La próxima construcción de un centro de esquí nórdico en la localidad de Belagua ha llevado la polémica al valle navarro del Roncal, en pleno Pirineo y en el límite con Francia. La Junta del valle, órgano de gobierno que aglutina a los siete pueblos de la zona, lo impulsa con el apoyo del Gobierno de Navarra y lo defiende como «medio de desarrollo» para la comarca. Frente a ella se sitúan la plataforma vecinal Salvemos Larra y la Federación Navarra de Montaña, que denuncian los daños medioambientales que se producirían en la Reserva Natural de Larra, perteneciente al valle del Roncal. El plan depende de que el Parlamento navarro propicie una modificación de la ley de Espacios Naturales que permita actuar en la zona.
La Junta del valle del Roncal impulsó el proyecto del centro de esquí nórdico en las actuales pistas de El Ferial y en la zona conocida como La Contienda, en la que también se esquía. La idea de esta administración, en la que se reúnen pueblos como Uztárroz, Isaba, Urzainqui, Roncal, Garde, Burgui y Vidangoz, es mejorar «la explotación de un recurso como es la nieve y la acogida de los usuarios en parajes donde ya se ha esquiado desde los años 70 y, en algunos casos, sin control». Todos sus miembros, por unanimidad, apoyan el plan que comenzó a trabajarse en 1998 y que ahora se ultima en coordinación con un equipo de arquitectos.
Las pistas de El Ferial, explica el portavoz de la Junta, Jesús Orduna, se «mejorarían, ampliarían y dotarían de servicios». Se pasaría de 5,5 kilómetros de pista a 11,2 esquiables. Se levantaría un refugio de 1.394,57 metros cuadrados repartidos en tres plantas que haría las veces de centro de interpretación de la naturaleza y se pasarían de 86 plazas de aparcamiento a 200.
En La Contienda, un valle que limita Navarra con Francia, la estación de esquí alpino La Piedra de San Martín y la Reserva de Larra, se dibujarían cinco nuevos circuitos (6 kilómetros) en una zona en la que, al estar a mayor altura, se esquía sin control cuando no hay nieve en El Ferial. También se dibujarían 70 plazas de aparcamiento y un refugio de 292,80 metros a pie de la carretera.
La iniciativa del valle encontró enseguida la oposición de un grupo de vecinos que creó la plataforma Salvemos Larra. Últimamente se han sumado a ellos la Federación Navarra de Montaña.
El problema de fondo para los opositores es que el proyecto incide en la Reserva Natural de Larra, de 3.130 hectáreas y con una banda de protección de 404,55 hectáreas. Las actuaciones en El Ferial ocuparían 78,11 hectáreas, de las que 27,63 están declaradas reserva natural y 50,48 banda de protección. Las de La Contienda suponen 62,74. «El área que se pretende sacar de la reserva supone un 2% del total», dicen los junteros. Los vecinos y los montañeros apuestan porque no se practique ningún deporte relacionado con la nieve en Larra.
Modificar los límites
Para poder llevar a cabo el proyecto de esquí nórdico y construir en los límites de la reserva natural habría que modificar sus límites. Una tramitación similar se siguió para desbloquear el proyecto del embalse de Itoiz, paralizado entonces por los tribunales.
Desde la Junta del valle del Roncal insisten en su defensa de la zona y se remontan a su convivencia con la naturaleza. «El Pirineo navarro, incluido Larra, ha sido y es un Pirineo humanizado. El roncalés ha vivido en el Pirineo, en Belagua, en Larra en una simbiosis total y sacando del medio lo necesario para vivir y entregándolo como está», apuntan en relación a la actividad maderera, ganadera y al propio esquí.
También se quejan de que en su día la delimitación realizada era confusa. «La delimitación en la ley de la reserva de Larra es confusa y ahora queremos redefinirla. Quedaría fuera La Contienda, que se encuentra en un extremo y la totalidad de El Ferial, que se encuentra en la banda de protección», argumentan, a la vez que recuerdan que el proyecto no exigiría «ni cortar árboles, ni utilizar dinamita». «Prácticamente todos los circuitos discurren por zona de praderas en El Ferial o se adaptan al valle en La Contienda. Los refugios se harían en madera y piedra», insiste Orduna.
Oso y urogallo
La plataforma de vecinos y los montañeros, por su parte, consideran que el plan turístico «dañaría gravemente las especies de flora y fauna que habitan allí y que sólo son propias de la zona de alta montaña». Citan el oso, el urogallo o la marmota y también el pino negro, que consideran que se verían perjudicados. «El oso ya está habitando en zonas de cobertura y sin protección y su futuro es incierto. Larra es pequeño, pero si se elimina a esta especie casi no le quedarían refugios», argumentaron en una jornada organizada por la Federación y la plataforma para rechazar el proyecto. En ella defendieron actuaciones de «menor calado» e incluso el alquiler de autobuses que lleven a los interesados hasta una pista situada en Francia. «A 2.800 metros en línea recta, hay una pista que cuenta con instalaciones apropiadas. Es más rentable que crear una pista aquí para la que tampoco hay tanta demanda», dijeron desde Ecologistas en Acción, en referencia a la pista esquí de fondo de Braza (Francia).
