La FAO analiza cómo la silvicultura puede ayudar a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible

Afirma que los bosques del mundo tienen un papel importante en la transición hacia una nueva economía más "verde"
Por EROSKI Consumer 19 de junio de 2012

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha analizado en nuevo informe cómo la silvicultura puede ayudar a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible y ha afirmado que los bosques del mundo «juegan un papel importante en la transición hacia una nueva economía más verde», un tema que se debatirá en la Conferencia de Río +20, que se celebra entre el 20 y el 22 de junio en Brasil.

La FAO ha instado a los gobiernos a aplicar políticas y programas dirigidos tanto a explotar el potencial de los bosques como a asegurar que sean gestionados de manera sostenible. En este sentido, defiende que una mejor y más sostenible utilización de los recursos forestales «puede contribuir significativamente a superar muchos de los grandes retos que se debaten en Río de Janeiro, entre ellos reducir la pobreza y el hambre o minimizar los impactos del cambio climático».

«Los bosques y los árboles en las explotaciones agrícolas son una fuente directa de alimentos, energía e ingresos en efectivo para más de las 1.000 millones de personas entre las más pobres del mundo», ha señalado el director general adjunto de la FAO, Eduardo Rojas-Briales. Al mismo tiempo, ha recordado que «los bosques capturan el carbono y mitigan el cambio climático, mantienen el agua y la salud del suelo, y previenen la desertificación». «Brasil tiene ejemplos exitosos de gestión de plantaciones forestales, y sus buenas prácticas pueden difundirse a otros países en desarrollo para fomentar la economía verde y fortalecer las sinergias entre el desarrollo sostenible y la mitigación del cambio climático», ha apostillado.

La FAO apuesta así por inversiones en empresas madereras con explotaciones bien gestionadas, ya que «pueden crear empleos y ayudar a revitalizar las vidas de millones de personas en zonas rurales». En concreto, afirma que «unos 350 millones de las personas más pobres del mundo, entre ellos 60 millones de indígenas, dependen de los bosques para su subsistencia diaria y la supervivencia a largo plazo». «La promoción de una industria forestal sostenible supone una forma de mejorar las economías rurales y cumplir al mismo tiempo con los objetivos de sostenibilidad», según concluye el informe.

El documento también sostiene que «la silvicultura sostenible ofrece una fuente de energía renovable y alternativa». Añade así que la obtención de energía a partir de madera puede ofrecer «una solución climáticamente neutra y socialmente equitativa, siempre y cuando se combine con la reforestación y con programas sostenibles de ordenación forestal, y mientras que la madera se queme con tecnologías apropiadas.

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