Cómo tratar y limpiar el gres catalán

Debido a su gran porosidad puede ser dificultoso mantenerlo en perfecto estado
Por EROSKI Consumer 9 de septiembre de 2003

Uno de los principales problemas que plantea el gres catalán es su gran porosidad, que hace que la suciedad se incruste en él. Para impedir que se manche existen dos métodos, el tradicional, empleando productos de limpieza de uso doméstico, y el método más moderno, que utiliza productos de limpieza industriales.

El método clásico consiste en preparar una mezcla con una parte de aceite de linaza y dos partes de esencia de trementina. Se deberá calentar esta mezcla a 50 grados y aplicarla sobre el gres, bien limpio, con la ayuda de una brocha. Luego, dejar que el suelo se seque y encerarlo con cera líquida.

El método moderno consiste en aplicar un producto especial de saturación que debería tener componentes cristalizantes o hidrófugos. Estos componentes son resinas que tapan los poros del barro cocido que conforma el gres catalán y que impiden tanto la penetración de elementos líquidos como sólidos y facilitan la limpieza de los suelos, ya que la suciedad no se incrustará.

Para evitar que se incruste la suciedad será apropiado conocer la manera más fácil para limpiarlo. No hay que olvidar que su principal inconveniente es su enorme porosidad, por lo que las manchas de agua, grasa o restos de comida penetrarán muy fácilmente en el barro cocido.

Para eliminarlas también hay dos métodos. El primero consiste en impregnar las partes manchadas con un detergente fuerte en polvo disuelto en agua (150 g de detergente por cada litro de agua) y limpiar después el resto del suelo con una solución más rebajada, frotando con un cepillo de raíces.

La segunda opción consiste en fregar el suelo con una solución de agua y un 5% de ácido clorhídrico, insistiendo particularmente en las zonas con mayores manchas. Tras limpiar el suelo de una de las dos maneras se procederá a aclarar abundantemente.

Otras opciones de limpieza consisten en frotar con jabón líquido de brea y un estropajo y posteriormente aclarar, o bien frotar las manchas con un trapo empapado en aguarrás y cubrir con tierra de Sommières. Dejar actuar esta solución y a continuación emplear una aspiradora o una escoba para retirar la tierra.

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