El brezo es una planta en flor de pequeñas hojas que se apelotonan en su tallo y muy resistente a las bajas temperaturas, algo que lo convierte en un ejemplar ideal para las jardineras de balcones y terrazas.
Sin embargo, el brezo no tolera la sequía, sobre todo en su época de crecimiento, cuando debe mantener una humedad ligera y constante.
Este arbusto prefiere los sustratos con un cierto grado de acidez y no soporta los suelos calizos. A la hora de plantar brezo en las jardineras hay que dejar una distancia de 30 centímetros entre cada ejemplar y retirar frecuentemente las partes marchitas, así evitará que los ejemplares se vean afectados por una micosis debido a un exceso de humedad y la falta de ventilación en las partes de la planta que se encuentran a ras de tierra.
Si ha tenido los ejemplares en el interior de la casa y han perdido parte de sus minúsculas hojas, colóquelos en un emplazamiento exterior y se recuperarán fácilmente.