La crianza con apego o natural es una corriente que procura desarrollar un fuerte vínculo emocional entre el niño y sus padres, pues sostiene que de esta forma la personalidad del pequeño se desarrolla de un modo seguro y garantiza para el futuro relaciones empáticas y sólidas. Este artículo, además de detallar sus características, enumera los ocho principios fundamentales para la crianza con apego, así como las principales críticas que recibe este movimiento por parte de quienes prefieren modos de crianza basados en rutinas y reglas más estrictas.
Crianza con apego o natural, ¿qué es?
La crianza con apego se basa en lograr un fuerte vínculo emocional entre el niño y sus padres o cuidadores. Según esta corriente, esta es la mejor forma de lograr que el pequeño obtenga una seguridad emocional que le garantice el mejor desarrollo de su personalidad y relaciones seguras y empáticas en el futuro.
Hoy en día, numerosos profesionales, asociaciones y madres y padres promueven y practican la crianza con apego
La expresión «crianza con apego» es la traducción de attachment parenting, acuñada por el pediatra estadounidense William Sears en la década de 1980. Esta corriente se fundamenta en la llamada teoría del apego, desarrollada por el psicólogo John Bowlby en los años 60, y que, según sus estudios, afirma que los recién nacidos necesitan tener una relación intensa con al menos un cuidador principal, por lo general la madre. Más tarde, la psicóloga Mary Ainsworth profundizó la investigación y proporcionó más herramientas.
La asociación Crianza con Apego Internacional (Attachment Parenting International, API), fundada en 1994, explica que el objetivo de este movimiento es que «los niños se conviertan en adultos con una alta capacidad para la empatía y la conexión«. Según la API, la esencia de la crianza con apego es establecer fuertes conexiones entre los padres, madres y sus hijos. «Nuestro desafío como padres es interactuar con nuestros hijos del mismo modo en que nos gustaría que ellos interactuaran con los demás», señala esta asociación.
Ocho pasos para la crianza con apego
La crianza con apego tiene ocho principios fundamentales:
- Prepararse para el embarazo, el parto y la crianza. Muchos de los grupos y personas que apoyan la crianza con apego también promueven los partos menos medicalizados, más naturales y conscientes.
- Lactancia materna. La crianza con apego destaca la importancia de la lactancia materna que, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, debe ser el alimento exclusivo hasta los seis meses de vida del bebé y formar parte de la dieta infantil al menos hasta que cumpla un año. Los partidarios de la crianza con apego aconsejan amamantar hasta que la madre y el hijo quieran.
- Responder con sensibilidad. Según la API, «la base de la confianza y la empatía está íntimamente relacionada con la comprensión». Para ello, señalan, es importante que los bebés aprendan a confiar en sus padres.
- Contacto corporal. El consejo es que el pequeño entre en contacto con la madre justo después del nacimiento y, después, establecer entre padres e hijos una relación de cercanía, en la que besos, caricias y abrazos sean habituales.
- Participar en las rutinas de sueño. Además, muchos partidarios de la crianza con apego lo son también del colecho, una práctica que genera controversias, con defensores a ultranza y detractores.
- Amor y «cuidados constantes». Una parte fundamental de estos «cuidados constantes» es el tiempo de ocio, diversión y juego. Estos momentos son claves para «construir lazos fuertes, sólidos y más saludables» con los niños.
- Usar disciplina positiva. Este punto es central, porque parte de la base de que los pequeños se educan, sobre todo, a partir del ejemplo de sus mayores. Por lo tanto, sus padres los deben tratar de la misma manera que a ellos les gusta que los traten: esa es la forma en que los menores tratarán más tarde a los demás. En este sentido, una buena comunicación con los niños es esencial.
- Equilibrio entre la vida personal y la familiar. Este equilibrio consiste en «asegurar que las necesidades de todos -no solo las del niño- se reconocen y son validadas» y satisfechas en la medida de lo posible.
Crianza con apego en España
En España existen muchas organizaciones que promueven este tipo de prácticas, como SINA, Criar con Apego, Criar con el Corazón y muchas otras. En 2011, el blog Bebé ECOnómico diseñó un logo para que pudieran usarlo como identificación todos los demás blogs relacionados con la maternidad y niños, que promuevan la crianza con apego. Unidas por ese logo, las páginas webs que componen esa red son unas 40.
También profesionales españoles muy destacados se muestran a favor de la crianza con apego o, en sus palabras, más natural.
El pediatra Carlos González, autor de libros como ‘Bésame mucho’ (2003), ‘Comer, amar, mamar’ (2009) o ‘Creciendo juntos’ (2013) -todos de la editorial Temas de Hoy- afirma que «criar a un hijo exige más cariño y menos instrucciones».
Por su parte, la psicóloga infantil María Luisa Ferrerós, que escribió ‘Enséñale a aprender’ (2006) y ‘Abrázame, mamá’ (2008) -editorial Planeta-, defiende el «método Ferrerós«, cuyo objetivo también es «el vínculo afectivo entre los padres y los hijos», sin pretender dar recetas sino hallar las claves para respetar las necesidades de cada niño.
Además de muchos apoyos, la crianza con apego también recoge numerosas críticas. Los partidarios de las normas más estrictas afirman que la crianza con apego tiene como consecuencia que esos niños se conviertan en personas más inseguras y dependientes de sus padres.
Otras críticas apuntan a la dificultad de practicar la crianza con apego para padres o madres que, por motivos laborales, no pueden pasar tanto tiempo con sus hijos.
En cualquier caso, el investigador John Medina, autor de ‘Reglas cerebrales para bebés’ (Brain Rules For Babies, Pear Press, 2010) cree que el debate entre los promotores de una crianza natural y otra que siga reglas y rutinas “pierde de vista el punto principal: la seguridad al niño”. “Cualquier familia que brinde seguridad a sus hijos de manera explícita y consistente tiene la mejor oportunidad de criar niños saludables y más estables psicológicamente“, dice el experto. Algunos pequeños pueden recibir esas señales de seguridad con la crianza con apego, otros a través de modelos basados en rutina. “Y otros, tal vez, con una mezcla de ambos”, concluye este especialista. Medina está convencido de que, si no se pierde de vista el objetivo principal, cada padre y cada madre logrará aplicar las dosis justa de cada uno.