Las finas láminas de madera con las que se recubren los muebles de aglomerado tienden a despegarse cuando se colocan encima objetos calientes o se encuentran sometidos a mucha humedad.
Pero lo que es peor, si este abombamiento no se corrige a tiempo hay ocasiones en las que las fibras de la chapa se acaban rompiendo, entonces la solución pasa por sustituir parcialmente o íntegramente la zona afectada. Si se decide cambiar toda la superficie dañada se deben seguir los siguientes pasos:
1. Retirar el resto de la superficie aunque ésta no se encuentre afectada aplicando vapor caliente y con la ayuda de una espátula.
2. Lijar toda la madera y dejar la zona uniforme para poner la nueva chapa.
3. Encontrar una lámina idéntica va a ser algo prácticamente imposible, pero en un establecimiento con un trozo de la chapa retirada y se puede elegir aquella que más se parezca en cuanto a color, veta, calidad, etc.
4. Recortar con un cúter la superficie de chapa que sea necesaria y aplicar la cola sobre la madera.
5. Colocar la lámina y fijarla con cinta adhesiva mientras se seca.
Suele ser necesario llevar a cabo esta tarea en los bordes y laterales de los muebles, que son las zonas donde es más fácil que se produzcan enganches y, en consecuencia, la rotura de las fibras.