Si dispone de un invernadero o de una terraza acristalada probablemente la haya tenido cerrada durante todo el invierno, para evitar que las bajas temperaturas congelasen sus ejemplares de interior.
Con el cambio de estación, la temperatura exterior y las necesidades de sus ejemplares varían, por lo que es necesario realizar una serie de trabajos para adecuar el invernadero o terraza acristalada, y conseguir así que los ejemplares que hayan sobrevivido al invierno prosperen sin problemas, pudiendo disfrutar de sus flores durante la próxima primavera o verano.
La primavera es una estación en la que debemos de prestar especial atención al invernadero, empezando a ventilarlo tras haberlo mantenido muy aislado durante el invierno, para conseguir que nuestros ejemplares notasen lo menos posible las gélidas temperaturas exteriores.
A medida que vaya apreciando que los días se van haciendo más largos, y van subiendo las temperaturas, deberá comenzar a dejar abiertas las ventanas y cristaleras para conseguir ventilar su interior, renovando de esta manera el aire que sus ejemplares emplean para realizar el proceso de fotosíntesis.
Asimismo, deberá de conseguir que la zona acristalada de su invernadero esté lo más limpia posible, para que entre la máxima cantidad de luz solar en el interior. También deberá tratar de limpiar, en la medida de lo posible, los plásticos que conforman su invernadero.
Será necesario examinar a conciencia todos sus ejemplares, retirar sus partes marchitas, para evitar que su olor atraiga a las plagas, y vigilar la presencia de éstas. Limpie a fondo sus ejemplares, ayudándoles a deshacerse de sus partes muertas para que empleen todos los nutrientes que recogen de sus sustrato en crecer, en lugar de hacerlo para revivir sus partes marchitas, además así conseguirá que tengan un mejor porte y aspecto.
