los columpios y juegos infantiles adaptados no son una pieza de museo, algo único que se ve, pero no se toca. Al contrario: hay muchos y están para disfrutarlos. Todavía no son comunes en los espacios públicos, pero suponen una oportunidad para todos los niños. Para los pequeños con discapacidad, porque les permite disfrutar de su tiempo de ocio en igualdad de condiciones, y para los niños sin discapacidad, porque ejercen una labor importante de concienciación.

Los columpios y juegos adaptados tienen en cuenta las limitaciones de los niños con discapacidad, pero pueden disfrutarlos todos los pequeños

En el diseño de estos juegos, se tienen en cuenta las limitaciones de los niños con discapacidad, pero eso no impide que puedan utilizarlos todos los pequeños. De hecho, todos juegan. Son columpios accesibles para niños con discapacidad física, visual, movilidad reducida, problemas de estabilidad o en silla de ruedas, entre otros, e incluso, para quienes tienen una discapacidad transitoria, como un niño con lesiones en alguna extremidad. «Están preparados para todos. No son discriminatorios y permiten que los niños jueguen juntos en un mismo espacio, sin distinciones», señala Jokin Rodríguez, gerente de AUNOR, empresa especializada en este tipo de mobiliario.

Al idearlo, se siguen principios de accesibilidad o diseño para todos. Mientras que en su fabricación se emplean materiales cálidos como la madera o el polietileno, en los herrajes se apuesta por el nylon, «las tuercas y tornillos están protegidos con tapones protectores y los accesorios son metálicos con cantos redondeados«, señala el Observatorio de la Accesibilidad de COCEMFE. Una vez construidos, todos los columpios y juegos infantiles han de recibir una acreditación para llegar al mercado, ya sea por parte de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) o TÜV Rheinland, que inspecciona y audita parques infantiles.

Escasa demanda de columpios adaptados, gran oferta de juegos

El momento actual de crisis económica, el desconocimiento o una concienciación esquiva para un grupo más o menos numeroso de personas son algunas razones por las cuales los columpios adaptados no son todavía comunes en los espacios públicos. Sin embargo, conviene saber que estos no son productos más caros que los convencionales, pueden jugar en ellos todos los niños y es posible instalar desde un columpio adaptado a una zona completa de juegos infantiles.

Jokin Rodríguez explica que, hasta el momento, trabajan sobre todo en la mitad del sur del país, donde se registran un mayor número de parques adaptados. El Ayuntamiento de Murcia ha sido uno de los últimos en instalar columpios adaptados a pequeños con movilidad reducida, en varios puntos de la ciudad. Rodríguez constata que la demanda es cada vez mayor, aunque «todavía hay reticencias al pensar que se limitan las actividades al resto de niños, pese a no ser así». «Hay que quitarse estos miedos porque son columpios aptos para todos», añade.

Img columpio con cesta adaptado
Imagen: AUNOR

  • Hay juegos con inscripciones en braille y otros combinados, donde se alternan columpios y zonas específicas para menores con y sin discapacidad. «No hay que poner puertas ni límites a espacios que son públicos y que tienen que estar pensados en plural», señala Jokin Rodríguez. Lo habitual es instalar un columpio convencional, con una silla adaptada o una silla nido. Esta última aumenta la superficie de balanceo al tener forma circular y permite incluso el balanceo de varios pequeños a la vez.

  • Los juegos múltiples multiplican las posibilidades de interacción «entre niños de todas las edades y discapacidades», pero también sin ellas, señala AUNOR. Estos conjuntos están compuestos por distintos juegos accesibles que pueden usar todos los pequeños: columpios de balanceo para usarlos tumbados, elementos con espacio para que pase una silla de ruedas, puentes móviles y fijos, paneles con objetos vistosos o de gran tamaño y pavimento de caucho, entre otros.

  • Maderplay también apuesta por estos espacios, que denomina juegos de integración, «porque sirven a su vez para ser utilizados por niños con alguna discapacidad», sin ser específicos para ellos. El objetivo es que todos compartan los mismos elementos. Para conseguirlo, los juegos permiten que los pequeños se columpien en compañía de otra persona que garantice su estabilidad, carecen de plataformas para estar a nivel del suelo o son de escasa altura ante la posibilidad de caídas.

Parques Infantiles Accesibles
Img complejo sin barreras adaptado art
Imagen: AUNOR

Los Parques Infantiles Accesibles (PIA) son parques para todos. Fomentan la igualdad de oportunidades y generan conciencia entre los ciudadanos. Pero sobre todo, permiten a los niños divertirse con otros pequeños. Puesto que no hay legislación ni normas específicas sobre estas dotaciones, los arquitectos Jorge Palomero y Sandra Pereira Pinto han elaborado una iniciativa para la instalación de áreas de juegos infantiles accesibles.

Consideran a estas “dotaciones urbanas susceptibles de cumplir los requisitos de accesibilidad universal” y proponen en su construcción seguir criterios recogidos en estudios sobre accesibilidad en parques infantiles “para crear zonas de juegos inclusivas, basadas en encuestas que hagan partícipes a los usuarios”.

Los espacios inclusivos en las ciudades constituyen un pilar de la accesibilidad. Responden a la necesidad de ocio de los pequeños, pero también de los padres, ya que carecer de estas instalaciones reduce sus opciones. Son ellos precisamente quienes reclaman este mobiliario urbano, ya que los niños “no tienen voz propia como colectivo”.

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