Cómo prevenir (o aliviar) los empachos en las comidas especiales

Los excesos con la comida y la bebida son habituales durante las fiestas: en ocasiones, llegamos a ingerir más de 3.000 calorías en una sola cena o comida. Te damos algunas claves para evitar los empachos
Por Verónica Palomo 23 de diciembre de 2023
evitar empachos en navidad
Imagen: Getty Images
Con los excesos de las cenas y las comidas típicas de las fiestas ingerimos en 24 horas las calorías necesarias para tres días. Un análisis realizado por la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA) señala que cada comida navideña nos proporciona, como mínimo, una media de 1.100 calorías, sin contar las que aportan las bebidas alcohólicas que acompañan la velada. En algunas ocasiones, se llegan a alcanzar las 3.000 calorías en una sola ingesta. Los empachos pueden tener consecuencias muy serias. Te contamos cómo evitarlos o aliviar sus síntomas.

Consejos prácticos para evitar empachos

🍽️ Atención a las sensaciones de saciedad

En el estómago de una persona de complexión media caben dos litros de alimento —entre sólidos y líquidos—, por lo que si nos pasamos de esta cantidad en una sola ingesta, ya estaremos sobrecargando este órgano y tendremos más posibilidades de comenzar a sentir los síntomas del empacho.

Estas cifras pueden dar una idea de lo que significa “pasarse con la cantidad de comida”, pero lo fundamental es ser consciente de la saciedad, de cuando uno está lleno.

🍽️ No reservarse para la cena

No hay que evitar comer durante todo el día para pegarte el homenaje en la cena. En estas fechas, los especialistas recomiendan seguir haciendo —aunque de forma ligera— las tres comidas del día.

🍽️ Diseñar un menú saludable

Se puede mejorar el menú de las comidas y cenas navideñas con platos realizados con técnicas que aporten menos grasa que los rebozados o fritos. La plancha, los rehogados, los hervidos, al papillote o al horno son las mejores técnicas para estas fechas.

🍽️ Cuidado con los entrantes

Para comenzar, hay que intentar introducir opciones saludables y proteicas —vegetales o marisco— y evitar las grasas de los embutidos. Las carnes más grasas se pueden dejar para las comidas y recurrir al pescado para las cenas.

🍽️ Vigilar las raciones y las bebidas

Servirse raciones pequeñas y beber mucha agua durante la comida, ya que así disminuiremos las veces que recurrimos a la copa de vino o demás bebidas alcohólicas (que no hidratan).

🍽️ Comer lento

La entrada de aire mientras comemos puede generar más gas y distensión abdominal, por lo que se recomienda comer despacio y no acalorarse en las discusiones familiares mientras se está comiendo.

🍽️ Masticar bien

La saliva contiene amilasa, una enzima que comienza a descomponer la comida desde la boca. Si no masticamos despacio, el estómago tendrá que hacer más esfuerzo para suplir el trabajo de la amilasa, con lo que producirá más ácido y aumentará la acidez.

🍽️ Elegir un buen postre

Se pueden comer turrones y polvorones con moderación, pero lo mejor es sacar siempre fruta para el postre y así tener también la opción saludable. En estas fechas se recomienda la piña, que es antinflamatoria y puede ayudar en la digestión.

Cómo aliviar las molestias

Imagen: Josep Monter Martinez

👍 Las infusiones sí ayudan

Tomarse un poleo menta o una manzanilla tras una exagerada ingesta alivia la pesadez y el malestar gastrointestinal. “Hay algunos productos vegetales que han demostrado que son capaces de mejorar los síntomas. Plantas como la lavanda, el romero, el aloe vera, el eucalipto, el tomillo, el hinojo, el cardo mariano, las hojas de menta, la manzanilla o la melisa pueden facilitar y favorecer las digestiones y los gases excesivos”, indica la gastroenteróloga de IMQ María del Mar Calvo.

“El beneficio de las de infusiones es la ingesta de una mayor cantidad de líquido caliente. Aunque nunca se ha de hervir el agua de una infusión, porque la planta puede perder algunas de sus propiedades”, añade la especialista en aparato digestivo de las clínicas IMQ en Bilbao, Blanca Sampedro.

Pero este remedio no vale en todos los casos. “En los pacientes a los que se haya diagnosticado un reflujo gastroesofágico con daño en el esófago (esofagitis), es decir, heridas en el esófago producidas por el ácido del estómago, se recomienda tomar un protector de estómago (Omeprazol) en ayunas el día que se va a hacer una comida copiosa”, concluye Clavo.

🤔 ¿Una siesta, un café o un paseo?

Después de una comida copiosa, la siesta no es lo más recomendable. “Tumbarse favorece el reflujo y enlentece los movimientos gástricos”, explica Clavo.

La experta recomienda un paseo, pero es consciente de que tras una comida navideña no es lo que más apetece. Igualmente, el café, a pesar de ser una bebida recomendable por sus efectos hepáticos, también puede producir un aumento de la acidez y los síntomas de reflujo, por lo que es mejor moderar su consumo.

👎 Los chupitos no son digestivos

El alcohol favorece el reflujo gastroesofágico con una mayor acidez gástrica y relajación del cardias (esfínter entre el esófago y el estómago), por lo que, en general, no solo no mejoran los síntomas digestivos, sino que tienden a empeorarlos. “Recomendar no consumirlos en estas fechas es poco realista, pero puede ser aconsejable no tomar más que una o dos bebidas de baja graduación al día”, recomienda Sampedro.

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