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Cabrito a la miel

Tiempo > 1 h
Dificultad Fácil
Valor energético 327 kcal
Nº de raciones 4
Temporada Invierno, Otoño, Primavera, Verano

Elaboración

Ponemos al fuego una cazuela que sirva para el horno (generalmente se utiliza cazuela de barro para asados) con el aceite y cuando esté caliente salteamos en ella las cebollas y ajos, todo picado muy fino.

Cuando las hortalizas estén sofritas, añadimos las piernas de cabrito (con unos cortes que faciliten posteriormente su asado interior) y volteamos hasta que se doren, durante unos minutos.

A continuación añadimos el azafrán, el pimentón, el laurel, la sal y el vino.

Removemos el conjunto, bajamos la intensidad del fuego y dejamos hasta que la salsa se reduzca un poco.

Encendemos el horno y cuando esté a 180 ºC, introducimos la cazuela y asamos durante 50 minutos.

Durante este tiempo, con una cuchara, rociamos el cordero con la salsa, vigilando que no se reduzca demasiado, en cuyo caso se puede agregar un poco de agua caliente.

Unos minutos antes de sacar el cabrito del horno, ponemos en un cazo la miel y el vinagre y mezclamos en el fuego, removiendo constantemente. Dejamos reducir un poco la salsa hasta que quede bien ligada y de consistencia melosa.

Rociamos el cordero con la salsa y dejamos en el horno unos 10 minutos más.

Troceamos y acompañamos con unas patatas fritas y luego las terminamos de cocinar en el horno con el jugo del cabrito. Se sirve aparte una ensalada de lechuga y cebolleta.

Semáforo nutricional

El semáforo nutricional es un sistema de colores que permite entender los valores nutricionales de una forma clara, rápida y completa.

Una ración contiene

Calorías Grasa Grasa saturada Azúcares Sal
327 15,7g 3,3g 11,7g 0,6g
16% 22% 17% 13% 10%

* de la ingesta de referencia (IR) para un adulto

  • Baja: el 10% o menos de la ingesta de referencia
  • Media: entre el 10% y el 35% de la ingesta de referencia
  • Alta: más del 35% de la ingesta de referencia

Las recetas presentan normalmente ingredientes cuyo porcentaje sobre la Ingesta de Refencia (IR) es alto (predominan amarillos y naranjas). Estos platos están concebidos como plato principal de una comida o cena, con lo que su tamaño de ración es superior y su aporte nutricional es más elevado.

Por este motivo, las recetas tienen puntos de corte diferentes a los de los productos. Así, por ejemplo, mientras que un alimento cualquiera tendrá los nutrientes de color amarillo hasta un valor máximo del 20% de la IR, las recetas concebidas como una comida principal tendrán los nutrientes en amarillo hasta un valor máximo del 35% de la IR.

Calorías Grasa Grasa saturada Azúcares Sal
Qué es bajo por ración 200 Kcal o menos 7 g o menos 2 g o menos 9 g o menos 0,6 g o menos
Qué es medio por ración Entre 200 Kcal y 700 Kcal Entre 7 g y 25 g Entre 2 g y 7 g Entre 9 g y 32 g Entre 0,6 g y 2,1 g
Qué es alto por ración 700 Kcal o más 25 g o más 7 g o más 32 g o más 2,1 g o más
Nutrientes Cantidad Diaria Orientativa
Calorías 2.000 Kcal
Grasa 70 g
Grasa saturada 20 g
Azúcares 90 g
Sal 6 g

La Ingesta de Referencia (IR) es una guía sobre la cantidad total de calorías y de varios nutrientes que debemos ingerir al día para mantener una dieta sana. La información sobre los porcentajes de IR indica lo que supone la cantidad de nutriente de una ración respecto a la IR para ese nutriente en el día.

Los porcentajes de Ingesta de Referencia (IR) están calculados para una mujer adulta con una ingesta diaria de 2000 Kcal. Las necesidades nutricionales individuales pueden ser más altas o más bajas, en función de sexo, edad, nivel de actividad física y otros factores.

El cabrito es una de las carnes más grasas, por lo que cocinado al horno es un acierto dietético y gastronómico, con el fin de obtener un plato exquisito y no tan graso, ya que no precisa apenas grasa de adicción para su cocinado. La mayor cantidad de grasa del cabrito es visceral (alrededor de las vísceras) y subcutánea (debajo de la piel). Así, parte de la grasa que recubre las chuletas y las costillas, se puede retirar fácilmente antes o después del cocinado. De esta manera, se reduce considerablemente el aporte de grasa saturada, colesterol y calorías y se puede seguir disfrutando de este manjar, suculento para quienes tienen especial afinidad por el consumo de carne.
En general, tendemos a abusar de la proteína y la grasa animal, por lo que platos como éste, se sugiere consumirlos esporádicamente, y combinados con vegetales, son una opción saludable. Así, con un primer plato de ensalada o verdura y fruta de postre, se consigue equilibrar el menú. Esta receta, es adecuada para personas de todas las edades, y una oferta alternativa para que los más pequeños prueben los alimentos preparados de manera diferente a la fritura o el rebozado, tan habitual en esas edades. A pesar de ser un plato más calórico, consumido esporádicamente y siendo comedido en la cantidad, no representa mayor inconveniente en cualquier caso, salvo para quienes padecen trastornos digestivos (hernia de hiato, dispepsia, gastritis, úlcera), pues la carne grasa no les suele sentar bien.

Enfermedades para las que está recomendada esta receta:
  • Alergia a la caseína
  • Alergia al huevo
  • Alergia al pescado
  • Anemia ferropenica (falta de hierro)
  • Anemia perniciosa (carencia de vitamina B12)
  • Anemia por carencia de ácido fólico
  • Cálculos en la vesícula biliar
  • Cálculos renales
  • Diabetes mellitus
  • Estreñimiento
  • Hipertensión arterial
  • Intolerancia a la lactosa
  • Intolerancia al gluten (celiaquía)
  • Meteorismo
  • Obesidad o sobrepeso
  • Osteoporosis
Enfermedades para las que no está recomendada esta receta:
  • Ácido úrico y gota
  • Gastritis
  • Hipercolesterolemia
  • Hipertrigliceridemia
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