La presencia de nudos en la madera puede presentar un serio problema, tanto si la madera está seca como si no. Si no lo está los nudos pueden rezumar resina, y si lo están pueden llegar a desprenderse, por lo que resulta conveniente retirarlos para evitar futuros problemas.
La solución es bastante sencilla. Solamente hay que vaciar el nudo y sustituirlo por un trozo de madera sana, que se puede recortar de ese mismo tablero. Para lograr este objetivo se empleará una broca de corona, con la que extraer el nudo, y con la misma broca se realizará otra perforación en un trozo de madera inservible de las mismas características.
Finalmente, se encolará el trozo de madera sin nudo y se introducirá en el lugar en el que ocupaba el nudo para conseguir taparlo.