El humus

Un original "paté" de garbanzos
Por EROSKI Consumer 12 de julio de 2005

Este paté de origen vegetal es uno de los platos que no faltan en las mesas de los países del Medio Oriente.

Sólo con vegetales

El humus posee un aspecto muy similar al paté tradicional, elaborado con hígado de pato o hígado de cerdo entre otros, y por tanto con un alto contenido en grasas saturadas y colesterol. Aunque el humus se conoce con el nombre de paté vegetal, en realidad es una pasta elaborada con garbanzos, patata, «tahini» o pasta de sésamo y un poco de ajo, cilantro picado, pimienta (opcional), zumo de limón, aceite de oliva y sal. Su elaboración es muy sencilla ya que simplemente hay que mezclar los ingredientes y batirlos. Y según la consistencia que se pretenda bastará con añadir un poquito de agua a la mezcla.

Aperitivo nutritivo

Gracias a los alimentos que se emplean en su elaboración, el humus apenas posee grasa y aporta cantidades importantes de hidratos de carbono complejos. En cuanto a la presencia de vitaminas y minerales, destaca su elevado contenido de folatos, vitamina B1, calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio, todos ellos presentes en los garbanzos. El sésamo además de algunos minerales como el calcio, posee también grasas insaturadas, es decir, «grasas buenas» que ayudan a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.

Además, al mezclar los garbanzos con sésamo se consigue una combinación de aminoácidos que convierte a este plato en una fuente de proteínas de calidad tan alta como las presentes en la carne, los huevos, el pescado o los lácteos. Esto es debido a que las legumbres son deficitarias en el aminoácido esencial llamado metionina, mientras que los cereales lo son en el aminoácido esencial conocido como lisina. Por tanto, si se combinan legumbres con cereales, en este caso garbanzos con sésamo (y con pan sobre el que se extiende esta pasta), se obtienen todos los aminoácidos esenciales, ya que el que falta en un alimento está presente en el otro y viceversa. Por tanto el humus aporta proteínas de buena calidad, es decir, proteínas que contienen todos los aminoácidos esenciales.

¿Cómo se puede degustar?

El humus se puede servir como entrante acompañado de unas semillas de sésamo, con unos picatostes de pan o sobre unas rebanadas de pan tostado. En algunos restaurantes árabes lo presentan junto a pan de pita, sobre el que se extiende la pasta, y sobre ella, se añade un chorrito de aceite de oliva. Si se desea aportar un toque de color a esta pasta de garbanzos, se le puede añadir trocitos de zanahoria, de apio, de tomate o de pimiento, como si fueran tropiezos. Y también es posible conseguir platos muy originales y sabrosos si se añade humus a cualquier ensalada, en especial a las elaboradas con legumbre.

Un modo llamativo de tomar el humus es en forma de rollitos. Con unas hojas de berza cocida y un poco de humus y tomate, se obtienen unos rollitos originales que seguramente despertarán la curiosidad de más de un comensal.

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