La prímula, una planta de colores vivos

La prímula puede considerarse una planta tanto de exterior como de interior y destaca por su agradable aroma, su colorido y su gran follaje
Por EROSKI Consumer 29 de octubre de 2021

La prímula es una planta muy utilizada en la decoración de parques y otros lugares públicos, debido a la intensidad de sus colores y su belleza. Este artículo describe las características más importantes de estas plantas, también llamadas primaveras o flores de San José. Explica los cuidados necesarios para su cultivo, qué suelo le conviene y cuáles son las plagas que la atacan con mayor frecuencia. También se refiere a la confusión bastante frecuente que existe entre la prímula y la onagra.

¿Qué es la prímula y cuáles son sus características?

 

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Imagen: Maja Dumat

 

La prímula  es una planta de porte pequeño, pues en general ninguna de sus especies supera los 40 centímetros de altura. Por eso, en su desarrollo natural, son de las primeras en florecer, para poder multiplicarse antes de que el follaje de alrededor crezca y su sombra les impida acceder a la luz del sol. Si bien resisten temperaturas bajas, es conveniente que no estén expuestas a heladas, así como tampoco a la incidencia más intensa de los rayos del sol en verano. Así que el mejor hábitat para cultivarlas es en espacios exteriores pero bajo techo.

El nombre «prímula» deriva del latín y su significado es «primero»: esta planta es la primera en florecer. Por ese motivo se conoce también con el nombre de primavera o flor de primavera, ya que su floración silvestre indica tradicionalmente el comienzo de esa estación. Sin embargo, como es una planta perenne, también es posible plantar semillas en otoño y adelantar el nacimiento de las flores al invierno.

Las prímulas se combinan muy bien con otras plantas bulbosas, como tulipanes, crocos o narcisos. Existen unas 550 especies de prímula, un género originario de China. Las especies más comunes son las llamadas vulgares (también conocida como flor de San José), obcónica, acaulis, denticulata y eliator. Los colores de las prímulas silvestres no son muy intensos, pero a lo largo de los años se han realizado hibridaciones que han permitido obtener tipos de prímulas de tonos vivaces. Debido a esto, muchas de estas flores se emplean en la decoración de parques y otros lugares públicos.

Conviene diferenciar entre la prímula obcónica, destacada porque sus flores se caracterizan por colores llamativos, así como la prímula acaulis, con una hoja más grande que la anterior. Sus flores están compuestas por cinco pétalos y la gama de colores es muy amplia: violetas, amarillos, rosas, con diferentes tonalidades. También se halla la prímula vulgaris, que puede cultivarse tanto en interior como exterior.

Cuidados que necesita esta planta

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Imagen: Manuel Martín Vicente

Con respecto a otros cuidados, se debe procurar que el suelo tenga un buen drenaje y que no sea demasiado arcilloso, pero si lo es, será conveniente añadir turba o mantillo. Además, se aconseja nutrirlo con un fertilizante rico en potasio, que favorece la floración. Con relación al riego, lo más apropiado es mantener el sustrato húmedo pero evitar que se encharque, ya que esto causa el deterioro del ejemplar, en particular, que el tallo se pudra.

Las babosas y caracoles constituyen las principales plagas para este género de plantas, pero tampoco hay que desdeñar la acción de otros agentes: arañas rojas, pulgones, moscas blancas, minadores y hongos. En caso de que se detecte la presencia de moho, se deben eliminar las partes afectadas lo antes posible, para evitar que otras partes del ejemplar se contagien.

La multiplicación se puede efectuar a través de la siembra de semillas, pero también por la división de macollas, es decir, los pequeños ejemplares que se forman en torno a la planta principal. Esta división también se debe realizar en otoño.

A pesar de que es una planta perenne cuya vida dura varios años, a menudo se descartan después de la primera floración. Esto se debe a dos motivos: por un lado, las subsiguientes floraciones son en general más débiles y menos atractivas y, por otro, muchas veces se secan por el calor y la baja humedad del verano. Por eso, para evitar el consumo de nutrientes por parte de estos ejemplares, en muchos casos se desechan y se plantan nuevas para la siguiente temporada.

Las prímulas se combinan muy bien en el jardín e incluso en la misma maceta con otros ejemplares bulbosos, como tulipanes, crocus o narcisos. También se pueden crear bonitos conjuntos con tapizantes que den color al suelo, como oreja de ratón o manzanilla, o colgantes, como la hiedra o la tradescantia.

Prímula y onagra, géneros distintos

Dos géneros de plantas diferentes se confunden con bastante asiduidad: la prímula (Primula) y la onagra (Oenothera). Las especies de este segundo grupo también son conocidas como primaveras (primrose en inglés), pero forman parte de un género diferente.

Al aceite que se obtiene de la onagra se le han atribuido muchas propiedades medicinales, como el control de la presión arterial y el colesterol dentro de valores normales, mejora de la salud mental, salud de la piel, etc. Por eso, es común su comercialización en forma de cápsulas de gelatina blanda. Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria notificó que no existe ninguna evidencia científica sobre la veracidad de tales creencias.

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