Las brochas planas, denominadas comúnmente colas de bacalao, permiten pintar superficies de una extensión considerable de una forma rápida y cómoda. Su anchura es variable y oscila entre los 15 y los 100 milímetros.
Existen brochas con la mencionada forma, pero de mayor anchura, que se utilizan para efectuar la técnica del veteado, un efecto interesante de rayado sobre las paredes, o cuando queremos conseguir un buen resultado final en la aplicación de la pintura, aplicando dos pasadas en sentido cruzado.
Por último, existen también brochas con formas especiales en forma de codo, que comúnmente se utilizan para pintar radiadores y la pared situada tras ellos si no queremos retirarlos, así como otros lugares de difícil acceso.
