Viajes en velero

Dependiendo de la ruta y del navío, disfrutar de unas vacaciones en velero deja de ser un lujo para convertirse en una opción cada vez más demandada
Por Clara Fraile 28 de agosto de 2006

Las travesías en velero han dejado de ser una opción al alcance de unos pocos para convertirse en una alternativa cada vez más común a las tradicionales vacaciones. ¿Y el precio? Pasar unos días en una pequeña embarcación puede resultar incluso hasta más barato que cualquier otro plan de verano. Ni siquiera es preciso saber nadar. Bien es cierto que también existen viajes en goletas de auténtico lujo, que combinan la navegación, el buceo y otros deportes acuáticos con visitas a la costa y la mejor gastronomía. Los navegantes más experimentados pueden optar incluso a alquileres sin patrón. Hay singladuras de todo tipo, para todos los gustos y bolsillos. Desde 450 euros la semana por persona en adelante. Esta aventura únicamente está vedada para quienes son excesivamente propensos al mareo.

Vacaciones a medida

El turismo está evolucionando. Cada vez son más las agencias que se especializan en la organización de vacaciones a medida para aquellas personas que quieren algo diferente para sus días de ocio, lejos de los tradicionales viajes organizados rápidos y estresantes. Y los viajes en velero son un plato fuerte dentro de su oferta. De hecho son de los primeros que se agotan.

Vacaciones a medida

“Vuelan”, dice Bea Artesero desde Agama Taller de Viatges, una minorista catalana dedicada a viajes de elaboración propia en grupos reducidos. Y es que “dependiendo de la ruta y del navío pasar unas vacaciones en velero es asequible, muy asequible”, añade mientras explica el enorme abanico de posibilidades que existen. No obstante, advierte de que “no hay muchos barcos” y que, por tanto, conviene reservar con bastante antelación.

De hecho, María Medrano, una de las socias de Occius, agencia que comercializa a través de la Red desde Valladolid “productos particulares con un trato personalizado”, asegura que en mayo ya no tenían plazas en velero para el verano. La demanda es creciente, de modo que la oferta comienza a presentarse también de forma combinada con hoteles y excursiones y a contemplarse en todo tipo de agencias, así como en la mayoría de los portales de viajes de Internet.

Condiciones y precio final

En el aspecto práctico, a la hora de contratar uno de estos viajes es importante consultar qué incluye el precio, cuáles son las condiciones y cuál puede ser el importe final.

Es importante consultar qué incluye el precio, cuáles son las condiciones y cuál puede ser el importe final

Si se viaja en pensión completa, entre la tripulación viajará un cocinero y el montante que habrá que pagar por esta comodidad será un poco más elevado. Por el contrario, si entre las condiciones se encuentra la de cocinar habrá que establecer turnos entre los viajeros y reunir un fondo para comprar y preparar las comidas comunes. Las agencias normalmente se encargan de facilitar una lista de aprovisionamiento con los productos que consideran más necesarios por su experiencia en trayectos similares. Además, hay que saber que en los veleros más pequeños es frecuente que los pasajeros sean los responsables de la limpieza de sus camarotes y que se requiera su colaboración en el aseo de los espacios compartidos.

Condiciones y precio final

También es habitual en algunos de estos viajes que se facturen aparte los gastos de combustible y amarres en puertos. Otro de los puntos importantes que hay que tener en cuenta es si se incluyen los traslados a la ciudad de partida y las tasas de aeropuerto; si pueden prolongarse los viajes con estancia en hoteles -normalmente al principio o al final del trayecto-; si están previstos e incluidos los traslados aeropuerto-puerto y viceversa; si se viaja con guía; si el capitán es nativo o buen conocedor de dichas aguas, etc.

Por último, conviene despejar algunas otras dudas. Se debe preguntar si el itinerario es meramente indicativo y si en su desarrollo definitivo pueden influir los deseos de los viajeros. De igual modo, hay que saber en qué medida depende la ruta de las condiciones climatológicas, ya que según las zonas geográficas y las épocas puede variar y obedecer a condiciones atmosféricas como vientos y corrientes marinas. Ante esos supuestos debe informarse al pasajero con antelación sobre cuáles serían las alternativas. María Medrano asegura que los barcos que contrata Occius no navegan con vientos superiores a fuerzas siete u ocho.

Consejos para la vida en el velero

La experiencia navegando de otros turistas es muy útil a la hora de organizar un velero en pareja, en familia o para un grupo de amigos. Lo importante es saber en qué consiste el trayecto para ajustar las expectativas a la realidad y mentalizarse sobre la duración de cada travesía para poder disfrutar de las vacaciones y no llevarse una decepción. Si lo que se busca es ver monumentos o visitar ciudades, tal vez ésta no sea la mejor forma de hacerlo. De lo que se trata es de disfrutar de la navegación, la organización de excursiones en tierra será por cuenta de los viajeros excepto cuando se indique expresamente en el programa. Aquí se responden algunas de las preguntas más frecuentes:

¿Cómo se organiza el día a día? Si no se viaja en régimen de pensión completa y la manutención corre a cargo del grupo, el primer día hay que poner un fondo económico común y hacer aprovisionamiento. En estos casos la compra, la comida -cosas sencillas como las que se cocinarían en un camping- y el mantenimiento del orden y la limpieza en el barco son labores que corren a cargo de todos los pasajeros. Un desembolso de poco más de 200 euros puede ser suficiente para una semana, incluida la alimentación, el gasoil del barco y los amarres.

La navegación corre a cargo del patrón y en algunos casos de su ayudante -si son dos personas las que componen la tripulación- por lo tanto no es necesario tener experiencia como navegante, pero uno de los atractivos del viaje es participar y aprender las tareas más básicas de la navegación.

¿Cómo se asignan los camarotes? Los grupos de navegantes suelen estar compuestos por personas de edades comprendidas entre los 25 y los 45 años que tienen como objetivo relajarse y disfrutar de unos días lejos de la rutina. Los camarotes se reparten al embarcar, se respetan los deseos de las personas que han decidido reservarlos como parejas, que se quedan con un camarote doble, y cuando algunos pasajeros viajan solos y no quieren pagar el sobre coste de una cabina individual la comparten, siempre que es posible, con personas del mismo sexo.

¿Pueden viajar niños? Los niños son los pasajeros que más disfrutan. Pueden viajar en velero a partir de los 4 años y en los cruceros a vela más lujosos, tipo Royal Clipper, desde bebés.

¿Qué equipaje hay que llevar? Ropa fresca y algo de abrigo para las noches, bañadores, toallas -algunos veleros no las incluyen-, gorra, crema solar de alta protección, gafas de sol y aletas de bucear.

¿Se puede evitar el mareo? La mayoría de la gente se puede marear sobre todo en los días en que haya mar de fondo o se pase de una isla a otra. El cuerpo humano se habitúa rápidamente al movimiento, pero hay que tomar algunas precauciones y saber que el mareo tiene mucho de “psicológico”, advierte Verónica Jiménez, responsable del Medio Acuático de la base de salvamento de la Cruz Roja del Mar en Valencia. Por ello aconseja a las personas que no tengan capacidad para combatirlo abstenerse de este tipo de viajes. Los mareos persistentes pueden llegar a causar deshidratación y debilidad debido a los vómitos.

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