El trastorno digestivo, primera consecuencia de los grandes banquetes navideños

Los nutricionistas recomiendan no abusar de los protectores gástricos
Por EROSKI Consumer 22 de diciembre de 2003

Las comidas copiosas y el incremento de la ingesta de alcohol en Navidad muchas veces terminan pasando factura al estómago. De hecho, el trastorno digestivo es la primera consecuencia de los grandes banquetes navideños, según los especialistas en nutrición, quienes recomiendan no abusar de los protectores gástricos.

Los excesos de estas fechas hacen que la dispepsia, la aerofagia, la indigestión y los cuadros diarreicos sean algunos de los trastornos digestivos más frecuentes durante las fiestas navideñas. Todo ello hace que durante estos días se incremente el consumo de fármacos para aliviar los síntomas, tales como antiácidos y otros protectores de la mucosa gástrica.

Manuel Díaz-Rubio, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva, ha realizado una llamada de atención, ya que «aunque la gente esté habituada a automedicarse con estos productos, no dejan de ser fármacos, que siempre requieren la recomendación del experto».

Díaz-Rubio advierte de que la gente, conocedora de que una simple pastilla puede aliviar los síntomas, «no se preocupa por cuidar su alimentación lo suficiente, sin miedo a las consecuencias que pueden ser paliadas con el fármaco».

Los expertos alertan, asimismo, sobre el incremento de las consultas en los servicios de urgencias de los hospitales durante estas fiestas, fundamentalmente por la ingestión excesiva de alcohol, que puede derivar en coma etílico.

Otra de las patologías frecuentes tras una comida abundante, fundamentalmente en pacientes con predisposición a padecerla, es la pancreatitis aguda. Aunque puede tener orígenes diferentes, los cálculos biliares y el alcoholismo son responsables de casi el 80% de los ingresos hospitalarios que se producen por pancreatitis aguda.

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