Cinco reacciones naturales del bebé por las que no debes preocuparte

El hipo, los estornudos y sobresaltos, incluso el temblor de la barbilla y la respiración ruidosa en un bebé no tienen porqué disparar las alarmas
Por EROSKI Consumer 2 de septiembre de 2022
Reacciones del bebé que no deben preocuparte
Imagen: blankita_ua
¿Dormirá bien? ¿Come lo suficiente? ¿Estará cómodo con tanta (o tan poca) ropa? Un bebé es siempre motivo de preocupación y de dudas; en especial, para los padres primerizos. Pero conviene saber relativizar y preocuparse solo por lo que es de verdad importante. Por ello, en este artículo enumeramos cinco reacciones de un bebé que quizás te alarmen aunque, en realidad, son naturales.

1. Hipo                                      

¿Tu peque tiene hipo y crees que es demasiado fuerte o que dura mucho tiempo? Lo que debes saber del hipo de los bebés es que a ellos no parece molestarles. 

En principio, el hipo indicaría una eliminación incompleta de los gases que tragan al comer. Por eso, tanto para prevenirlo como para intentar que pase, hay que facilitar el eructo. ¿Cómo hacerlo?

Hay que colocar al niño verticalmente, con el abdomen apoyado en el hombro de la persona que le tenga en brazos, para darle unas palmaditas en la espalda. De esta manera, expulsará el aire.

2. Estornudos

Es muy frecuente que un bebé estornude sin causa aparente, sembrando el desconcierto entre sus padres. Esto es así porque una mínima brizna de polvo o un pequeño cambio de temperatura o humedad son capaces de hacer estornudar a los recién nacidos, ya que la mucosa de su nariz es extremadamente sensible. 

Pero es una reacción normal y saludable. Los estornudos les sirven para mantener despejada la nariz. 

Es cierto que también pueden ser el signo de un resfriado. En ese caso debes estar atento a otras señales, ya que los estornudos se acompañarían de otros síntomas, como abundante mucosidad y obstrucción nasal.

3. Respiración ruidosa

Los ruidos respiratorios que son como silbidos persistentes deben ser valorados por el pediatra, y con urgencia si el bebé muestra fatiga o dificultad para inhalar a pesar de tener la nariz despejada. En ese caso, podrían ser signo de estar sufriendo un broncoespasmo (debido a la inflamación de los bronquios) y debe ser tratado.

Sin embargo, es frecuente que un poco de mucosidad en la garganta del recién nacido origine ruidos similares, pero sin importancia. Estos sonidos, al transmitirse a través de los bronquios, parecen venir de su pecho e incluso se notan al poner la mano sobre él, causando alarma.

En general, los ruidos realmente originados en los bronquios son persistentes y no desaparecen al cambiar la posición del cuello, mientras que los otros, llamados «ruidos de transmisión de las vías altas», dejan de oírse tras un carraspeo al cambiar el cuello de lado.

4. Sobresaltos y espasmos

A veces el bebé levanta los brazos de golpe y tiembla un poco, como si se diera un susto… ¿Significa algo malo? No. Son sobresaltos normales, a menudo sin motivo aparente y muy corrientes al dejarlos desnudos. 

Cuando están provocados por un ruido, en ocasiones mínimo, vienen estupendamente para saber que oyen bien. Sin embargo, otras veces los peques pueden dormir sin inmutarse a pesar de que a su alrededor haya mucho jaleo.

5. Temblores de barbilla

¿Por qué le tiembla la mandíbula a mi bebé? Si le tiembla la barbilla cuando come o en cualquier circunstancia, en general no tienes que preocuparte. Sin embargo, es una duda que asalta a muchos padres. 

Lo más frecuente es que responda a un acto reflejo, causado por la inmadurez del sistema nervioso y que desaparecerán en tres o cuatro meses. Cuando acompañan al llanto, son señal de que el niño está sufriendo. Pero, por lo demás, no indican enfermedad alguna.

Si persisten pasados cuatro meses, o notas más problemas, debes consultar con el pediatra para que valore y descarte patologías.

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