Turismo accesible

Las guías de accesibilidad y las páginas web especializadas ayudan a encontrar alojamiento, transporte y actividades adaptadas a los discapacitados
Por June Fernández 13 de febrero de 2007

Más de 3,5 millones de personas se encuentran en España en situación de dependencia por diferentes razones, y alrededor de un millón y medio de estos discapacitados tienen menos de 65 años. Afrontar esta realidad a veces requiere profundos cambios en el estilo de vida y un gran esfuerzo de adaptación, tanto individual como familiar y social. Conseguir eliminar las barreras arquitectónicas y funcionales se convierte en uno de los capítulos preferentes para ayudar a disfrutar del entorno a quienes por sus condiciones especiales más lo necesitan. Por eso, poder moverse sin dificultades y viajar al mayor número de lugares posibles es uno de los objetivos primordiales, la clave del turismo accesible.

Garantizar la movilidad

El 9% de la población española, algo más de 3 millones y medio de personas, padece alguna discapacidad, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Concretamente, 1,3 millones de discapacitados tienen dificultades para desplazarse fuera del hogar, un límite a tener en cuenta durante el destino vacacional a elegir. Con este fin, las guías de accesibilidad y los directorios en páginas web ofrecen diversas alternativas para que una discapacidad no impida planificar y disfrutar de un buen viaje.

Las guías de accesibilidad y los directorios en páginas web ofrecen diversas alternativas para que una discapacidad no impida planificar y disfrutar de un buen viaje

De esta manera, garantizar la accesibilidad a los lugares turísticos y culturales para las personas con movilidad reducida se ha convertido en una de las metas de los programas de política social de los últimos años. Según un reciente estudio de la Fundación BBVA, 3.466.465 personas se hallan en nuestro país en situación de dependencia, más o menos severa, ya sea debido a razones cognitivas, a la pérdida de funciones físicas, motoras y/o sensoriales, etc. Sólo 2.019.332 de estas personas dependientes son mayores de 65 años, poco más de la mitad. Atendiendo al sexo, son las mujeres las que presentan mayor tasa de discapacidad.

Una vez que los servicios sanitarios aseguran la supervivencia de estas personas, el reto que se plantea la sociedad es el de minimizar sus limitaciones funcionales. Se trata de lograr que alcancen el mayor grado de autonomía posible en el desempeño de de sus actividades de la vida diaria . Desplazarse y viajar son algunas de estas actividades. Por tanto, para maximizar la calidad de vida de estas personas debe garantizarse su total movilidad.

Igualdad de Oportunidades

Además de proporcionarles información, orientación y apoyo, las asociaciones de discapacitados exigen una repuesta a las administraciones para paliar las carencias que padecen.

En este sentido, la Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las Personas con Discapacidad de 2003 declara que «la no accesibilidad de los entornos, productos y servicios constituye, sin duda, una forma sutil pero muy eficaz de discriminación».

La Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las Personas con Discapacidad de 2003 declara que la no accesibilidad de los entornos, productos y servicios es una forma de discriminación
Cualquier persona sin problemas de movilidad que haya viajado acompañada de un bebé en un carrito puede hacerse a la idea de las dificultades que ha de sortear alguien con silla de ruedas. Las mismas que sufre una persona ciega, sorda o con otro tipo de secuelas por un daño cerebral, por ejemplo. Entre otras medidas, la ley da un plazo de entre cinco y 15 años para exigir el cumplimiento de las condiciones básicas de accesibilidad para el acceso y utilización de los bienes y servicios a disposición del público, espacios públicos urbanizados y edificaciones y de los medios de transporte.

Legislar la accesibilidad al transporte, edificios y zonas públicas se antojaba necesario, tal y como apuntaban los resultados de un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 2002. De 143 edificios públicos analizados, el 39% eran poco o nada accesibles exteriormente (medios de transporte y barreras urbanísticas en sus alrededores), el 36% interiormente (analizando las escaleras, rampas y ascensores) y el 47% no eran accesibles para los discapacitados sensoriales.

A la hora de viajar, los discapacitados se encuentran problemas debido a barreras arquitectónicas de cuatro tipos: urbanísticas (en vías públicas y en espacios libres de uso público), en el interior de los edificios, en los transportes y en las comunicaciones sensoriales.

Según una encuesta realizada por OCU a las principales asociaciones de discapacitados en 2006, más del 75% de los discapacitados con coche se quejan de que encuentran sus plazas ocupadas con frecuencia. Aparte del coche, el autobús es el medio que utilizan con más asiduidad. Sin embargo, el 65% de las personas con problemas de movilidad dicen no coger nunca el metro ni el tren por la dificultad de subir y bajar.

Más información turística

Para conocer de antemano las barreras en el lugar de destino, conviene solicitar información al ayuntamiento o la oficina de turismo de la ciudad. Muchas ciudades, como Madrid, Gijón o Badajoz, han publicado una guía de accesibilidad, en la que detallan las condiciones en alojamiento, hostelería, instalaciones turísticas, parques y playas entre otros. Además, algunas asociaciones de discapacitados impulsan otras iniciativas como el mapa diseñado por la Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos de la Provincia de Badajoz (Cocemfe), que define la accesibilidad de monumentos, establecimientos hosteleros, restaurantes, bares, museos e iglesias de la ciudad de Mérida.

Los parques de atracciones son una de las opciones más accesibles. Los más populares del entorno -Disneyland París, Isla Mágica, Futuroscope, Warner Bross Park, Terra Mítica y Port Aventura- están adaptados a las necesidades de los discapacitados.

En cuanto al transporte público, los autobuses y trenes cuentan con zonas especiales para sillas de ruedas, asientos reservados para personas con movilidad reducida y rampas de acceso. En el avión, la persona discapacitada tiene derecho a una asistencia sin coste adicional alguno. Ese trato especial incluye la prioridad para transportar los elementos necesarios para moverse, contar con un asiento con más espacio para las piernas y ser los primeros en embarcar y los últimos en descender, ayudados siempre por un asistente de vuelo.

Para encontrar fácilmente alojamiento accesible, la web TECNUM ofrece un útil catálogo de hoteles en España y Europa, Paradores y casas rurales adaptadas. La página informa también sobre los cruceros que están preparados para personas discapacitadas. En Internet hay además varios directorios de páginas web sobre turismo accesible, como Vive tu Viaje.

En algunas provincias existen incluso empresas que organizan viajes para discapacitados, como Fundació 60 en la Costa Brava.

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