Muchos enfermos de sida olvidan que, además de los fármacos, para frenar el avance de la enfermedad es fundamental llevar una buena alimentación. De hecho, los médicos afirman que una dieta equilibrada puede servir para retardar la progresión del virus.
Ante esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han publicado un manual con consejos sobre alimentación para los más de 42 millones de seropositivos que hay en el mundo.
Esta guía, que se dirige también a cuidadores, profesionales sanitarios y ONG´s especializadas, explica las formas de controlar la pérdida de peso y el consumo de alimentos, da recetas de cocina fáciles para reforzar el sistema inmunitario e ideas para garantizar una higiene adecuada mientras se preparan los alimentos.
Estos consejos se dirigen especialmente a los afectados por el VIH de los países en desarrollo, donde escasean los cuidados sanitarios y es difícil llevar una buena alimentación. Además, el 95% de los enfermos vive en estos países.
Así, en Zambia, por ejemplo, el elevado índice de sida junto con las carencias alimentarias están acabando con miles de comunidades. Desde Naciones Unidas alertan de que en estos países, al no poder hacer frente a sus necesidades, aumenta el riesgo de que mujeres y niños caigan en la explotación, y por lo tanto también en la infección del sida.
La OMS y la FAO tienen claro que la comida no impide nuevos contagios o fallecimientos, pero ayuda a mejorar la calidad de vida de los enfermos. En este sentido, el manual ofrece consejos sencillos como ingerir hierbas y especias para abrir el apetito y mejorar la digestión, o preparar infusiones de canela para frenar los resfriados.
La falta de apetito, el cansancio o la sequedad de boca también pueden paliarse con sopas, té, estofados de fruta y verdura, o preparados con productos de las zonas rurales de los países en vías de desarrollo, como la papaya, el baobab y la guayaba.
