¿Qué hacer cuando el bebé tiene cólicos?
Existen trucos y consejos que previenen o mejoran el malestar del lactante...
- Autor: Por maitezudaire
- Fecha de publicación: lunes 16 junio de 2003
Pero, ¿en qué consiste el cólico
del lactante?
Los cólicos son episodios que, con frecuencia, ocurren en bebés
de menos de 4 meses. Lo padecen entre un 10 y un 20% de los lactantes.
Lo más común es que aparezcan hacia la tercera semana de vida,
si bien algunos bebés los presentan desde los primeros días. Se
caracterizan por la presencia de dolor abdominal; el bebé encoge las
piernas, su cara enrojece y llora de modo distinto a cuando tiene apetito o
se siente solo. El llanto no cesa aunque se lo coja en brazos, lo que genera
una sensación de angustia en el entorno familiar. En cualquier caso,
se trata de un trastorno benigno y normal que tiende a desaparecer por sí
solo al final del tercer mes.
Causas más probables
Hoy en día, aún no está confirmado que exista
una única causa que los justifique, si bien las más estudiadas
son:
Técnica de alimentación. Tanto el
niño que toma pecho como el que toma biberón puede sufrir cólicos
y esto suele estar relacionado con la entrada excesiva de aire al succionar
el pezón o bien la tetina. Para evitarlo, conviene ayudarles a que expulsen
los "aires" colocando dos o tres minutos al bebé a la altura
del hombro y dándole unas suaves palmaditas en la espalda. Esto debe
realizarse en el momento que toca cambiar de pecho o a la mitad de la lactancia
artificial y se debe repetir al final de la misma. De este modo se consigue
reducir el riesgo de cólicos y organizar mejor los horarios de alimentación,
ya que al penetrar menos aire en el estómago, mayor será la cantidad
de leche que tomará, prolongando el tiempo de descanso entre cada ciclo
de lactancia. Por otro lado, los bebés que toman biberón pueden
presentar cólicos debido al tamaño del orificio de la tetina.
Si este es muy pequeño, aumenta el esfuerzo de la succión con
el consiguiente exceso de entrada de aire. Se puede comprobar que el orificio
de la tetina es el adecuado si, al inclinarlo, la tetina se llena de leche y
caen unas cuantas gotas con facilidad en pocos segundos. La toma del biberón
no debe durar más de 15 minutos, ya que si dura más tiempo, esto
es señal de que el orificio es pequeño o está tapado.
Ambiente familiar. A pesar de que los cólicos
pueden producirse a cualquier hora del día, lo más frecuente es
que tengan lugar al atardecer o en momentos en los que hay un aumento de actividad
en el hogar; ya sea por la llegada de los hermanos o de amigos de la familia,
etc. El alboroto aumenta y los bebés lo notan y pueden expresar su ansiedad
ante esta situación con cólicos.
Hambre o sobrealimentación. Tanto el hambre
como el exceso de alimentación pueden producir o simular la presencia
de cólicos.
Otras posibles causas son la inmadurez del sistema
digestivo de los bebés, intolerancias o alergias de origen alimenticio,
etc.
Consejos prácticos
* Se ha de tener paciencia y mucha calma.
* Consultar con el pediatra cuantas veces sea necesario y acudir a los controles
periódicos.
* Realizar masajes al bebé a diario como prevención y para facilitar
la expulsión de gases:
- Practicar masajes abdominales una o dos veces al día, con movimientos
suaves y circulares, en el sentido de las agujas del reloj.
- Hacer movimientos de "pedaleo de bicicleta" con las piernitas
del bebé, flexionando y estirando las piernitas suavemente hacia el
abdomen.
- Si el bebé tiene dolor, conviene colocarlo boca abajo, apoyado en
el brazo o en el regazo y hacer movimientos rítmicos, meciéndolo
o balanceándolo suavemente.
* Crear un ambiente tranquilo y agradable. Usar una luz tenue o poner música,
ayuda a calmar al bebé y a cortar el llanto. El llanto facilita la entrada
de aire en el estómago, la aparición de gases y empeora el cólico.
* Se puede recurrir al empleo de infusiones para proporcionarle alivio: manzanilla
con anís verde o hinojo y melisa, entre otras. Se debe pedir consejo
previo a un especialista para elaborarlas en la forma adecuada. Por lo general,
en niños lactantes y menores de 2 años, la concentración
de la planta en la infusión no deberá ser superior a 1 gramo en
200 mL de agua. Con frecuencia se administran 10 mL (una cucharada sopera) de
la infusión, directamente o disuelta en un biberón con un poco
de agua después de las tomas, entre dos y tres veces al día.
* Recurrir a medicamentos sólo bajo prescripción médica.