Los españoles engordan una media de tres kilos durante las navidades

Los especialistas aconsejan moderación, especialmente a las personas con hipertensión, diabetes o colesterol
Por EROSKI Consumer 27 de diciembre de 2007

Tras las navidades, son muchos los que temen subirse a la báscula. Los españoles suelen engordar una media de tres kilos por los excesos gastronómicos típicos de esta época del año, según concluye un estudio de la Sociedad Española de Hipertensión. Para perderlos, se precisarán de dos a tres meses. A mes por kilo, más o menos.

Una vez acabadas las fiestas, las consultas médicas se llenan de gente con problemas. Y es que «no es lo mismo que una persona sana gane unos kilos de más durante estos días a que lo haga alguien con hipertensión, diabetes y colesterol elevados», señala la doctora Nieves Martell, coordinadora del Club del Hipertenso. «Cada año es frecuente que en estas fechas los pacientes engorden entre dos y cuatro kilos a causa del abuso de alimentos calóricos en las comidas navideñas, lo que incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular», indica Martell, que recomienda, por ello, moderación.

En ocasiones, los excesos navideños sirven para diagnosticar casos de hipertensión y diabetes que hasta entonces permanecían ocultos. Así, por ejemplo, pacientes con obesidad o colesterol elevado que no muestran síntomas inmediatos, cuando van al médico o se someten a un análisis tras las fiestas constatan que se ha disparado su colesterol o su peso y tienen que empezar a hacer una dieta más estricta.

En este sentido, Martell advierte de que «intentar mantener el peso es uno de los factores más importantes del tratamiento de la hipertensión arterial». En muchos pacientes, precisa, constituye el único tratamiento, no siendo necesario añadir medicación, pues «se ha podido comprobar que un aumento en el peso de diez kilos supone una diferencia de 20 mmHg en la presión arterial sistólica (máxima) y de 10 mmHg en la tensión arterial diastólica (mínima)».

En cambio, perder tres o cuatro kilos, aún sin alcanzar el peso ideal, «repercute de forma importante en el control de la presión arterial; provoca la mejora de la respuesta del tratamiento farmacológico para la hipertensión; mejora la tolerancia a la glucosa; ayuda a regular los niveles de colesterol y ácido úrico; facilita el trabajo cardiaco y la respiración, y aminora la sobrecarga en las articulaciones», asegura la especialista, que recuerda que la obesidad contribuye al desarrollo de la hipertensión en más del 70% de los casos.

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