La difícil situación que atraviesa el sector discográfico español ha llevado a tomar la decisión de rebajar las ventas necesarias para conceder a los artistas los «discos de oro y platino». A partir de este mes. el primero se concederá con 30.000 álbumes vendidos, en lugar de 40.000 como sucedía hasta ahora. El «Disco de Platino» ya no se alcanzará con 80.000 ejemplares vendidos, sino con 60.000. Esta resolución fue anunciada por los Productores de Música de España (Promusicae) durante la presentación del informe que recoge la venta de música en nuestro país.
Durante el primer semestre del año las ventas de música grabada cayeron un 30,5%, respecto a 2008. Los españoles se gastaron entonces 126,2 millones de euros, tanto en soporte físico como digital. Sin embargo, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2009 el gasto fue de 87,7 millones. Este descenso de las ventas se suma a los producidos entre 2001 y 2008, del 64%, según datos de Promusicae.
La esperanza para el sector musical son las ventas en soporte digital, que se incrementaron en cinco puntos y representan el 17,5% de la facturación total del mercado. Sin embargo, las descargas legales a través de móviles o páginas web no compensan las fuertes caídas de los soportes físicos. Ni siquiera el sector de los DVD musicales, que durante algún tiempo pareció emergente y prometedor, ha soportado la crisis. Las compras representaron 4,7 millones, un 28,4% menos que en el primer semestre de 2008 (6,5 millones). También sufrieron un frenazo los tonos para los móviles y las descargas de canciones a través de los teléfonos, que pasaron de recaudar 10,2 millones de euros entre enero y junio de 2008 a 6,4 millones en el mismo periodo de 2009.
Promusicae achaca la caída de las ventas a la crisis económica y a las descargas ilegales. La entidad musical ve improbable que en España pueda existir un mercado digital similar al de nuestros países vecinos en la situación actual.
Según explicó el presidente de la entidad, Antonio Guisasola, «Francia, Alemania o Reino Unido tienen un mercado digital pujante porque sus gobiernos se han tomado la molestia de tomar medidas e impedir que internet se rija por la ley del salvaje oeste y el todo vale». Denunció «la pasividad de las administraciones públicas» en España y su «tibieza» en este asunto, que ha permitido, en su opinión, «que se consoliden estos comportamientos sociales, repudiados y reprimidos en cualquiera de los países de nuestro entorno, haciendo que la solución sea más compleja cada día que pasa».
