La malnutrición que sufren los pacientes con trastornos alimentarios produce anomalías cerebrales, deterioro cognitivo y diversas alteraciones psicopatológicas, según el libro «Nutrición y metabolismo en trastornos de la conducta alimentaria», que recoge los trabajos y reflexiones de 70 especialistas españoles.
«Existen numerosos estudios que demuestran que la malnutrición y los estados carenciales provocan alteraciones psicopatológicas que pueden ser muy variadas y, en ocasiones, difíciles de reconocer o diagnosticar», comenta en la obra Josep Toro, del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital Clínico Universitario de Barcelona.
«Las alteraciones psicopatológicas más frecuentes asociadas a la restricción alimentaria y malnutrición son los síntomas depresivos, los síntomas obsesivo-compulsivos, la hiperactividad, la conducta antisocial, los trastornos de la conducta alimentaria y los síndromes cerebrales orgánicos», resume el doctor Toro.
Los nutricionistas precisan que corregir dicha malnutrición o estado carencial es el tratamiento estándar de las alteraciones psicopatológicas que de ella derivan. En el caso de la anorexia nerviosa, indican que es imprescindible la normalización del peso.
Sin embargo, no está claro, según Toro, que las alteraciones producidas por la malnutrición se reviertan completamente como es el caso de la afectación cerebral reflejada en las pruebas de neuroimagen. En su opinión, «no queda claro si, tras varios años de desnutrición a una edad tan sensible como es la adolescencia, se pueda volver a la situación de normalidad absoluta en cuanto a volúmenes y funcionamiento cerebrales». Añade que «tampoco está claro que otras alteraciones, como las de neurotransmisión, se normalicen por completo simplemente con la renutrición».
