Los menores de familias con menos recursos, los más expuestos a los anuncios de alimentos insanos

Según un estudio del Instituto de Salud Carlos III, esta conclusión es compatible con la alta prevalencia de obesidad infantil en España y las desigualdades socioeconómicas asociadas
Por María Huidobro González 21 de mayo de 2024
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Imagen: Vika_Glitter
Cerca del 80 % de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país están desprotegidos frente a los anuncios de alimentos y bebidas poco saludables. Y es que la publicidad de estos productos insanos influye de forma negativa en sus hábitos alimentarios, como analizamos en nuestro monográfico sobre obesidad infantil. Y más en los menores pertenecientes a familias con menos recursos, ya que son estos peques quienes sufren más este bombardeo, como recoge un estudio reciente que desgranamos a continuación.

Publicidad de alimentos insanos y obesidad infantil

Los niños y niñas están expuestos constantemente a anuncios de alimentos y bebidas poco saludables. A través de la televisión, la radio, las redes sociales, determinadas páginas webs, apps, cine, medios impresos… reciben cada día un montón de mensajes publicitarios de productos con un perfil nutricional inadecuado. Este tipo de marketing determina sus preferencias alimentarias, sus hábitos de compra —y en las peticiones que hacen a sus padres y madres— y el consumo de alimentos. Es decir, dificulta su capacidad para aprender hábitos alimenticios adecuados.

Y se nota. Para los pediatras, el abuso de pantallas y esta publicidad de productos insanos son dos de los factores más importantes que influyen de manera determinante en la obesidad infantil.

Quienes están expuestos a la publicidad de ultraprocesados como refrescos, aperitivos salados, comida rápida, bollería industrial, bebidas energéticas, golosinas, chocolatinas… toman más calorías, azúcares y sal procedentes de este tipo de productos. Y a más anuncios, se aprecia una mayor frecuencia de consumo, como se refleja en un informe elaborado por la Fundación Gasol y que abordamos en este artículo.

Publicidad de productos poco saludables y menores de familias con pocos recursos

En este mismo documento, realizado con más de 67.000 menores durante el curso 2021-22, también se apuntaba que la población de menor nivel socioeconómico está más expuesta a la publicidad de productos de alimentación y bebidas no saludables: “Un mayor número de niños, niñas y adolescentes, evaluados/as en escuelas situadas en una sección censal con una menor renta media por persona y un porcentaje de pobreza infantil superior a la media española, declaran haber estado expuestos/as a la publicidad de productos de alimentación y bebidas no saludables”.

Ahora, un estudio liderado desde la Escuela Nacional de Sanidad (ENS)​ del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) aborda precisamente esta cuestión con anuncios de televisión, ya que este medio es el principal canal de publicidad alimentaria en España. Para ello, midió durante una semana de febrero de 2022 su exposición en 1.600 niños, niñas y adolescentes de entre 4 y 16 años.

Y tuvo en cuenta el contenido nutricional de los alimentos y bebidas anunciados utilizando los perfiles nutricionales de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Según este sistema, no se podrían publicitar productos como chocolate, dulces, pasteles, galletas, zumos, bebidas energéticas y helados, y en el caso de otros productos como, por ejemplo, cereales de desayuno, solo si no superan ciertos umbrales de azúcares, grasas y sal.

➡️ Anuncios de ultraprocesados, clase social y obesidad infantil

Los resultados son preocupantes. En concreto, la investigación publicada en la revista BMC Public Health concluye que los menores españoles que viven en familias con bajos ingresos reciben el doble de impactos de cuñas televisivas que incitan a comer y beber alimentos y bebidas ultraprocesados, en comparación con los menores de una clase social más alta. Por tanto, es “un hallazgo compatible con la alta prevalencia de obesidad infantil en España y las desigualdades socioeconómicas asociadas”, aseguran.

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Imagen: yousafbhutta

De hecho, según el Estudio Aladino 2019, los niños de familias con ingresos inferiores sufren obesidad en un 23,2 % de los casos, frente al 11,9 % de los provenientes de hogares con mayores recursos económicos. Más recientemente (octubre 2023), una investigación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) destaca con información recogida en 2020 que los factores asociados al exceso de peso y la obesidad en niños, niñas y adolescentes son “el sexo masculino, tener entre 6 y 9 años, tener alguna discapacidad, la presencia de algún adulto con exceso de peso en casa, un menor nivel educativo del hogar y vivir en secciones censales con menor nivel de renta». Además, de forma específica, apuntan que estos dos últimos factores parecen tener mayor influencia en el exceso de peso y la obesidad entre las niñas.

➡️ Horarios e impactos

Para llegar a la conclusión de que los menores españoles con menos recursos reciben el doble de impactos de esta publicidad, el análisis de los investigadores incluye datos sobre: las franjas horarias en las que se ofrece más anuncios de alimentación no saludable; el tipo de alimentos y bebidas más anunciados, como dulces de chocolate, galletas, carne procesada o bebidas azucaradas; y los canales de televisión destinados al público infantil y juvenil, que son donde aparecen más spots de este tipo. Estos son los datos más relevantes:

  • Un tercio de los anuncios se emitieron entre las 20:30 y 24:00 horas, fuera de la franja horaria de protección de la infancia.
  • Los niños y niñas vieron una media semanal de 82,4 anuncios de alimentos y bebidas. De ellos, 67,4 (81,8 %) eran de productos poco saludables; la mayoría, fuera del horario de protección infantil.
  • Los menores recibieron una media de 10 impactos diarios de anuncios televisivos de alimentos y bebidas poco saludables.
  • Los peques de clase social baja recibieron un 94,4 % más de impactos de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables que los participantes de clase alta (99,9 impactos semanales frente a 51,4).
  • La cobertura publicitaria de alimentos y bebidas no saludables (porcentaje de niños que vieron cada anuncio) fue un 71,6 % mayor en los participantes de clase baja que en los de clase alta.

Cómo reducir este impacto

Para poner fin a la publicidad de alimentos insanos dirigida a menores en España, queda pendiente aprobar el decreto elaborado en julio de 2022 por el entonces Ministerio de Consumo, que formaría parte del ‘Plan estratégico nacional para la reducción de la obesidad infantil’. Según anuncian desde el actual Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, pronto podría ver la luz. Pero, mientras tanto, ¿hay algo que se pueda hacer?

Por el momento, en Euskadi, la nueva Ley de Infancia y Adolescencia que entrará en vigor en agosto incluye la restricción de la publicidad de bebidas energéticas y comida rápida dirigida a niños. En su artículo 92.4 a) dice: “La publicidad dirigida a menores deberá tratarse de publicidad informativa, no perjudicial ni peligrosa, y compatible con hábitos de vida saludable. A tal efecto, los anuncios no deberán: incitar a consumos, conductas o actividades perjudiciales para la salud, como comidas rápidas o bebidas energéticas”.

✔️ Horarios más restrictivos

Además, los autores del estudio comentado también hacen su aportación. Son conscientes de que el Código PAOS de autorregulación de la publicidad alimentaria dirigida a menores de 12 años no regula ni el perfil nutricional de los productos anunciados ni la frecuencia de difusión de los anuncios. Por eso, recuerdan que, por la Ley de Comunicación Audiovisual, en los casos en que los códigos de conducta no sean lo suficientemente eficaces para reducir la exposición de los menores a publicidad de alimentos y bebidas poco saludables, el Gobierno podría imponer restricciones legales a dicha publicidad.

Así, sugieren establecer restricciones a la publicidad de alimentos no saludables en televisión en horario infantil ampliado (6:00-24:00 horas). De este modo, se trata de proteger de forma efectiva a los menores españoles frente a los efectos nocivos de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables, y reducir las desigualdades sociosanitarias asociadas a esta exposición.

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