La secretaria general de Agricultura, Isabel García Tejerina, anunció ayer que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) prepara una norma de buenas prácticas agrarias para la coexistencia de cultivos transgénicos con los tradicionales y ecológicos, que se aprobará antes de que acabe la legislatura.
Según García Tejerina, la norma incluirá consejos sobre el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM´s) para evitar la contaminación entre producciones, de acuerdo a las recomendaciones no vinculantes de la Comisión Europea para que cada Estado miembro se encargue de su desarrollo normativo.
Entre las recomendaciones que aparecerán en la norma destaca la de establecer una distancia de seguridad de 25 metros entre cultivos transgénicos y tradicionales, «el doble de lo que se considera necesario para evitar la contaminación», y que los agricultores de explotaciones contiguas crucen información sobre los periodos de floración de cultivos.
Asimismo, el MAPA recomienda a los productores de transgénicos que establezcan zonas «tapón» en sus explotaciones, si plantan variedades tradicionales en los extremos de su superficie agrícola que rodeen a los transgénicos.
Además, la norma obligará a agricultores y operadores, a partir del próximo mes de abril, a comunicar por escrito la modificación genética contenida en sus cosechas a cada comprador de sus productos, de acuerdo a la normativa comunitaria de etiquetado de OGM´s, y a la trazabilidad de alimentos y piensos producidos a partir de ellos.
La secretaria general de Agricultura precisó que estas medidas «afectan exclusivamente a buenas prácticas agrícolas para evitar la contaminación entre cultivos», y no inciden en el respeto al medio ambiente ni a medidas sanitarias, «aspectos que ya quedaron garantizados con la autorización de plantar determinados transgénicos».
Por último, García Tejerina informó de la creación de una sección dedicada a los transgénicos en la página web del Ministerio (www.mapya.es), con el objetivo de aportar transparencia sobre las normas que afectan a estos cultivos y despejar las dudas de los consumidores.
La responsable del MAPA hizo estas declaraciones al término de la constitución de la Comisión Nacional de Biovigilancia, un órgano de asesoramiento con representantes de la Administración, organizaciones agrarias y de sectores relacionados con la producción y el consumo, que informará sobre el establecimiento, desarrollo y aplicación de los planes de seguimiento que se realicen sobre variedades transgénicas.
