El 30% de los niños desayuna solo y consume más bollería que quienes lo hacen en compañía de sus padres, según constata un estudio realizado entre 170 niños valencianos de tercero y cuarto de primaria. Además, un 7,45% se salta esta primera comida del día, mientras que sólo el 3,18% de los menores toma un desayuno completo, con frutas, lácteos y cereales.
Durante la presentación del trabajo en el XXX Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), la doctora Lourdes Carrillo alertó de que si un niño desayuna solo, «es más probable que, o bien sus padres no desayunan o no le conceden importancia a ese momento del día», una actitud que puede provocar que el menor, al llegar a la edad adulta, «copie el modelo de sus padres y no desayune». Además, advirtió de que los niños que desayunan solos, toman el doble de bollería industrial, un dato «preocupante» ya que «aporta ácidos grasos trans, que se han relacionado de forma negativa con la enfermedad cardiovascular», explicó.
La investigación señaló que sólo el 3,18% de los niños consultados confesó tomar un desayuno completo, compuesto por lácteos, frutas y cereales, mientras que el 43% ingiere lácteos y el 38% la combinación de lácteos con cereales. La fruta natural «debe estar presente al menos tres veces al día y una buena ocasión para ingerirla es el desayuno, aunque puede dejarse para media mañana», apuntó la doctora.
En el congreso también se analizó otro estudio realizado entre 160 adolescentes catalanes de 16 a 19 años, que muestra que el 55% de los encuestados tiene «conocimientos deficientes» sobre la dieta adecuada y, en el caso de los más pequeños, el 75% consume pocas frutas y verduras, mientras que se excede en grasas y alcohol. «En este caso, la gravedad del asunto se debe a la capacidad de este grupo de edad de ser fácilmente influenciados, por ejemplo, a través de la publicidad, no sólo en el consumo sino en la adopción de actitudes y modelos a seguir, como el de una imagen corporal delgada y perfecta», detalló Carrillo.
