La gloriosa es una planta enredadera de rápido crecimiento cuyas grandes flores tienen una forma similar a la de los lirios. Para ella deberá elegirse una ubicación en la que pueda desarrollarse sin problemas, teniendo en cuenta que no moleste al resto de ejemplares, y en la que cuente con un soporte para asirse.
Florece a principios de verano, cuando requiere de mucha luz y calor. Puede comprarse en flor o cultivarse a partir de un tubérculo siguiendo las instrucciones que a continuación se indican.
En una maceta de unos 17 centímetros de diámetro ha de plantarse el tubérculo en forma horizontal. A mediados o finales de invierno es el momento adecuado para plantar ejemplares de gloriosa porque de esta manera se conseguirá que florezcan a principios de verano.
Debe cubrirse completamente el tubérculo de la gloriosa para conseguir que enraíce sin problemas y rellenar el resto del tiesto. No obstante, conviene no llenarlo por completo para evitar que el agua de riego se desborde.
Esta planta debe regarse con moderación, al principio, y más abundantemente cuando comiencen a desarrollarse los primeros tallos.