De diferentes tejidos, mecanismos y acabados, los estores son una alternativa a las cortinas tradicionales que cada vez tiene más aceptación. Su función consiste en atenuar la entrada de luz exterior y, si se da el caso, proteger el interior de la vivienda de miradas indiscretas.
Las claves del proceso de confección
El modelo más sencillo de estor y, por lo tanto, más fácil de confeccionar, es el enrollable. Consta de un tubo o rodillo horizontal, alrededor del cual se pliega la tela.
Para su confección e instalación, se necesita una tela especial para estores de loneta o semiloneta, un rodillo, soportes de fijación o anclaje, un listón de madera, una grapadora o puntas de tapicería, tachuelas y tirafondos. Todos estos materiales se pueden adquirir por separado. No obstante, la opción más cómoda y sencilla es comprar un kit que incluya todos estos elementos.
Tras instalar el soporte en la pared, se corta la tela de forma que el largo no rebase en más de cinco centímetros el marco de la ventana. El ancho no debe superar los tres centímetros. Una vez que la pieza está lista, se hace un doblez en el extremo inferior, se cose, se introduce el listón de madera y se terminan de unir los extremos de la tela.
Confeccionada la parte inferior del estor, sólo queda fijar la tela al rodillo. Para ello, hay que centrar y alinear el lienzo. Es posible trazar una línea recta en el rodillo, a partir de la cual se dispondrá la tela, que primero se sujeta con cinta adhesiva y luego se fija con una grapadora o tachuelas. Por último, se coloca el rodillo en el soporte de la pared y se comprueba que el mecanismo funciona de forma correcta.
Una variante del estor enrollable es el estor enrollable con guías. Estos modelos disponen en los extremos de su perfil interior de unas guías laterales que facilitan la colocación en ventanas poco convencionales, como las claraboyas.
El estor de varillas es una cortina extendida con listones transversales, que se recoge de forma horizontal, hacia arriba. La facilidad con la que se pueden montar y desmontar las varillas para su lavado hace que este tipo de estor sea uno de los más utilizados.
Los estores japoneses forman un conjunto de paneles que se cruzan entre sí para permitir su apertura y cierre
Un modelo muy parecido al estor de varillas es el de paquete. La diferencia radica en que este último carece de listones, por lo que cuando se recoge el resultado es irregular.
En este grupo figuran también los estores abullonados. Estos se fabrican con telas más livianas y cuentan con unas cintas verticales que fruncen el tejido.
Los estores japoneses forman un conjunto de paneles independientes que llegan hasta el suelo y se cruzan entre sí para permitir su apertura y cierre. De gran versatilidad, este tipo de estores aporta un toque minimalista y, en función de su ubicación, posibilita múltiples composiciones decorativas.