La publicidad de alimentos insanos influye en la dieta y aumenta la obesidad infantil

Un informe de la Fundación Gasol constata que el 80 % de los niños y niñas están desprotegidos frente a la publicidad de estos productos y que, cuanto mayor es la exposición, peores son los hábitos alimentarios
Por EROSKI Consumer 9 de septiembre de 2023
influencia de la publicidad en el consumo de comida basura
Imagen: iStock
La publicidad de alimentos y bebidas insanos perfila las preferencias de los menores, influye en sus patrones de consumo y es uno de los factores que contribuyen al aumento de la obesidad infantil. Este nexo no es nuevo para la comunidad científica ni para los especialistas en nutrición, que llevan años advirtiendo sobre ello, como recogemos en nuestro monográfico sobre obesidad infantil. Pero parece no cuajar en una parte de la población, que no acaba de ver el alcance del bombardeo publicitario. Ahora, un completo informe elaborado en España por la Fundación Gasol analiza y cuantifica el impacto. Las cifras son claras: el 80 % de los niños y niñas están desprotegidos frente a la publicidad de estos productos y, a mayor exposición, peores hábitos alimentarios.

Comida rápida, aperitivos salados, golosinas, bebidas energéticas, refrescos, bollería industrial… La publicidad de productos hipercalóricos, azucarados, con exceso de grasas o demasiada sal está muy presente en la vida cotidiana de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país.

Una medida muy llamativa de esta presencia la encontramos en el ‘Barómetro de Opinión de Infancia y Adolescencia 2020-2021‘, elaborado por UNICEF y la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla. En este documento se deja constancia, por ejemplo, de que casi el 60 % de los menores de entre 10 y 18 años asegura ver anuncios de comida rápida más de seis días a la semana. Además, alrededor del 50 % dice estar expuesto a la publicidad de refrescos y productos de bollería industrial, y más de un 30 % afirma que recibe publicidad de bebidas energéticas con esa misma periodicidad.

Medir la influencia de la publicidad

La exposición a la publicidad de alimentos y bebidas es uno de los determinantes sociales de la salud. Y es, también, un tema que ha estado en el centro de la agenda política este año. El debate público se intensificó cuando el Ministerio de Consumo anunció su intención de prohibir los anuncios de productos insanos dirigidos al público infantil, tomando como referencia los perfiles nutricionales de la OMS, aunque la medida no ha llegado a concretarse.

Pese a que las sociedades científicas y los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o UNICEF se han posicionado públicamente sobre el tema —afirman es necesario adoptar medidas efectivas que limiten o supriman la exposición a la publicidad de productos no saludables—, la ausencia de datos concretos sobre la influencia publicitaria en la salud de los menores españoles empañaba el debate.

El informe ‘Publicidad, alimentación y derechos de la infancia en España‘, presentado este verano por la Fundación Gasol, arroja luz sobre el tema. El documento, que se basa en dos estudios poblacionales (uno de los cuales es representativo de toda la población infantojuvenil), establece la primera evidencia científica en España sobre el nivel de exposición a la publicidad de productos de alimentación y bebidas para la población de 8 a 16 años. Y, además, cuantifica su impacto.

publicidad de alimentos insanos
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Publicidad y alimentación infantil: principales datos

🔸 Alta exposición

Alrededor del 80 % de la población infantojuvenil española declara haber estado expuesta a la publicidad de, al menos, uno o dos productos de alimentación y bebidas no saludables en el último mes.

Las desigualdades halladas en este análisis parecen apuntar en una dirección clara: la población de menor nivel socioeconómico reconoce en mayor medida haber estado expuesta a la publicidad de uno, dos, tres o incluso más productos de alimentación y bebidas no saludables.

🔸 Más tiempo de pantallas, mayor impacto

Los menores que dedican más tiempo a la televisión, el ordenador, la tableta, la videoconsola o el smartphone están más expuestos a la publicidad de productos insanos.

Aquellos que confiesan haber visto publicidad de tres o más productos insanos usan pantallas 27 minutos más al día (entre semana) y 36 minutos más al día (los fines de semana) que quienes no reciben este tipo de estímulos publicitarios o solo reciben publicidad de alimentos y bebidas saludables.

🔸 Los productos más promocionados

Los productos de alimentación y bebidas insanos que consiguen alcanzar a un mayor porcentaje de población a través de la publicidad son los siguientes:

  • Refrescos.
  • Comida rápida.
  • Bollería y pastelería industrial.
  • Bebidas energéticas.
  • Aperitivos salados.
  • Golosinas y chocolatinas.

🔸 Más publicidad, más azúcar, sal y calorías

Quienes están expuestos a la publicidad consumen más calorías, azúcares y sal procedentes de productos malsanos que quienes no. Algunos ejemplos:

  • Los menores que ven anuncios de comida rápida ingieren, cada día, 60,4 kcal más y 111,6 mg más de sodio.
  • Aquellos que están expuestos a anuncios de bollería industrial y golosinas ingieren 47,9 kcal más al día, 3,2 g más de azúcar y 25,4 mg más de sodio.
  • Quienes reciben publicidad de bebidas azucaradas o edulcoradas ingieren 2,2 g más de azúcares al día, 7,6 mg más de sodio y 17,1 kcal más al día.
refrescos azucar
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🔸 Más publicidad, mayor frecuencia de consumo

El consumo de productos insanos está muy extendido: en todos los casos supera el 80 % de los participantes en el estudio. La publicidad no modula de manera relevante que estos productos se tomen o no, ya que están muy arraigados, pero sí parece influir sobre la frecuencia de la ingesta. Algunos ejemplos:

  • 🍔 Comida rápida. El porcentaje de quienes consumen comida rápida más de dos días a la semana es un 13,3 % superior entre quienes están expuestos a la publicidad de este tipo de productos.
  • 🍿 Aperitivos salados. El porcentaje de quienes toman aperitivos salados más de dos días a la semana es un 17,3 % superior entre quienes reciben publicidad de estos productos.
  • 🍩 Bollería y golosinas. El porcentaje de participantes que comen bollería o pastelería industrial y golosinas o chocolatinas más de dos días a la semana es un 2,6 % superior entre quienes están expuestos a publicidad de estos productos.

🥤 En cuanto a las bebidas no saludables, el porcentaje de quienes las toman es mayor entre quienes están expuestos a la publicidad específica de cada una de ellas, con las siguientes cifras:

  • Un 7,4 % más en el caso de los refrescos.
  • Un 19 % en el caso de las bebidas energéticas.
  • Y un 5,8 % en el caso de los batidos.

Qué hacer

Tras la presentación de los datos y los resultados, los autores del informe subrayan tres líneas de acción que presentan como peticiones. Son las siguientes:

  • Regular la publicidad y el marketing de productos de alimentación y bebidas dirigidos al público infantil y adolescente, tal y como se establece en el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil.
  • Seguir las recomendaciones de los organismos internacionales como UNICEF o la OMS, que establecen la necesidad de limitar esta sobreexposición.
  • Proteger los derechos de la infancia, mediante la regulación de la publicidad y el marketing de alimentos y bebidas, tal como reclaman, de forma reiterada, los organismos internacionales, las sociedades científicas y la sociedad civil.
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