¿Esclavos del PC?

Alegando que la tecnología comienza a esclavizar a sus usuarios, un grupo de espontáneos canadienses declaró el pasado día 24 de marzo el 'día del ordenador apagado'
Por Darío Pescador Albiach 28 de marzo de 2007

El ordenador personal tiene un cuarto de siglo e Internet empezó a entrar en los hogares hace más de una década, así que es hora de preguntarse ¿somos más felices ahora? Los activistas de Shutdown Day (que así se llama el grupo) proponían en un vídeo que el pasado 24 de marzo todo el mundo apagase el ordenador. Sugerían alternativas para combatir el síndrome de abstinencia, como dedicarse al arte, hacer ejercicio, o incluso usar unos parches adhesivos con miniaturas de las pantallas de los programas. Se trataba de un experimento que buscaba descubrir si la gente es capaz de pasar sin su ordenador personal.

Más ricos con el PC

Más ricos con el PC

La iniciativa de Shutdown Day es humorística, pero es legítimo preguntarse si los ordenadores personales han hecho a la humanidad más feliz o más desgraciada en estos 25 años. Es cierto que los ordenadores son el origen de numerosos quebraderos de cabeza. Virus informáticos que acaban con el trabajo de semanas. El tiempo perdido todas las mañanas borrando mensajes basura del buzón de correo electrónico. Las horas de angustia intentando cuadrar una hoja de cálculo, que funcione correctamente una presentación o tratando de localizar el controlador de la impresora. Por no hablar de la pantalla azul de la muerte de Windows.

Sin embargo, la vida es mejor con ordenadores en muchos otros aspectos. La mayoría de los internautas se conectan a Internet a través de su PC, y pocos discuten las ventajas del acceso a la Red. El ordenador personal también ha permitido a millones de personas hacer más trabajo en menos tiempo.

¿Escribir una carta con una máquina de escribir, y usar papel carbón para obtener una copia? Impensable

Si hoy hubiera que retocar las fotografías con aerógrafo, componer los periódicos con linotipia o dibujar los planos de un edificio con tinta china, la economía se estancaría. ¿Escribir una carta con una máquina de escribir, y usar papel carbón para obtener una copia? Impensable.

Es cierto que el mundo moderno funcionaba relativamente bien antes del ordenador personal. Se construían edificios, se gestionaban negocios y se hacían reservas de vuelos. Sin embargo, desde los años 80 el mundo ha acelerado su crecimiento, y los precios, en general, han descendido. Países del sureste asiático, antes en la pobreza, hoy están en niveles cercanos a los de occidente, y gran parte del crecimiento asiático se debe a las empresas tecnológicas. El ordenador es una fábrica de bienestar económico.

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El devorador de tiempo

No ocurre lo mismo con el bienestar personal. En todo el primer mundo se están destruyendo puestos de trabajo en la agricultura y la industria, y se están creando otros nuevos en servicios. Eso quiere decir que cada vez más gente trabaja en oficinas frente a un ordenador personal.

En estos años han aumentado las dolencias asociadas al trabajo sedentario con ordenadores. Desde el túnel carpiano, una inflamación de los nervios de la muñeca por el uso del teclado y el ratón, hasta los problemas de espalda y la obesidad. Aunque no hay que olvidar que hasta hace poco los mineros morían de silicosis y los obreros de las fábricas estaban expuestos a gases tóxicos y mutilaciones. Los calambres en la muñeca parecen una nimiedad en comparación.

En estos años han aumentado las dolencias asociadas al trabajo sedentario con ordenadores

El ordenador también afecta a la vida familiar. Mientras que el obrero dejaba la fábrica cuando sonaba la sirena, el oficinista vuelve de noche, y a veces tiene que llevar trabajo a casa en el ordenador portátil. Trabajar con un ordenador significa hacer menos ejercicio, pasar menos tiempo con la pareja y los hijos, y dormir menos.

Sin Internet, no hay ventajas

Sin Internet, no hay ventajas

Puede que el oficinista que vive pegado a su PC sea más rico y a la vez más desgraciado. Sin embargo, los datos confirman que Internet sí está haciendo más feliz a la gente.

Varios estudios avalan que las personas que pueden trabajar desde su casa con un ordenador conectado a Internet están más satisfechas. Además, las empresas están empezando a contratar teletrabajadores en otros países con menores costes, lo que crea riqueza a ambos lados de la conexión.

El correo electrónico es imprescindible en el trabajo, y las llamadas de bajo coste y videoconferencias están permitiendo la colaboración de personas en lugares alejados

La posibilidad de comunicarse a través del correo electrónico, chats o foros ha mejorado las relaciones entre las personas. Internet es el punto de encuentro para las minorías de todo tipo. Un apasionado de la tauromaquia que viva en un pueblo de Noruega encontrará pocas ocasiones de charlar sobre su afición, a no ser que busque en uno de los muchos foros taurinos de la Red.

Da igual lo raro que sean los propios gustos, en Internet siempre se pueden encontrar compañeros de viaje, y a veces mucho más que eso. El auge de los sitios para buscar pareja en la web es una prueba.

En las empresas, la clave del crecimiento está en Internet tanto o más que el PC. El correo electrónico es imprescindible en el trabajo, y las llamadas de bajo coste y videoconferencias están permitiendo la colaboración de personas en lugares alejados sin necesidad de volar de un lado a otro.

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La oficina sin papeles

Antes incuso de la llegada del PC, ya se hablaba de la oficina sin papel, en la que el uso de la informática haría innecesaria la letra impresa. Hoy, con un ordenador en cada mesa, se consume más papel que nunca en la historia. En parte, porque el volumen de negocios en el mundo ha aumentado, pero también porque la introducción de las fotocopiadoras, fax, escáneres e impresoras ha hecho mucho más fácil obtener copias impresas.

Para alcanzar la digitalización completa aún tienen que llegar dos avances más. Por un lado, la introducción completa de la firma digital, para poder realizar transacciones electrónicas que tengan valor legal. Por otro, el papel electrónico, que podría sustituir en el futuro a las pantallas LCD.

Educación con PC

Los adolescentes copian trabajos completos de sitios como Rincón del vago y buscan en Google y Wikipedia todo lo que necesitan saber

Se critica a menudo a la televisión por ser un medio pasivo, sin valor educativo. Sin embargo, pocas experiencias son más pasivas que una clase tradicional con pizarra y tiza en la escuela. El uso del ordenador y el acceso a Internet en la educación pueden cambiar el modelo, permitiendo a los estudiantes buscar activamente la información y a los profesores actuar como guías en sus búsquedas. Por desgracia, el sistema se topa con la falta de formación del profesorado en nuevas tecnologías.

Entretanto, los adolescentes están aprendiendo por su cuenta. Mientras sus profesores apenas se defienden con Powerpoint, ellos copian trabajos completos de sitios como Rincón del vago o Wikipedia, y buscan en Googletodo lo que necesitan saber.

Han inventado una nueva ortografía abreviada para los mensajes instantáneos y SMS. Aprenden la historia de las civilizaciones con el videojuego Age of Empires, la fiscalidad de las empresas con SimCity, y a pilotar un 747 con Flight Simulator. Es la primera generación que ha crecido apretando las teclas de un PC. Si alguien pretende enseñarles algo con una tiza, más vale que tenga mucho carisma.

¿Un mundo sin PC?

Un pequeño ejercicio de imaginación para quienes creen que los ordenadores son la fuente de todo mal. En un mundo sin ordenadores muchas enfermedades aún no tendrían cura: muchos de los medicamentos actuales se diseñan con ordenador. La farmacia de la esquina tardaría semanas en conseguir un medicamento poco común. El recuento de los votos en las elecciones generales se haría a mano.

En un mundo sin ordenadores muchas enfermedades aún no tendrían cura, la farmacia de la esquina tardaría semanas en conseguir un medicamento poco común y el recuento de los votos en las elecciones generales se haría a mano

Sin los ordenadores no habría códigos de barras, y por tanto no habría grandes superficies. Los diseños serían peores. Los coches serían menos eficiecientes en el gasto de combustible, los aviones serían más lentos. El tráfico ferroviario necesitaría miles de personas para controlarlo, y habría más accidentes.

Los ordenadores no sólo son esas máquinas con pantalla que hay en casa o en la oficina. Hoy hay un ordenador detrás de cada tarea cotidiana. El lavavajillas, el receptor de televisión, el coche, el cajero automático del banco, y por supuesto, el teléfono móvil; todos ellos tienen un ordenador dentro que les hace funcionar.

Sin embargo, el ordenador que hay encima de la mesa es el más cercano, y el más absorbente. Contiene muchas maravillas, pero quizá merezca la pena alejarse durante un día de él y ver mundo.

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