Las tres preguntas que debes hacerle al banco antes de aceptar un regalo

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Aceptar un regalo del banco no sale gratis. No es que haya que pagar por él: al fin y al cabo, es un regalo, pero es necesario cumplir una serie de requisitos para recibirlo.

• Para empezar, los incentivos suelen estar reservados a los nuevos clientes, salvo contadas excepciones, por lo que las personas que ya tienen una cuenta abierta en la entidad no pueden beneficiarse de la promoción. Si quieren un regalo, deben cambiar de banco. 
• Además, normalmente hace falta domiciliar una nómina o una pensión, aunque a veces basta con recibir una transferencia desde otra entidad. Y, en algunos casos, también es necesario domiciliar varios recibos o usar un mínimo de veces la tarjeta. 
• Recientemente, algunos bancos están exigiendo a sus nuevos clientes que, además de domiciliar sus ingresos, activen Bizum. Con este nuevo requisito se busca que el cliente convierta su nueva entidad en la principal.

Por lo general, los requisitos suelen ser asumibles. La mayor barrera de acceso es el importe mínimo de los ingresos que exige el banco. Algunas entidades se conforman con ingresos de menos de 1.000 euros, mientras que otras piden nóminas de 2.000 euros o, incluso, más.

Entre uno y dos años, ese es el tiempo que, por lo general, exigen los bancos que el cliente cumpla los requisitos de la oferta. En el caso de incumplir el compromiso, el cliente debe asumir una penalización. Algunas entidades alargan la permanencia hasta los cuatro años, por lo que es muy importante estar seguros de que se podrán cumplir las condiciones durante todo ese tiempo. 

Hay bancos, en cambio, que optan por otro modelo: pagan un incentivo mensual y no exigen permanencia, pero el cliente solo cobra los meses que cumple las condiciones. La ventaja de este sistema es que, si un mes no se cumplen las condiciones, no hay que devolver lo que se haya ganado los meses anteriores.

Comparar es la clave para escoger la mejor oferta. Dos bancos que ofrezcan el mismo regalo no tienen por qué pedir lo mismo a cambio. Mientras que uno puede conformarse con una nómina de 1.000 euros y una permanencia de un año, otro puede exigir el doble.  

Si un cliente va a comprometerse durante cierto tiempo a permanecer en un banco, le conviene comprobar que no va a tener que pagar comisiones de mantenimiento por la cuenta durante todo ese tiempo, para evitar que los gastos se coman el incentivo. 

Por lo general, los bancos no suelen cobrar gastos de mantenimiento a los clientes que cumplen las condiciones de sus campañas de captación, pero es importante revisar la letra pequeña de la cuenta para verificarlo.