Las piedras en el riñón no son un problema solo de adultos: también lo es en la infancia y adolescencia

El aumento de la incidencia de cálculos renales en niños y adolescentes podría estar en relación con el cambio de hábitos alimentarios. Menos sal y azúcares y beber más agua son algunas pautas para prevenirlos
Por María Huidobro González 2 de noviembre de 2023
cálculos renales infancia
Imagen: Gustavo Fring
La litiasis renal, más conocida como cálculos renales o piedras en el riñón, es una afección muy frecuente en adultos que causa el doloroso cólico nefrítico. Pero también empieza a serlo en la infancia y, sobre todo, en la adolescencia. Y, a pesar de que su formación depende de diversos factores, los cambios en la dieta y en otros hábitos de vida tienen mucho que ver en este aumento de los casos. De hecho, no es nuevo que la obesidad infantil provoca que haya niños con enfermedades de adultos, como abordamos en nuestro monográfico de obesidad infantil. ¿Sabes qué pasa si un peque tiene piedras en el riñón? Te explicamos los síntomas, causas y cómo prevenir este problema que tiene un alto riesgo de volver a producirse con más edad.  

Qué es la litiasis renal

La litiasis renal consiste en la formación de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréter y vejiga). Ocurre cuando minerales y otras sustancias que están en la orina se acumulan o cuando otras sustancias que podrían frenar la formación de estas piedras son insuficientes. Los cálculos que resultan miden en los menores de tres a seis milímetros y están compuestos principalmente por cristales de oxalato cálcico (60-70 %), fosfato cálcico y fosfato amónico magnésico, pero también, en menor proporción, de ácido úrico y cistina.

Si bien la nefrolitiasis es una enfermedad típica de adultos, en las últimas décadas, se ha producido un aumento en la incidencia de hasta un 4 % anual en niños, niñas y adolescentes; se llegan a reportar en los países occidentales entre 14 y 120 casos por cada 100.000 habitantes. Otras fuentes hablan de que los casos se han multiplicado por cinco.

🔴 Cada vez en más niños y adolescentes

Además, también se detectado un descenso en la edad en la que sucede el primer caso, que se sitúa entre los 5-15 años. Si en los niños es frecuente debutar en la primera década, en las niñas pasa más tarde.

En España, es ahora cuando empiezan a conocerse algunas cifras, y van en la misma dirección. Desde 2015 disponemos de un registro de ámbito nacional para pacientes menores de 18 años con litiasis renal impulsado por la Asociación Española de Nefrología Pediátrica (AENP), el Hospital Universitario Son Espases (Palma) y la Universidad de las Illes Balears. Gracias a los primeros datos de este registro de litiasis renal pediátrica analizados por Javier Lumbreras en su tesis doctoral, sabemos que en nuestro país esta enfermedad afecta en una proporción mayor a los niños frente a las niñas (cuatro casos en varones por cada caso en mujeres) con una mediana de edad en torno a los 6 años. En 1996 ocurría con 8,2 años y en 2004 a los 7,4 años.

Causas de las piedras en el riñón

Las causas de los cálculos renales en la infancia y adolescencia son múltiples. Y es que en la nefrolitiasis intervienen factores hereditarios, ambientales o adquiridos:

  • Anomalías metabólicas que pueden favorecer su formación: hipercalciuria, hipocitraturia, hiperoxaluria, hiporuricosuria, cistinuria…
  • Antecedentes familiares de personas con piedras en el riñón.
  • Infecciones de orina previas.
  • Malformaciones de los riñones o de las vías urinarias.
  • Bajo volumen de orina debido a una ingesta insuficiente de agua.
  • Dietas con un exceso de sal y grasas saturadas, con un alto contenido de azúcar y con un consumo insuficiente de fruta, verdura y legumbres.
  • Sedentarismo y falta de actividad.
  • Obesidad infantil.
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Imagen: KoolShooters

Como se apunta en la investigación citada con datos de 2015 a 2018, en España un tercio de los cálculos en menores son por infección urinaria previa y aproximadamente un 25 %, por anomalías estructurales o funcionales del tracto urinario. Los antecedentes familiares están presentes en dos tercios de los casos, y la anomalía metabólica urinaria más común es la hipercalciuria.

🔴 Malos hábitos alimentarios

Aunque los expertos no están seguros de por qué ha aumentado la incidencia de cálculos renales en niños y adolescentes —también se nombra al cambio climático—, consideran que “podría estar en relación con el cambio de hábitos alimentarios. Se ha observado un incremento del consumo de proteínas animales, sal, chocolate y refrescos de cola, junto con una disminución del consumo de agua, frutas, verduras y legumbres”, señalan los especialistas en este documento de consenso con recomendaciones en el estudio metabólico urinario de la litiasis renal pediátrica.

De hecho, mientras que en los más pequeños las piedras en el riñón se presentan con mayor frecuencia debido a alteraciones metabólicas, infecciones urinarias y malformaciones, “en los adolescentes, sobre los que recae principalmente el aumento de incidencia en pediatría, dependen en mayor medida de los hábitos dietéticos y del estilo de vida”. Y es que el sedentarismo y la falta de actividad física también juegan un papel crucial en el desarrollo de la litiasis a estas edades.

Síntomas de los cálculos renales en menores

¿Qué pasa si un niño tiene piedras en el riñón? Los síntomas varían en función de los menores y su edad. Incluso puede ocurrir que en algunos pasen desapercibidos y en otros, que tengan que acudir a urgencias e ingresar en el hospital.

➡️ En niños mayores y adolescentes

Estos cálculos en la vía urinaria pueden producir en niños mayores y adolescentes:

  • Dolor repentino e intenso en la zona lumbar que irradia hacia la pelvis y los genitales (cólico nefrítico).
  • Molestias o dolor al orinar.
  • Sangrado en la orina (hematuria).
  • Náuseas y vómitos.

Asimismo, como señalan los especialistas, pueden favorecer la infección de orina e incluso pueden obstruir el flujo normal de la orina, causando daño renal a largo plazo.

➡️ En bebés

En lactantes y niños menores de tres años, la presencia de un cálculo en el tracto urinario puede provocar otros síntomas más inespecíficos: irritabilidad, llanto inconsolable (a veces, difícil diferenciarlo de cólicos en el lactante), orina oscura, trastornos gastrointestinales (vómitos, dolor abdominal…) o fiebre.

Cómo saber si mi hijo tiene cálculos renales

Ante la sospecha de cálculos renales en el niño, una tira reactiva en la orina puede ayudar en el diagnóstico, pero sobre todo lo hará una ecografía renal y, si fueran necesarias, otras pruebas de imagen como una resonancia magnética o una tomografía computarizada (TC).

Por supuesto, es importante conocer si hay antecedentes familiares y las características del dolor abdominal que presenta el menor.

Tratamiento

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Imagen: GSquare

Se intentará aliviar el dolor que produce la litiasis en el menor con antiinflamatorios como el ibuprofeno. Pero hay casos que el dolor es tan intenso y el nivel de deshidratación es tal por los vómitos, que el peque deberá ingresar en el hospital para que le administren por vía intravenosa líquidos para hidratarse y analgésicos para calmar el dolor.

Además, habrá que ayudarle a expulsar los cálculos renales. ¿Cómo eliminar las piedras de los riñones en niños? Los más pequeños suelen expulsarse por la orina. Para ello, tan solo será necesario que beba mucha agua. Pero si son piedras grandes, el especialista recurrirá a técnicas como la litotricia, para romper los cálculos, el ureteroscopio o una intervención con endoscopia para extraerlos.

Cómo ayudar a prevenir las piedras en el riñón

Tener litiasis de niño supone un mayor riesgo para volver a tener cálculos renales o sufrir problemas en el riñón de mayor. De ahí la importancia de prevenir esta enfermedad tanto si tu hijo lo ha padecido como si aún no. ¿Qué hacer para evitarlo? Estas son las pautas simples y efectivas para reducir la incidencia:

  • Los pacientes con anomalías de la vía urinaria, infecciones de repetición o alteraciones metabólicas deben seguir un control y vigilancia estrecha por su especialista para disminuir el riesgo de litiasis, tal y como comentan desde ROC Clinic.
  • Hidratación adecuada: beber mucha agua.
  • Limitar la ingesta de sal.
  • Dieta variada, rica en fruta (con abundancia de cítricos), verdura y legumbres.
  • Consumir menos proteína animal y grasas saturadas.
  • Evitar los refrescos y los alimentos con azúcares añadidos. “Limitar el consumo de azúcar añadido puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales», aseguran los autores de este estudio reciente publicado en Frontiers.
  • Promover la actividad física regular al aire libre para evitar las largas horas frente a las pantallas y la obesidad infantil.
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