Hay varias formas de elaborar un original centro de mesa para el jardín. Esta es una de ellas. Tiñe con el color que más te guste el agua de un centro. Mete dentro unas cuantas flores y ponlo todo en el congelador. A la hora de la comida o de la cena, lo sacas a la mesa. Con el calor del ambiente el agua se irá descongelando y las flores aparecerán frescas y llenas de olor. También puedes emplear cardos, piñas, o nueces, para dar un aspecto nuevo a un centro de mesa, si les das un baño de lejía. Utiliza recipientes de cristal para supervisar en todo momento el proceso de decoloración. La duración del baño varía con las especies y con la tonalidad que tú prefieras; las nueces, por ejemplo, se decoloran enseguida; los cardos pueden resistir más tiempo, algunas piñas deberás tenerlas en remojo incluso hasta 48 horas. Luego las escurres cabeza abajo. El centro que consigas resultará espectacular.