Los bancos y las cajas de ahorros iniciarán mañana la venta y reparto de bolsitas euromonederos entre todos los ciudadanos españoles que lo soliciten, de forma que, a cambio de 2.000 pesetas, recibirán 43 monedas por valor de 12,02 euros, según está previsto en el proceso de prealimentación que facilita la introducción de la nueva moneda. Esas monedas no tienen ningún valor de circulación contable hasta el próximo 1 de enero y el objetivo que se pretende con ello es hacer que todos los ciudadanos se familiaricen con el uso de la nueva moneda y su introducción real a partir de enero de 2002.
El Banco de España y el Tesoro Público decidieron repartir entre las entidades financieras hasta 24 millones de euromonederos, con un valor de 288,48 millones de euros (48.000 millones de pesetas), con el objetivo de que haya de sobra y se puedan comprar sin ningún tipo de limitación por parte de los interesados. No obstante, fuentes consultadas en ambas instituciones señalaron que un reparto de quince millones de bolsitas euromonedero en las dos semanas previas al año nuevo serían un «éxito».
Cabe recordar que los comercios cuentan con la nueva moneda en su poder desde la semana pasada, con cierto retraso porque la previsión oficial era iniciar ese proceso el 1 de diciembre, pero las empresas de seguridad no lo pudieron hacer hasta el día 7. El subgobernador del Banco de España quiso atajar ayer las quejas de algunas asociaciones de comerciantes que denunciaron la falta de moneda a tiempo, y garantizó que la distribución de monedas estará lista con suficiente antelación. Según sus últimos datos, a falta de dieciocho días para la llegada física del euro, se han repartido la «practica totalidad» de los 5.850 millones de monedas euro que van a distribuirse anticipadamente y la tercera parte de los 640 millones de billetes que se han solicitado en prealimentación.
Todo en euros
La mayor parte de los consejos de los expertos para afrontar los primeros días de la moneda única, que es en los que más problemas domésticos con el cálculo y las fracciones puede haber, se dirigen a utilizar euros desde el primer momento y no dejar de hacerlo, para acostumbrarse al nuevo cambio lo antes posible. Se recomienda además pagar al principio con cantidades exactas, de forma que se mezclen lo menos posible en el bolsillo las pesetas y los euros.
Según señala el código de las buenas prácticas comerciales y las recomendaciones realizadas, los comerciantes deben devolver todo el cambio en las transacciones en euros, no en pesetas, por lo que no se considera útil aguantar con las finanzas domésticas en euros para aplazar un proceso irremediable y que tiene una vigencia máxima de convivencia de las dos monedas de dos meses.
Desde un punto estrictamente legal, no existe obligación de dar las vueltas en euros, de forma que puede darse el caso de quienes exijan el cambio en pesetas o de que algún comercio se quede sin euros y tenga que devolver pesetas, pero a tenor del compromiso adquirido por todos los sectores implicados y la Administración, el buen curso del proceso debe ser realizado todo en euros.
Todo apunta a que serán las personas más mayores quienes más problemas tendrán a la hora de hacer sus cálculos en euros, si bien ya reciben la nómina de sus pensiones en la nueva moneda desde hace dos meses para que se vayan familiarizando.
Por precaución tampoco aconsejan aceptar billetes de euro en las dos próximas semanas, antes de su entrada oficial en vigor y reparto en los bolsillos particulares, dado que existe un riesgo muy alto de que sean falsificaciones. Además, a partir de las 0:00 horas del 1 de enero y durante los primeros días, se recomienda utilizar los canales habituales para obtener los billetes, es decir, cajeros automáticos, oficinas bancarias y cambio en los comercios.
