Las limas son herramientas de metal cuya misión es la de facilitar el pulido en distintos materiales. En función de las formas y las funciones de cada una, existen varios tipos de limas:
–Limas para madera: éstas suelen ser de sección rectangular, planas y de bordes paralelos, y en muchos casos con una sola cara abrasiva. Se usan para el pulido de superficies que previamente han sido atacadas por escofinas.
–Limas para metal: éstas son de muy diversas formas y granulado. Si se hace una división según su sección vemos que hay:
. Limas planas con igual anchura en toda su longitud o con la punta ligeramente convergente: las superficies de abrasión pueden ser las dos caras y los cantos, pero también las hay sin abrasión en los cantos, es decir lisos, y que permiten trabajar en rincones en los que interesa actuar tan sólo sobre un lado y respetar el otro.
. Limas de media caña: una cara plana y otra redondeada, con una menor anchura en la parte de la punta. Son las más recurridas, ya que se pueden utilizar tanto para superficies planas como para rebajar asperezas y resaltes importantes o para trabajar en el interior de agujeros de radio relativamente grande.
. Limas redondas: son las que se usan si se trata de pulir espacios circulares.
. Limas triangulares: sirven para atacar ángulos entrantes e inferiores a 90º. Pueden sustituir a las limas planas. Dentro de estas limas están los limatores, que se utilizan para trabajos esmerados y de precisión. Este tipo de limas, cuyo grano es mucho más fino, se vende en equipos con las diferentes modalidades antes mencionadas.